El Banco de México (Banxico) incorpora la política fiscal dentro de sus análisis y pronósticos, por lo que, estiman que el aumento en las tasas impositivas del próximo año tendrá un impacto limitado, indicó el subgobernador del Banco Central, Omar Mejía Castelazo.
Durante su participación en el Foro económico: perspectiva y plan económico para 2025, organizado por la Universidad Panamericana, Mejía reconoció que las medidas fiscales del siguiente año tendrían un impacto de “una sola vez” en alrededor de dos puntos porcentuales de la canasta del Índice Nacional de Precios al Consumidor.
Explicó que las variaciones se observarían entre lecturas anuales de enero, pero que el efecto se disiparía al año siguiente. Según dijo, no se espera un impacto generalizado ni afectaciones extendidas entre diferentes grupos del índice, como suele suceder con cambios tributarios amplios.
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Al analizar la trayectoria inflacionaria, Mejía reiteró que el mandato del Banco de México es mantener la inflación general alrededor de 3%, y que el índice subyacente continúa siendo el mejor indicador de tendencia. Aunque ha mostrado persistencia, aseguró que no registra un cambio preocupante.
Entre los principales determinantes que influirán en la inflación el próximo año destacó una recuperación económica moderada, insuficiente para generar presiones de demanda, el comportamiento del tipo de cambio, que ha mostrado una apreciación superior al 12% en el año.
Además de factores internacionales que han debilitado al dólar frente a otras monedas, así como la influencia de la política monetaria pasada sobre los servicios, donde el ajuste ha sido más evidente.
Presiones inflacionarias se moderarán
De acuerdo con el subgobernador, lo anterior permite anticipar que la presión sobre precios seguirá moderándose en el horizonte relevante de la política monetaria.
Mejía subrayó que México mantiene un espacio fiscal favorable en comparación con economías emergentes con calificaciones similares. Señaló que la relación deuda/PIB del país es menor respecto a otras naciones comparables, lo que refleja una senda sostenible en la posición fiscal. Asimismo, aclaró que no es adecuado comparar a México con Estados Unidos, ya que su estructura económica y niveles de deuda son distintos.
Explicó que existen factores internacionales, incluida la incertidumbre de política económica y comercial en Estados Unidos, que influyen más en la trayectoria cambiaria que los elementos locales. Recordó que México opera con un tipo de cambio determinado por el mercado y que este actúa como un amortiguador natural frente a choques externos.
Diferencial de tasas con la Reserva Federal
Ante cuestionamientos sobre si el diferencial de tasas con la Reserva Federal seguirá reduciéndose, Mejía sostuvo que Banxico no tiene un objetivo específico sobre ese parámetro.
Indicó que el mercado ya incorpora la comunicación del banco central y las expectativas sobre tasas en Estados Unidos. Añadió que, ajustado por volatilidad, el diferencial mexicano sigue siendo atractivo frente a economías emergentes comparables.