La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mantuvo su proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) regional para 2025 en un 2.4%, una cifra que apenas supera ligeramente el 2.3% registrado el año anterior. Para 2026, el organismo dependiente de Naciones Unidas proyectó, al igual que agosto pasado, una expansión del PIB de América Latina y el Caribe del 2.3%, manteniéndose el año que viene una "dinámica de bajo crecimiento" en un contexto internacional que "aún resulta incierto".
El informe de la Cepal denominado Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2025 destacó a Venezuela (6.5%), Paraguay (5.5%), Argentina (4.3%) y Costa Rica (4%) como líderes en el crecimiento latinoamericano. Sin embargo, el organismo ubicó a México "a la cola" del crecimiento regional, compartiendo esta posición con Haití.
El balance también revela profundas asimetrías entre países. Paraguay cerrará 2025 con un crecimiento del 5.5%, uno de los más sólidos y sostenidos de la región gracias a la expansión del sector agroexportador y una macroeconomía relativamente estable. El avance del PIB argentino, del 4.3%, pero en el otro extremo se encuentra la economía de Cuba, que profundiza su crisis con un nuevo retroceso del 1.5%, y países como México (0.4%) y Bolivia (0.5%), con avances casi nulos.
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Es importante señalar que, aunque México está catalogado como rezagado, las proyecciones más negativas para 2025 corresponden a Cuba (-1.5%) y Haití (-2.3%), siendo estas las únicas economías que decrecerán, según el organismo.
La región atrapada en el bajo crecimiento
La Cepal proyectó que para 2026 la expansión del PIB de América Latina y el Caribe se mantendrá en 2.3%. El secretario ejecutivo de la Cepal, Manuel Salazar-Xirinachs le dijo a EFE que, estos indicadores confirman que la región está completando una secuencia de cuatro años con tasas cercanas al 2.3%, lo que señala que "la región continúa en una trampa de baja capacidad para crecer".
Como resultado de la "trampa" del bajo crecimiento, "el PIB per cápita de hoy día en la región es ligeramente mayor que el de hace 10 años.
Las consecuencias de esta "trampa" son significativas:
- El PIB per cápita actual es solo "ligeramente mayor que el de hace 10 años".
- La pobreza detuvo su ritmo de reducción.
- Existe una baja tasa de creación de empleos.
- Se detuvo la tendencia a la reducción de la informalidad
Llamado a políticas de transformación productiva
Ante la persistente dinámica de bajo crecimiento y las nuevas condiciones de rivalidad geoeconómica, la Cepal ha hecho un llamado a la acción.
El alto funcionario de la Cepal subrayó que son necesarias "políticas de desarrollo productivo de mayor ambición". Estas deben combinarse con políticas macroeconómicas que logren movilizar más recursos hacia áreas cruciales como la innovación, la diversificación económica, la transformación productiva y la creación de "empleos de calidad".
Contexto: En el Paquete Económico 2026, la Secretaría de Hacienda estima un crecimiento del PIB de entre 1.8% y 2.8%, reflejo de un optimismo respecto al desempeño de la economía mexicana para el próximo año. Por lo que, en 2026, se dará continuidad al proceso de normalización gradual del déficit, con una disminución acumulada de 1.6 puntos del PIB respecto a 2024.
Esto quiere decir que, por tercer año consecutivo la recaudación tributaria alcanzará un máximo histórico de 15.1% del PIB en 2026.
Como resultado, el próximo año, se anticipa un crecimiento más sólido de la economía mexicana, impulsado por la fortaleza de la demanda interna, la posición estratégica del país en las cadenas globales de valor y menos incertidumbre en el ámbito comercial, por lo que, se estima que el crecimiento económico se ubique en un rango entre 1.8% y 2.8% real anual.
Para que las proyecciones económicas de la Secretaría de Hacienda se cumplan, los proyectos de inversión del gobierno deben atraer y complementarse con nueva inversión privada, por ello, el Plan México será clave para impulsar la economía nacional, al atraer más inversiones, generar empleos de calidad, modernizar la infraestructura y promover el desarrollo tecnológico, lo que permitirá avanzar hacia una economía más diversificada y responsable con el medio ambiente, según IMCO, Instituto Mexicano para la Competitividad.