Los controladores aéreos buscan un aumento salarial de 65%, la contratación urgente de personal y la corrección de los procedimientos de control derivados del rediseño del espacio aéreo, el cual consideran deficiente y riesgoso, indicó José Alfredo Covarrubias, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (SINACTA).
En entrevista con La Silla Rota, Covarrubias explicó que las negociaciones avanzan, pero aún no hay una propuesta concreta por parte del gobierno federal, por lo que, el sindicato se mantiene en una asamblea permanente en espera de la respuesta que dará la Secretaría de Hacienda el próximo viernes.
El sindicato solicitó un aumento del 65%, cifra que, aseguró, corresponde a la pérdida acumulada provocada por la inflación y la aplicación de la Ley de Remuneraciones. Aunque reconoció que difícilmente será autorizado en ese nivel, el dirigente señaló que espera una propuesta formal este viernes para someterla a la asamblea.
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Covarrubias explicó que los controladores aéreos no han recibido aumentos directos desde 2018 debido a la aplicación de incrementos “ponderados” dentro de la administración pública, los cuales dejan en cero el ajuste para quienes tienen sueldos superiores al promedio.
Agregó que Hacienda se comprometió a revisar el catálogo de puestos y plantear una solución “de raíz”, que en lo futuro se ajuste automáticamente y no requiera renegociaciones anuales.
Faltan 503 controladores: largas jornadas ponen en riesgo la seguridad
El segundo punto crítico es la falta de personal, un problema que , según Covarrubias, ya compromete la seguridad aérea. El déficit asciende a 503 controladores, lo que ha generado jornadas de hasta 14 horas diarias para muchos trabajadores.
“Eso afecta la salud de los compañeros y también la seguridad; no es normal que alguien trabaje más de 12 horas”, afirmó.
Hacienda y el sindicato coincidieron en el número de plazas faltantes y plantearon un plan de incorporación gradual: entre 80 y 100 nuevos controladores por año, con la meta de completar la plantilla al final del sexenio.
No obstante, Covarrubias aclaró que aún si se autorizaran todas las plazas hoy, no existen suficientes controladores capacitados para ocuparlas de inmediato, por lo que se requiere un proceso de formación y adaptación.
Rediseño aéreo deficiente
El tercer punto de la negociación es la actualización de los procedimientos de control aplicados con el rediseño del espacio aéreo del Valle de México. El secretario general fue contundente: “el rediseño fue incorrecto, deficiente y lejos de ayudarnos generó mayores riesgos”.
Según explicó, los procedimientos actuales exigen mayor atención y esfuerzo de los controladores para mitigar riesgos que no deberían existir. Además, recordó que el rediseño costó aproximadamente 50 millones de pesos, pese a sus fallas.
El sindicato y autoridades acordaron integrar un equipo técnico conjunto para construir nuevos procedimientos “más seguros y sin costos adicionales”.
Movilizaciones dependerán de la respuesta del gobierno
Aunque SINACTA canceló la movilización prevista para esta semana tras la apertura del diálogo, Covarrubias advirtió que el sindicato mantiene abiertas todas las opciones, incluidas nuevas concentraciones en la Ciudad de México, dependiendo de la propuesta que reciban el viernes.
“Entre todos los controladores determinaremos las acciones. Esperamos que no sea necesario manifestarnos nuevamente”, señaló.
El sindicato representa a alrededor de mil controladores en el país, distribuidos en 62 aeropuertos. El dirigente reconoció el esfuerzo de sus compañeros, varios de los cuales asistieron a la asamblea usando días de descanso o vacaciones pendientes, y destacó la importancia de la confianza sindical en este proceso.
Finalmente, Covarrubias expresó agradecimiento por la interlocución abierta con la Secretaría de Hacienda, que participa en representación directa de la presidenta Claudia Sheinbaum.