La partida presupuestal que existe en la actualidad para el Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden) resulta insuficiente ante desastres naturales, exponen expertos de México Evalúa y el Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP).
Inclusive, consideran que México debería de regresar al esquema en donde el Fonden era administrado por un fideicomiso, por transparencia y agilidad en la disponibilidad de los recursos.
La Silla Rota consultó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para ver si se va a aplicar el seguro para catástrofes, el cual tiene una cobertura de 5 mil 400 millones de pesos, pero hasta el cierre de esta edición, no se tuvo respuesta.
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Contexto: México enfrenta, actualmente, devastación en Veracruz, Puebla, Hidalgo y Querétaro que han dejado, hasta el momento, la muerte de 64 personas y 100 mil casas afectadas.
Durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el Fonden fue eliminado bajo el argumento de que los gobiernos en turno se robaban los recursos y había actos de corrupción. En septiembre de 2021, López Obrador declaró que se eliminó el FONDEN porque era un “barril sin fondo” del que “funcionarios se robaban millones de pesos en cada emergencia”.
Presupuesto limitado
Jorge Cano, coordinador del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa y César Augusto Rivera de Jesús, investigador en energía y medioambiente del Centro de Investigación, Económica Presupuestaria (CIEP), argumentan que, ante los desastres en Veracruz, Puebla, Hidalgo y Querétaro, hace falta revitalizar el Fonden del pasado.
“Actualmente, lo que tenemos es una línea presupuestaria en el ramo 23 de Provisiones Salariales y Económicas, que extrañamente se sigue llamando Fonden aunque ya no existe este fideicomiso. Esta línea presupuestaria cuenta para 2025 y 2026 con cerca de 19 mil 500 millones de pesos, esto ya se antoja como un presupuesto bastante limitado, tomando en cuenta que algunos desastres naturales como Otis o algunos que sucedieron en los 90’s o en el 2000, han llegado a costar entre 30 mil y 50 mil millones de pesos en daños, entonces está limitado ese presupuesto”, expone Cano, de México Evalúa.
Para 2026, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación contempla una partida de 19 mil 430 millones de pesos.
César Augusto Rivera del CIEP añade que el actual Fonden al ser un programa presupuestal, si bien tiene asignado un gasto, se tiene que ajustar a lo que se le asignó para ese año y si se llega a rebasar, pues hay que depender de lo que tenga que otorgar la Secretaría de Hacienda.
“Ante esto, si son montos muy altos, probablemente son recursos que no contemplabas, entonces los montos tendrías que recortar de programas presupuestales, de otros ramos para poder tenerlo o endeudarte. Son situaciones que al final son más más complicadas”, asevera.
Agrega que, en los presupuestos aprobados de 2022, 2023 y 2024, no se ejerció nada.
“Y si nosotros nos vamos para el 2020, el presupuesto que se tenía aprobado era de 4 mil 567 millones de pesos. Sin embargo, ese mismo año se tuvo que realizar un ejercicio del gasto por 37 212 millones de pesos, es decir, que se superó lo que se tenía aprobado y en ese año sí se ejerció”, destaca.
Ante este hecho, menciona que puede haber una partida, pero no es suficiente y se tiene que alargar o se tiene que hacer un sobreejercicio de lo aprobado.
“Entonces, creo que para esta situación probablemente podría estar muy por debajo de lo de lo necesario dado lo que hemos estado viendo en la situación en cómo están los estados. Entonces, es muy probablemente que de esto tengan que ser aprobado se va a tener que tener un incremento en el gasto en infraestructura”, expone.
Recursos más rápidos
César Augusto Rivera del CIEP agrega que en el fideicomiso del Fonden, los recursos eran liberados en forma ágil, en cuanto sucedía la devastación.
“En la ventaja del fideicomiso, podías disponer más rápido y los montos podían crecer en comparación con lo presupuestal… los recursos eran de disponibilidad mucho más eh fácil, es decir, pasaba la situación y comenzaba el proceso”, enfatiza.
En el viejo Fonden, los recursos se ahorraban
Cano comentó que fue una gran pérdida la eliminación del Fonden, porque no sólo fue el hecho de ya no contar con un ahorro, porque si no había desastres, los recursos se ahorraban.
“Una de las mayores pérdidas fue la gobernanza en el presupuesto, ya que cuando existía el Fonden, también existía una disposición de que tenía que recibir un fondeo del 0.4% del gasto programable. Si se hubiera mantenido esa disposición, la línea presupuestaria que se tendría que estar inyectando en 2025 y 2026 ascendería a casi 28 mil millones de pesos, prácticamente 10 mil millones de pesos más”, enfatiza.
Perdimos la parte de una garantía presupuestaria, expone, pero también al no tener el Fonden, los ahorros que se pudieron haber tenido en años pasados, más los rendimientos financieros que se pudieron haber generado, ya no se tienen.
César Augusto Rivera de Jesús, investigador en energía y medioambiente del CIET, agrega que es necesario regresar al esquema que se tenía de Fonden, porque se podría ir acumulando recursos en comparación a lo que existe en la actualidad, porque al final son programas presupuestales y ahí funcionan de manera distinta.
¿Por qué es importante el Fonden?
El Fondo de Desastres Naturales (Fonden) fue, durante más de dos décadas, la herramienta financiera más importante del Estado mexicano para atender emergencias derivadas de desastres naturales —huracanes, sismos, inundaciones, incendios, entre otros. Su importancia radicaba en tres funciones esenciales: rapidez, previsión y transparencia.
Antes de su eliminación en 2020, el Fonden operaba como un fideicomiso, es decir, un fondo con recursos ya disponibles en una cuenta separada del presupuesto anual.
Esto permitía liberar dinero en horas o días después de un desastre, sin esperar la aprobación de Hacienda ni una reasignación presupuestal.