El año 2026 se perfila como un periodo de transición y transformación, marcado por el surgimiento de una "nueva frontera" de inversión. Si bien la reanudación del ciclo de recorte de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) y la fortaleza continuada en los mercados globales sugieren un telón de fondo constructivo para la inversión y retornos sólidos en portafolios multi-activos, la ansiedad persiste, con muchos clientes reteniendo más efectivo que antes de la pandemia.
J.P Morgan Chase identifica tres fuerzas interconectadas y potentes que definirán el entorno de inversión: la dominación de la inteligencia artificial (IA), la fragmentación global y la volatilidad de la inflación. Estos elementos combinan la "promesa" de la productividad impulsada por la IA con la "presión" de un orden mundial fracturado y precios inestables.
La revolución de la IA: ¿una burbuja a punto de estallar?
Para el usuario moderno la pregunta central es si el auge de la IA es sostenible o si estamos a las puertas de una nueva burbuja tecnológica. El informe sostiene que, aunque los ingredientes para una burbuja están presentes, el riesgo de que se forme una en el futuro es mayor que el riesgo de estar en la cúspide de una ahora mismo.
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La tecnología es "transformadora" y el auge está ganando impulso, impulsado por la IA generativa. La inversión en infraestructura de IA se ha disparado: las grandes tecnológicas estadounidenses triplicaron su gasto de capital anual de 500 mil millones en 2026. Este gasto contribuyó más al crecimiento del PIB de Estados Unidos en 2025 que el gasto del consumidor.
El informe de J.P Morgan para 2026 by La Silla Rota
El análisis descarta la inminencia de un colapso argumentando que, a diferencia de burbujas históricas como el auge ferroviario o el de las puntocom, aún no se observa un exceso de capacidad. Las tasas de desocupación de centros de datos están en un mínimo histórico del 1.6%, y los componentes (computación, energía, centros de datos) son escasos en relación con la demanda. Además, en los mercados públicos, las empresas de IA han generado sus retornos completamente a través del crecimiento de las ganancias, no solo por la inflación de la valoración.
Sin embargo, la disrupción es innegable. Más del 60% de los trabajos en mercados desarrollados son vulnerables a la conmoción de la IA. A corto plazo, se espera que la IA mejore más trabajos de los que automatice o elimine, pero se prevé un dolor agudo en el mercado laboral en áreas expuestas como el servicio al cliente y la codificación.
La principal limitación a la expansión de la IA es la energía. Las empresas en Estados Unidos se enfrentan a un retraso de cinco años para añadir nueva generación de energía a la red existente, lo que convierte al gas natural y las renovables en fuentes críticas, y eleva la energía al estatus de prioridad de seguridad nacional.
Fragmentación global: seguridad antes que eficiencia
La era de la globalización sin fisuras ha sido sustituida por la fragmentación, que prioriza la resiliencia y la seguridad sobre la eficiencia. Este es un cambio de régimen significativo con implicaciones en el comercio, la seguridad y la moneda.
La desvinculación entre Estados Unidos y China es evidente, con la participación de las importaciones estadounidenses desde China cayendo del 22% en 2017 a solo el 12% actual. La imposición de aranceles es una característica permanente; hoy, los aranceles afectan a casi el 70% de las importaciones de bienes de Estados Unidos por valor, con una tasa efectiva que se acerca al 15% o 20%. Esta política de seguridad en las cadenas de suministro elevará el piso de la inflación, ya que los bienes ahora llevan una prima por confiabilidad.
El informe destaca oportunidades de inversión donde la seguridad, la energía y las cadenas de suministro convergen.
Hay una atención renovada en el corredor comercial de Norteamérica, buscando fortalecer lazos con México y Canadá (T-MEC). México, debido a su competitividad y proximidad, podría ser un destino principal para la inversión extranjera.
Tras la invasión a Ucrania, Europa está reconstruyendo su profundidad industrial, elevando los objetivos de gasto en defensa de la OTAN a cerca del 3.5% del PIB, un cambio que beneficiará a las empresas industriales y de equipos eléctricos.
La región se convierte en un actor pivotal, ya que posee recursos críticos para la economía global y la revolución de la IA. Chile y Argentina son líderes en reservas de litio, y la región concentra el 40% de la producción mundial de cobre.
La amenaza silenciosa de la inflación
La inflación ya no sigue el "viejo manual". Está estructuralmente más alta y más volátil que antes de la pandemia, lo que representa un riesgo significativo para la riqueza a largo plazo. La principal advertencia para las familias es que mantener grandes posiciones de efectivo en entornos inflacionarios puede socavar irreversiblemente la riqueza real.
Los motores estructurales de esta nueva inflación incluyen: la psicología corporativa y del consumidor (las empresas ajustan precios más rápido), persistentes déficits fiscales y una elevada riqueza de los hogares, y las crecientes brechas de capacidad, como la escasez de viviendas en Estados Unidos (un déficit de 3 a 4 millones de unidades desde la GFC).
Para mitigar el riesgo de inflación, los inversores necesitan un nuevo manual. El viejo paradigma de la correlación negativa entre acciones y bonos se rompió en 2022, cuando ambos cayeron significativamente debido al shock inflacionario.
La estrategia se centra en activos que tienen una correlación positiva con la inflación pero una volatilidad menor que las acciones. Estos incluyen:
- Materias primas (commodities): el gas natural y los metales críticos son importantes para la IA y la transición energética. El oro, en particular, se ha beneficiado como alternativa al dólar estadounidense, que se enfrenta a pruebas por la diversificación de reservas y la "militarización".
- Activos reales: infraestructura global e inmobiliario. La infraestructura ofrece flujos de caja contractuales resistentes a la inflación, impulsados por la demanda de energía y la modernización de la red.
- Estrategias alternativas: fondos de cobertura y alternativas líquidas, que pueden proporcionar rendimientos en entornos donde las acciones y los bonos caen simultáneamente.
En última instancia, si bien el repunte impulsado por la IA parece justificable y sostenible por ahora, la necesidad de un enfoque intencional y ágil en la planificación patrimonial es crucial para navegar por la presión de la inflación y el desorden global. El mayor riesgo para los inversores es no tener exposición a la tecnología transformacional de la IA.
Conclusión
La economía global de 2026 es como un barco de vela de alta tecnología (IA) que navega por aguas cada vez más turbulentas (fragmentación e inflación). Si bien el motor del barco es increíblemente potente, los vientos y las corrientes son impredecibles. Los inversores deben asegurarse de que su barco no solo tenga el mejor motor (exposición a la IA), sino también un ancla resistente y un equipo de navegación diversificado (activos reales y alternativos) para resistir la tormenta inflacionaria y las olas geopolíticas.
lrc
