CÁRTEL DE SINALOA

El Cártel de Sinaloa sigue llevando fentanilo a EU: NYT

El reportaje subraya la complicidad de un agente de la patrulla fronteriza de EU para permitir el paso de la droga

Tráfico de fentanilo.Cárteles ocultan paquetes pequeños en vehículos o equipajes para contrabandear la droga a EUCréditos: Cuartoscuro
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Pese a los operativos que los gobiernos de México y Estados Unidos han lanzado contra el tráfico de fentanilo, esta droga, a la que se atribuye la muerte de 84 mil estadounidenses en 2024, el Cártel de Sinaloa sigue ingresando esa droga a EU, apoyado en una vasta red de “mulas”, vigilantes y autoridades cómplices de acuerdo con una investigación del diario The New York Times.

El reportaje difundido este sábado en la versión en línea del periódico arranca con la descripción de la manera en que se empaqueta la droga en un taller de Culiacán, Sinaloa, el tránsito del vehículo hacia el norte hasta el cruce en Nogales, Sonora, ciudad fronteriza con Arizona, y el trayecto final del narcótico hasta California, donde se vende en las calles.

Debido al conflicto al interior del Cártel que se disparó tras el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, así como de la persecución que ha lanzado el gobierno mexicano, la organización ha tenido que echar mano de sus vastas reservas de efectivo, han recortado sus nóminas y redirigen algunos de sus cargamentos hacia Europa, señala la investigación.

Cargamentos más discretos

Debido al refuerzo de la vigilancia, los decomisos han aumentado por lo que los cargamentos ya no son masivos, sino en pocas cantidades y el cártel busca la manera de ocultarlos lo mejor posible, en autos comunes, nada ostentosos, para no atraer demasiado la atención de las autoridades.

Los periodistas documentaron cómo los traficantes introdujeron seis kilos de fentanilo dentro de un tubo soldado en el marco de la puerta para se produjera un sonido hueco en el caso de que un agente golpeara la puerta esperando encontrar un paquete con droga.

“A veces lo colocamos en la parte de tanque de gasolina, a veces en el motor, o en la carrocería, o sea, varía pues”, dijo el mecánico colaborador del grupo criminal encargado de diseñar los compartimentos para ocultar la droga.

Antes de colocarse en el depósito, el fentanilo, envuelto en papel aluminio, fue rociado con una mezcla de líquidos que despedía un olor a cloro.

La siguiente parte de la operación entraña recorrer los 800 kilómetros que separan Culiacán del cruce fronterizo de Nogales. La primera previsión que toma el Cártel de Sinaloa es acompañar al auto “cargado” con otro que revisa si hay puntos de vigilancia distintos a los que ya se conocen y avisa de cualquier peligro.

“Incluso esos controles estaban previstos. Según los integrantes (del Cártel), los sobornos suelen acordarse en al menos cuatro puestos militares mexicanos entre los estados de Sinaloa y Sonora. Los soldados dejan pasar al conductor designado con la carga intacta, ya que el peaje ya está pagado.

En un momento dado, según relató el conductor, se detuvo la marcha a causa de un ‘retén militar mexicano que no estaba allí antes’. El cártel tuvo que ‘resolver ese pequeño problema’ con un soborno”.

El encargado de transportar la droga dijo a las periodistas que cerca de Nogales, a unos 80 kilómetros del destino, la ciudad de Tucson, recibió una llamada de sus jefes, quienes le advirtieron que había problemas porque las autoridades sabían que el cargamento iba en camino, por lo que ordenaron esperar hasta que el asunto se resolviera.

Luego de una espera de tres días, vino la señal de que el problema estaba resuelto y el traslado se reanudó.

Un agente de Estados Unidos, colaborador de los narcotraficantes, dio la voz de alerta.

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Las autoridades cómplices

El conductor dijo a las periodistas que el agente que había aceptado permitir el paso de la droga recibiría miles de dólares adicionales por la advertencia, además del pago original acordado por permitir la entrada de la droga a la ciudad de Nogales, Arizona.

La manera de operar coincide con la descripción que las autoridades de EU hacen del traslado de la droga en los laboratorios de Sinaloa hacia la frontera.

La publicación recuerda el caso del agente Manuel Pérez, de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), quien en abril fue detenido porque permiría el paso de drogas y personas por su puesto en El Paso, Texas.

Cuando las reporteras preguntaron a CBP si conocían de casos de corrupción en sus filas, la agencia respondió al diario que “los agentes y oficiales de la CBP arriesgan sus vidas para defendernos todos los días”.

Una vez que volvió a México, el encargado de transportar el fentanilo dijo a las periodistas que entregó su carga en Tucson, como estaba planeado.

“El conductor dijo que todo había salido bien gracias a cómo se había organizado. “El cruce estuvo tranquilo”.

Tráfico de fentanilo: Archivo LSR

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Cifras del tráfico de fentanilo a EU

Contexto: entre 2019 y 2024, autoridades de Estados Unidos decomisaron más de 26,000 kilogramos de fentanilo en la frontera con México, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) citados por La Silla Rota. El 88 por ciento de las incautaciones ocurrieron en puertos de entrada, principalmente en California, Arizona y Texas.

Informes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) indicaron que el fentanilo es un opioide sintético con potencia hasta 50 veces mayor que la heroína. Un kilogramo puede producir hasta medio millón de dosis y generar ingresos que superan los 600,000 dólares en el mercado minorista de ese país.

El costo estimado de producción en México ronda los 800 dólares por kilogramo, considerando la compra de precursores químicos importados desde Asia. El transporte hacia Estados Unidos ocurre en vehículos particulares, con cargamentos de entre 5 y 15 libras para reducir pérdidas en caso de decomiso.

El informe National Drug Threat Assessment 2024 de la DEA señaló que el consumo de fentanilo en Estados Unidos afecta a diversos grupos de población, con mayor prevalencia en personas de 18 a 45 años. En 2023, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) registraron más de 74,000 muertes vinculadas a sobredosis de opioides sintéticos, principalmente fentanilo.

Las autoridades estadounidenses mantienen campañas de prevención y aumentan los recursos de detección en la frontera, aunque el volumen total de tráfico sigue en niveles altos debido a la demanda sostenida en el mercado interno.

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Este tema es relevante porque el tráfico de fentanilo representa un desafío binacional que combina seguridad, salud pública y economía ilícita.

Su alta rentabilidad incentiva a organizaciones criminales a sostener la producción y el trasiego, mientras su bajo costo y potencia amplifican el riesgo de sobredosis masivas.

La magnitud del flujo transfronterizo obliga a ambos países a coordinar políticas de control, prevención y tratamiento, ya que el problema trasciende el ámbito policial y requiere estrategias integrales para reducir la demanda y el impacto social.

VGB