ROBO A TIENDAS

Robos hormiga a comercios suben durante cuesta de enero

Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC, aseguró a La Silla Rota que los delitos en la "cuesta de enero" son directamente proporcionales a la presión económica y al desgaste del ingreso familiar, las deudas y las presiones financieras del inicio del año

Créditos: Imagen ilustrativa / Collage de especiales
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La llamada “cuesta de enero” no solo afecta el bolsillo de millones de familias, también golpea directamente a los comercios del país.

Según datos por integrantes del sector, los robos dentro del retail, supermercados y tiendas aumentan 10% en enero y febrero, justo cuando las personas enfrentan deudas acumuladas, falta de liquidez y un encarecimiento generalizado de productos.

Información del Inegi señala que el robo hormiga impacta a 60% de las PyMEs en la Ciudad de México, generando pérdidas anuales estimadas en 13 mil millones de pesos. Esta forma de delito menor, repetitivo y de baja cuantía, se ha vuelto una práctica cada vez más frecuente en meses posteriores a las fiestas decembrinas.

Según Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), este incremento está directamente relacionado con la presión económica que sufren las familias al inicio del año. Explica que después de diciembre, cuando “se les acaba el dinero y sólo quedan las deudas”, se multiplican los robos pequeños de artículos de higiene, alimentos, ropa y productos básicos.

Rivera detalla que estos delitos “son directamente proporcionales a la presión económica” y al desgaste del ingreso familiar: “Diciembre es una temporada de mucho consumo ropa, calzado, alimentos, regalos, cuando se acaba ya no alcanza el poder de compra. Entonces empiezan estos delitos menores, porque quien los comete considera que el riesgo es bajo”, alertó el representante.

Además, señala que muchos de estos robos se cometen incluso por niños pequeños, quienes toman dulces, chocolates u otros productos exhibidos a la mano, sin que los adultos intervengan. Esto ocurre, explica, porque “la mercancía está exhibida sin barreras” y porque muchas familias normalizan este comportamiento en medio de la precariedad.

Contexto: Las familias llegan a enero con ingresos limitados, pagos pendientes y precios altos, lo que reduce su capacidad de adquirir productos básicos. Esto genera un aumento en los robos pequeños. La llamada cuesta de enero es uno de los periodos más complicados para la economía familiar en México. Tras el gasto decembrino, millones de hogares inician el año con menos liquidez, más deudas y mayores presiones financieras.

Un fenómeno que puede escalar

El presidente de ANPEC advierte que el robo hormiga puede ser “el preludio” de delitos mayores. Cuando las familias enfrentan ingresos insuficientes, remesas a la baja y precios al alza, se incrementa la presión para “buscar cómo completar” los gastos, y eso puede derivar en robos en grupo o asaltos de mayor gravedad.

“El robo hormiga es instintivo, reflejo y muchas veces de oportunidad; pero puede escalar cuando la presión económica es muy fuerte”, sostiene Rivera.

Además, señala un deterioro adicional: la caída de remesas entre 6% y 8%, que afecta a cerca de cinco millones de hogares que dependen de estos ingresos, así como el envejecimiento de la fuerza laboral mexicana en Estados Unidos, donde ya no se pagan tantas horas extra como antes. Todo esto, asegura, deja a las familias con menos recursos para enfrentar enero.

Impacto directo en ventas y márgenes de las tiendas

El incremento de robos se da en un contexto donde las ventas ya están a la baja. Muchos consumidores optan por productos más económicos o de menor calidad, lo que afecta el ticket promedio y reduce los márgenes de ganancia de los pequeños negocios.

“Hay una precarización en el consumo. La gente compra menos y más barato porque es para lo que le alcanza”, comenta Rivera, quien afirma que esto ya golpea las ventas mensuales y los ingresos de los negocios.

Supermercados, tiendas de conveniencia, misceláneas, abarrotes y comercios de barrio enfrentan no solo mayores pérdidas por robo, sino una disminución de la rentabilidad, haciendo de enero y febrero dos de los meses más complejos del año.

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