En los últimos años, México ha librado una batalla contra la apropiación cultural en algunos diseños e incluso artesanales por parte de grandes marcas de moda, el más reciente caso las sandalias “Oaxaca Slip-On” de Adidas, acusadas de replicar sin autorización los huaraches zapotecos de Yalalag.
El caso de Adidas se suma a otras marcas de renombre nacional e internacional que han diseñado prendas utilizando elementos culturales de pueblos indígenas de manera indebida. A continuación te presentamos los casos más polémicos.
Carolina Herrera y los bordados
En 2019, la Secretaría de Cultura de México acusó a la famosa diseñadora venezolana, Carolina Herrera de apropiación cultural por incorporar, sin permiso, bordados propios de las comunidades de Tenango de Doria, Hidalgo, el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y el sarape de Saltillo, Coahuila en su colección Resort 2020.
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El aquella ocasión, el gobierno mexicano envió una carta formal solicitando una explicación y destacando la falta de reconocimiento y participación de las comunidades involucradas.
Zara replicas de huipil
En 2021, Zara la cadena de moda de española perteneciente a Grupo Inditex y fundada por el empresario Amancio Ortega y Rosalía Mera, fueron denunciados en 2021 por usar sin autorización diseños indígenas (mixtecos, mixes, zapotecos) en sus prendas.
Además de Zara otras marcas como Anthropologie y Patowl fueron señaladas de apropiación cultural, en una carta la entonces secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero de haber replicado varias prensas con diseños de artesanos indígenas de la región de Oaxaca.
Frausto Guerrero destacó que la firma Zara había hecho un vestido midi bordado basado en los símbolos ancestrales y los vestidos tradicionales “huipil” producidos en San Juan Colorado, Oaxaca, una prenda en donde los artesanos pueden tardar hasta un mes en fabricarlos.
Mientras que en el caso de Anthropologie y Patowl se trato de bordados en pantalones y blusas usados por las comunidades Mixe y zapotecas en Oaxaca.
En estos tres casos, solo la firma Zara destacó tener respeto por las comunidades indígenas de México y agregó que de ninguna forma los diseño se hicieron de forma intencional tomó influenció por el arte del pueblo mixteco
Pineda Covalin bordados en bolsos
En 2014, la marca mexicana Pineda Covalin fue acusada de usar diseños tradicionales de bordado sin autorización para crear una línea de bolsos con motivos indígenas sin procesos de colaboración directa o reparto justo de beneficios.
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Otras empresas señaladas
En 2022, la prestigiosa marca estadounidense Ralph Lauren que comercializa productos como ropa, accesorios y fragancias fue acusada por copiar textiles de Tlaxcala y Saltillo.
Lo mismo la marca Shein denunciada en 2022 por usar diseños mayas de Yucatán, Campeche y Quintana Roo sin retribución.
En 2020, la diseñadora francesa Isabel Marant generó controversia por copiar patrones purépechas y aunque ofreció disculpas públicas, la modista dijo a la cadena BBC que “rendiría homenaje a las nuestras fuentes de inspiración” en el futuro.
Estas controversias han puesto sobre la mesa no solo el debate ético sobre el respeto a la identidad colectiva, sino también la urgencia de fortalecer los marcos legales que garanticen el reconocimiento y la retribución justa a las comunidades creadoras.
En este marco en 2024 se aprobó una reforma constitucional que reconoce los derechos culturales y la propiedad intelectual colectiva de los pueblos indígenas.
¿Por qué es importante el tema de la apropiación cultural?
En esta sintonía, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno trabaja en la elaboración de una nueva ley con el fin de fortalecer la protección del patrimonio cultural de los pueblos indígenas y afromexicanos. Esta legislación buscará prevenir el uso de elementos culturales sin autorización de las comunidades.
Uno de los objetivos será garantizar condiciones de comercio justo para las artesanías y obras de arte popular indígena. También establecerá mecanismos más claros para la protección de la propiedad intelectual colectiva.
La propuesta contempla sanciones específicas para los casos de uso indebido del patrimonio cultural. Incluirá no solo elementos arqueológicos, sino también expresiones creativas actuales desarrolladas por los pueblos originarios.
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La presidenta mencionó que este esfuerzo se vincula con el movimiento “Original”, impulsado por la Secretaría de Cultura desde hace varios años. Este programa busca generar conciencia en las comunidades artesanales sobre la protección de sus creaciones.
kach