Bruna es una monjita que vive en una ranchería en Querétaro. Ella podría pasar desapercibida en México, pero logró llamar la atención de directivos de Natura.
“El año pasado nos sorprendió una monjita, Bruna. Ella está en Querétaro y lo que hizo fue recuperar 30 toneladas de residuos. Cuando le preguntamos: ¿cómo lo hizo? Ella respondió que organizó a su comunidad en la iglesia, puso a todos a reciclar, coordinó quién llevaba los materiales y obtuvo recursos para su comunidad”, expresa Griscelda Ramos, directora de Sustentabilidad de Natura, a La Silla Rota.
La compañía de cosméticos lleva, desde hace cuatro años, un proyecto de reciclaje, en donde por cada 50 kilos que llevan las personas con su socio estratégico Ecolana, reciben un producto de la marca.
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Esa iniciativa forma parte de un concepto que Natura denomina movilización de la fuerza de ventas, con sus consultoras.
Dentro de la visión 2025-2050 de la firma de origen brasileño se pone énfasis en la regeneración social, es decir, cómo cuido lo que tengo ahora hacia el futuro.
“Cuando hablas de impacto ambiental vas a darte cuenta que son mujeres las que se movilizan…si impactamos positivamente la vida de una mujer, podemos impactar en la vida de 10 personas, eso es regeneración social”, comenta Ramos
De acuerdo con Natura, en la actualidad, por cada real de Ebitda hay 2.7 reales de impacto social, ambiental y humana.
Contexto: Natura fue fundada en 1969. Es una multinacional multimarcas y multicanala del sector de cosméticos, productos de belleza, higiena y cuidado personal en Latinoamérica, con una fuerza de más de 14 mil personas y una red de más de tres millones de consultoras de belleza en 14 países de Latinoamérica.
Huella ambiental
En la contribución global para un mejor mundo, Natura proyecta como un aspecto relevante para los siguientes años el ecodiseño.
“Es nuestro gran compromiso de que el 100% de nuestros productos de aquí al 2030 tengan una de las siguientes características: que sean reciclables, reutilizables o compostables”, comenta en la plática.
En sus proyectos, detalla la directiva de la compañía, en su plan se proyecta quitar el celofán a sus productos antes de 2030, lo cual parecería ser muy sencillo, pero se deben hacer ajustas a máquinas y a los procesos.
Sin embargo, dice, si le quitas el celofán a un perfume es como si le quitaras la magia y la primera reacción de las personas es que no es el mismo, que se le quita el lujo.
“Ya no es el mismo, ya no es prestige, ya no funciona igual, el mismo consumidor reclama a la consultora diciéndole: lo usaste”.
Sin embargo el aspecto era estamos quitando plástico en pro del planeta.
“Hoy tenemos una máxima. Ningún producto que sea de innovación a lanzamiento, tiene que tener una huella ambiental superior a la venta del anterior. Si voy a lanzar un nuevo labial, lo comparo con anteriores. Si tu innovación tiene huella ambiental a los superiores, no sale”, expone Griscelda Ramos, directora de Sustentabilidad de Natura.
La compañía expone que no realiza testeos de productos en animales.
Reciclaje de envases al 30%
Otro aspecto en favor del planeta es que el vidrio que se usa en los envases es 30% recicable.
“Hoy me encantaría decirte que el 100% de nuestro vidrio es reciclado, pero no es así, es hasta el 30%. Y eso es importante que lo digamos, porque en la medida que el consumidor se informe, pregunte, cuestione, investigue, empiece a ver diferentes opciones, vas a empezar también a hacer que las marcas nos movilicemos”, comentó.
En los compromisos de 2030, la compañía trabaja en una estrategia de retorno, en donde en alianza con organizaciones poder tener cadenas de reciclaje.
Un aspecto adicional es el trabajo en la recuperación de toneladas de residuos en general y concientización de la población que trabajan con SUEMA y recíclalo, en Baja California, Quintana Roo y la Ciudad de México.
“Con los recicladores, lo que estamos buscando, es que ellos puedan ayudarnos a recuperar los materiales y a reintegrarlos en la cadena de valor, es decir, darles un correcto destino y con terminen en un relleno sanitario o en el mar”, expresó.
Ramos expuso que actualmente, Natura no tiene producción local tan fuerte, para integrar las resinas en la cadena de valor, pero confían en que en 2026 o 2027 ya puedan integrar esos materiales en la cadena de valor.
La participación de Natura en este proceso es financiar los proyectos.
México sin economía de Ley Circular
“Contrario a países como Chile o Colombia, donde hay grandes cadenas de reciclaje ya estructuradas, en México no las tenemos. Esos países ya tienen una Ley de Economía circular que se implementa en todo el país, México no la tiene”, expuso.
Expuso que si se tuviera una legislación cuidada que los acompañe en el proceso se podría avanzar más rápido.
“Si solamente vas a cobrarle a las empresas el impuesto verde, pero el consumidor no tiene ninguna responsabilidad, el gobierno no tiene ninguna responsabilidad, la academia tampoco, pues estamos solos contra el mundo. La idea es unirnos todos”, expuso
Por tal razón, desde hace cuatro años formaron el Grupo Empresarial de Empresas por la Economía Circular (GEECI) conformada por 20 empresas del rubro, en donde buscan encontrar destinos y cadenas para los productos que ponen en el mercado.
“Encontrar para PET y vidrio ya es mucho más fácil, pero algo que llamamos plástico exótico que usamos mucho en temas de belleza, los de shampos de colores, los grises, blancos, verdes, todo este plástico que no es tan fácil de reciclar y no hay un mercado, estamos buscando cómo desarrollar esta cadena”, expuso.
De acuerdo con la visión 2025-2050 de la empresa que tiene más de 1,000 tiendas y franquicias diseminadas por Latinoamérica, ellos fueron la primera compañía de capital abierto en obtener la certificación de Empresa B por parte del B Lab, una organización internacional que reconoce negocios que combinan ganancias e impacto socioambiental positivo.
Energía limpia
En los procesos de Natura, también entra la generación de energía limpia en la planta Celaya, con una reducción de 60% en las emisiones de carbono, pero sin disminuir el consumo de energía, ya que se compra el suministro de energía limpia con un proveedor privado.
Y en su edificio central, ubicado en la Ciudad de México, están certificando las instalaciones con operación de energía LED.
En Cajamar, en Brasil, donde está la planta base, se trabaja con energías limpias. Así como en Belém do Pará, donde está la planta de jabones que también funciona con ese tipo de energía, sostiene.
“Para nosotros, el avance en energía limpias es un camino muy ambicioso para poner llegar al Net cero que es nuestro sueño para 2050”, manifestó.
Ramos concluye con este concepto: las empresas no van a cambiar solas, necesitan de todos.
“Y una parte muy importante es el consumidor”, sostiene.
