Al cierre del tercer trimestre del año, 22 estados del país registraron una disminución en las remesas que reciben desde el extranjero. Según analistas consultados por La Silla Rota, afectará el consumo regional y golpeará a las familias de menores ingresos que dependen de estos recursos.
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), la Ciudad de México encabeza la lista con la caída más pronunciada, al acumular 843 millones de dólares menos. Le siguen el Estado de México, con una reducción de 749 millones de dólares; Jalisco, con -278 mdd; Michoacán, con -191 mdd; y Nuevo León, con -173 mdd.
Este año las remesas enfrentan una caída general, pues al cierre de octubre, acumulan una contracción de 5.1% e hilan siete de meses de contracciones anuales, un comportamiento que no se observaba desde hace más de una década.
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Sergio Kurczyn, director de Estudios Económicos de Banamex, explicó que esta tendencia ya genera impactos regionales y en el consumo, especialmente entre familias pobres.
“Por primera vez en 12 años habremos visto una caída en las remesas. Esto es más importante cuando uno habla del bienestar de las familias y del consumo”, señaló.
Las remesas son muy importantes para los hogares que las reciben, pues en las familias con menos recursos, hasta 30.5% de sus ingresos dependen de estos envíos, destacó el grupo financiero.
Además, según información de Banco de México, la economía de cinco estados registra una alta dependencia: en Chiapas representan 14.6% de su Producto Interno Bruto; seguido de Guerrero con un 14%; Michoacán con 11.2%; Zacatecas con 10.9% y Oaxaca con 10.3 por ciento.
Contexto: Más del 90% de los ingresos por remesas provienen de Estados Unidos, por lo que la caída en el flujo de los envíos se debe a las políticas migratorias Donald Trump y a la desaceleración económico del vecino del norte.
Impacto regional desigual
Aunque las remesas representan cerca del 5% del consumo nacional, su importancia es mucho mayor en ciertas regiones, afirmó Guillermina Rodríguez, directora de estudios económicos de Banamex.
“Lo que sí vamos a ver es un impacto muy focalizado en algunas entidades, sobre todo en los mayores receptores, como Michoacán, Chiapas, Guerrero y Oaxaca”, explicó.
Añadió que en estados grandes como Jalisco o la Ciudad de México, aunque los montos perdidos son elevados, el tamaño de sus economías amortigua el impacto.
Por su parte, Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, recordó que las remesas representan 5% del consumo y 3.5% del PIB, por lo que su pérdida de poder adquisitivo es uno de los elementos que contribuyen al estancamiento económico esperado para 2025.
Ocho estados se mantienen en terreno positivo
Pese a las caídas generalizadas, ocho entidades registraron incrementos anuales al cierre de septiembre.
Los que tienen los mayores incrementos son Chiapas con un aumento de 39.14 millones, Puebla con 49.5 millones más, Oaxaca con 52.5 millones de dólares más, Guerrero con 102.2 millones y Baja California con 249 millones más.
Los casos de Oaxaca, Guerrero y Chiapas son especialmente relevantes, ya que las remesas aportan más del 10% de su actividad económica, convirtiéndolas en un pilar para miles de hogares.
