INFLACIÓN

“Las amas de casa ya no compran pechuga, optan por huacales y retazos”, afirman polleros

El Inegi informó que, en septiembre, los productos pecuarios tuvieron un crecimiento anual de 8.45%, más del doble del registro del índice Nacional de Precios al Consumidor que fue de 3.76%; comerciantes de pollo y carne reconocen que las amas de casa compran menos

Guadalupe Mendoza lleva 30 años vendiendo pollo. Aquí en su negocio en un mercado en la colonia JuárezCréditos: Jenifer Luna
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Ante el constante aumento en los precios de pollo y las carnes de res y puerco, las familias mexicanas están optando por reducir las cantidades que compran o cambiar sus hábitos de consumo.

Lorena Yerena Reyes, quien es comerciante, ha notado que el precio de la carne tiene aumentos diarios de entre 10 centavos y hasta 2 pesos.

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Ya no compramos pechuga, ya nada más compramos las piezas faltantes que es alas y huacales”, detalló Lorena.

Por su parte, la ama de casa María del Rocío Rojas dijo que la pechuga de pollo ha subido mucho de precio, lo que la llevó a comprar solamente retazo ya que es de las piezas más baratas de esa ave.

“Sí, como mucho pollo y caldito de patas como le digo, con verduritas”, compartió.

La ama de casa, Teresa Bautista, ha notado que el incremento en el precio de la carne se ha dado desde el año pasado.

Juan Carlos Anaya, director general del Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA), confirma que el aumento en los precios es una realidad en México derivada de una menor oferta de pollo, res y cerdo.

Contexto: de acuerdo con el Inegi, en septiembre, los productos pecuarios tuvieron un crecimiento anual de 8.45%, más del doble del registro del índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que fue de 3.76%.

Jenifer Luna

La gente compra menor cantidad

Ignacio Arroyo, carnicero con más de 35 años de experiencia, ha sido testigo de cómo sus clientes han reducido la cantidad de carne en sus compras, lo que ha ocasionado que sus ventas disminuyan en un 50%.

“Clientas que antes se llevaban kilo y medio de bistec se llevan tres cuartos o 300 pesos”, señaló.

Juan Carlos Anaya, director general de GCMA, explicó que el aumento de carne se debe a que el costo del ganado ha subido más del 30%, y aunque no se está transfiriendo al consumidor se está teniendo un impacto que hace que la gente en lugar de comprar un kilo de carne, compre medio kilo o 700 kilogramos.

Lo que ha observado es que en lo que va del año el precio del ganado ha subido en 30%, el precio en canal 21% y los precios al consumidor, de acuerdo al INEGI 17%.

Anaya detalló que la sequía que azotó en los años pasados por la falta de lluvia, adicional al tema del gusano barredor y que en Estados Unidos se han alcanzado los precios más altos de la historia, los costos en la carne de res se han elevado.

El carnicero Ignacio Arroyo comentó que lleva dos meses absorbiendo el aumento en el costo de los precios, que han sido de 50 centavos o de un peso, y maneja un precio de 260 pesos por kilo de carne para evitar “ahuyentar” al cliente.

La carne de puerco ya no es la opción más barata

Ignacio Arroyo aseguró que la carne de puerco también ha presentado un alza, pero espera que en diciembre tenga un repunte por la temporada decembrina.

A pesar de eso, sabe que las ventas pueden disminuir un 50% porque la gente ya no compra como antes.

“Hace unos 10 o 15 años, para el 24 de diciembre vendía unas 15 o 20 piernas, pero desde la pandemia solo he vendido entre dos y tres piernas”, explicó.

Juan Carlos Anaya agregó que México solo esta produciendo un 48% de ganado porcino, y si a eso se le añade el tema de las enfermedades que ha ocasionado huecos y mortandad, los precios de cerdo tienen un costo promedio de 247 pesos el kilo.

Para Lorena, comprar carne de puerco ya no es la opción más barata ya que percibe que el costo es el mismo sin importar el tipo de carne.

Ya no más pechuga de pollo

Guadalupe Mendoza, quien lleva 30 años vendiendo pollo, ha visto que el precio del ave ha tenido variaciones alrededor del año, siendo de entre tres y cuatro pesos.

Expone que el kilo de pechuga de pollo tiene un costo de 160 pesos, pero los precios los deben mantener, para no perder clientela.

"Nos tenemos que mantener. Si le subes, aunque a ti te suban lo tienes que mantener, porque la gente lo primero que te preguntan es el precio. Ahora buscan el precio, ya no la calidad", expresó.

Juan Carlos Anaya resaltó que, aunque el precio del pollo ha tenido una caída, todavía está por encima del precio que se tenía anteriormente.

Lorena, por su parte, ha optado por dejar de comprar pechuga de pollo y solo compra alas y huacales que es lo más barato.

Rosa Sánchez, comerciante, ha visto un incremento importante en el precio de pollo, más que nada en la pechuga que antes le costaba 120 y ahora ya le cuesta entre 150 y 170 pesos.

Ella, que maneja una tortería, solo sube sus precios dos veces al año, así que ha tenido que absorber el alza en los productos.

“Pero nos hemos mantenido, de algún modo sacrificándonos como comerciantes porque también vemos la necesidad de los clientes”, explicó.

¿Calidad o cantidad?: los consumidores priorizan el ahorro

Los pequeños empresarios Ignacio y Guadalupe coincidieron que los consumidores actualmente buscan los precios más bajos, dejando de lado la calidad de los productos.

Ignacio reconoce que para él es difícil competir con las ofertas de los grandes centros comerciales y que, aunque la calidad es diferente, la gente prefiere comprar ahí.

“Todo mundo busca ahorita lo que es la economía, ya no busca muchas veces la calidad, busca la economía”, concluyó.

Guadalupe Mendoza comentó que, aunque le suban el costo, él debe mantener los precios porque la gente le pregunta en cuanto esta y si lo encuentra en otro lugar más barato lo compran ahí.

“La gente ya no se fija en la calidad, busca el precio”, indicó Guadalupe.

¿Qué se espera para el siguiente año?

Juan Carlos Anaya señaló que para el siguiente año el Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas no ve una reducción significativa en el costo de los productos.

El año pasado, el sector de frutas y verduras presentó inflaciones del 12 al 14%, que tuvieron que ver con la estacionalidad de la producción y este año cayó un 4%.

En el tema de alimentos observó que el precio del trigo ha caído un 20%, pero los productos derivados tendrán aumentos por otros costos que tienen las industrias y la cadena de producción.

En el caso de la tortilla, la inseguridad que viven las tortillerías afectaría a los precios.

¿Por qué esto es importante?        

El impacto del aumento en los precios de la carne refleja cómo la inflación y los problemas en la cadena de suministro están afectando directamente la economía familiar de los mexicanos.

Eso, además de modificar los hábitos de consumo, muestra las dificultades que enfrentan productores, comerciantes y consumidores. (Con información de José Manuel Arteaga)