“Es muy fuerte, son los ahorros de toda mi vida, para que en cinco o diez minutos te digan que ya no tienes nada”, relata Bernardino Ávila Hernández, de 80 años, quien metió los ahorros de toda su vida en la Sofipo Consejo de Asistencia al Microemprendedor (CAME). Hoy no sabe qué va a pasar con el dinero que tenía destinado para su atención médica y cuidados de su vejez.
“Ese dinero yo lo estaba juntando para cuando ya no pueda moverme; ocupar ese dinero para medicamentos, incluso le había dicho a mi esposa que con eso tenemos para que nos vea una enfermera y no dar muchas molestias a nuestros familiares y ahora con esto que me pasó me dan ganas hasta de quitarme la vida”, comentó en Bernardino en entrevista con La Silla Rota.
Bernardino Ávila es uno de los 169 mil ahorradores afectados, por lo que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha denominado quiebra de una de las Sociedades Financieras Populares (Sofipo) más grandes del país, aunque los afectados aseguran que no se trata de una quiebra, sino de un fraude.
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Con la respuesta que ha dado la CNBV el 99.5% de los clientes recibirán el seguro de depósitos que los protege de casos como éste, por un monto aproximado de 219 mil pesos, pero Bernardino en CAME tenía ahorros por dos millones 380 mil pesos.
“La CNBV nunca nos quiso recibir, hemos enviado una carta a la presidenta y no hemos recibido respuesta, el 19 de septiembre recibimos una nota de que ya iba a estar el seguro, pero 220 mil pesos para casi dos millones y medio, no es justo”, lamentó Bernardino.
CAME dejó de reportar a las autoridades desde enero, en marzo comenzó a cerrar sus sucursales dejando sin acceso a sus recursos a miles de clientes, pese a que esta situación fue denunciada desde ese entonces, la CNVB actúo hasta junio.
Ávila Hernández cuenta que él se dio cuenta de esto el 01 de abril, cuando iba a pagar la colegiatura de su nieta, pero su tarjeta ya no tenía fondos.
“Iba a pagar la colegiatura de mi nieta y me dijeron que la tarjeta no tenía fondos, después fui a una tienda y lo mismo y llamé a la sucursal, pero no me contestaron, después me dijeron que la aplicación estaba en mantenimiento, pero pasaron semanas y nada. Fuimos a la sucursal, pero nuestra sorpresa fue que el edificio ya estaba en renta”, relató.
Bernardino cuenta que ya no tiene fuerzas ni ánimos para seguir con este proceso que se ha tornado tortuoso y que ha estado marcado por el silencio de las autoridades, por lo que su hija Edna Ávila se ha vuelto su representante y quien ha decido tocar puertas y manifestarse para obtener justicia para su padre.
Contexto: CAME acumuló meses con una situación financiera complicada, en enero de 2025, dejó de entregar sus informes financieros a la CNBV, además, al cierre de 2024 reportó un nivel de capitalización de 102%, por debajo del requerimiento regulatorio de 130%, lo que la colocaba en categoría 2 dentro del esquema de supervisión regulatoria.
Y hasta el año pasado los depósitos de los clientes rondaban los 1,599 millones de pesos.
Autoridades responden con silencio
Edna cuenta que a finales de abril fue un grupo pequeño de ahorradores que a penas comenzaban a conocerse a la CNBV para solicitar la intervención inmediata, pero el titular no quiso atenderlos, los atendió Armando Martínez Ramírez, director General de Supervisión de Sociedades Financieras Populares, quien les dijo que “no sabían nada”.
Los ahorradores se manifestaron y se organizaron, con lo que consiguieron abrir mesas de trabajo en la Secretaría de Gobernación y con la Fiscalía, en donde entregaron la solicitud de intervención y el plan de reestructura, pero “jamás quisieron tomar nuestro plan de reestructura”, comentó Edna Ávila.
“Desde el 14 de abril empieza esta agonía de estar yendo a todos lados, la presidenta ha dado dos menciones en la mañanera, dijo que Edgar Amador, titular de Hacienda, y que Rosa Isela, secretaria de Gobernación, están tomando nuestro caso, pero es mentira, ellos dos jamás nos han querido dar la cara. También dijo que el dinero está protegido, pero eso tampoco es verdad”, reclamó.
Edna Ávila recrimina que nada de esto hubiera pasado si las autoridades hicieran su trabajo, en este sentido indicó que el seguro que ofrecen las autoridades no cubre el daño económico ni patrimonial, además de moral, físico y emocional.
“Mi papá era una persona muy saludable, pero a raíz de esto cada vez los vemos más triste, cada vez más va al doctor y está peor”, lamentó la hija de Bernardino.
Preocupa cartera vencida de Sofipos
Carlos Marmolejo, director ejecutivo de la Sociedad Financiera Popular (Sofipo) Finsus, dijo a La Silla Rota que el caso de CAME no ha contaminado al sector, pero que preocupa el alto nivel de cartera vencida que tienen estas entidades.
“La mayoría de las Sofipos están prestando al consumo con tasas muy altas, eso no es sano para la población ni para las instituciones financieras, si bien cobran tasas muy altas que les permiten cubrir sus carteras vencidas, generas una distorsión en el mercado”, advirtió Marmolejo.
El directivo dijo que la cartera vencida de Finsus es de 2%, frente al 11% que promedian las Sofipos que operan en el país, y de acuerdo con datos de la CNBV es la más alta dentro del sistema financiero.
Las Sofipos son muy atractivas para los ahorradores porque dan tasas de rendimiento de hasta doble dígito y por encima de la de referencia del Banco de México.
“No metan su dinero en ninguna Sofipo, está comprobado que año con año, una o dos quiebran, la gente pierde su dinero”, instó Edna Ávila.