El ex presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, advirtió que México que una reforma electoral diseñada sin deliberación pública y sin consensos podría consolidar un modelo hecho a la medida del gobierno en turno y significar una regresión autoritaria.
En entrevista, el académico y exconsejero electoral se mostró poco optimista sobre la comisión legislativa que analizará cambios al sistema electoral, al estar integrada “solo por gente del gobierno”. No obstante, planteó dos reformas que considera urgentes e irrenunciables:
Sostuvo que es urgente traducir el porcentaje de votos al mismo porcentaje de escaños en la Cámara de Diputados y el Senado, para que la diversidad política del país esté fielmente representada.
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Además se debe ampliar la representación proporcional en el Senado, por ejemplo, eligiendo cuatro senadores por estado bajo ese principio, para reflejar la pluralidad política en cada entidad.
“A la Comisión Nacional de Derechos Humanos prácticamente la inutilizaron al poner una correa de transmisión del gobierno en su dirección y así, es decir, cuando alguien habla de que puede haber una regresión autoritaria, pues creo que lo correcto sería decir que esa regresión autoritaria ya empezó y que puede culminar con una reforma electoral pues digamos diseñada para beneficiar a quien hoy gobierna.”, advirtió.
Woldenberg rechazó la elección por voto popular de consejeros electorales y magistrados, señalando que esta fórmula, ya probada en la designación de jueces y ministros, obliga a los aspirantes a buscar apoyo de partidos políticos, lo que mina su independencia.
“Lo que necesitamos son consejeros electorales y magistrados en los tribunales que sean independientes, que estén por encima de las funciones de los partidos y del gobierno, que puedan dar garantías de imparcialidad a todos y eso no se construye politizando la fórmula de elección de consejeros y magistrados.
"Yo creo que después de la experiencia de que acabamos de vivir en relación a al poder judicial, sería realmente bochornoso, triste y muy preocupante que se insistiera en esa fórmula de elección de consejeros y magistrados que acabarían siendo correas de transmisión del poder público”, explicó.
El ex consejero recordó que las reformas electorales de 1994, 1996, 2007 y 2014 se lograron por consenso entre todas las fuerzas políticas, algo que considera indispensable rescatar.
“La reforma electoral no es una más; define las reglas de convivencia y competencia política. Lo peor que le puede pasar a México es una reforma excluyente, hecha solo por una mayoría momentánea para excluir a las minorías”, señaló.
Sobre quiénes deberían participar en la construcción de un nuevo modelo, Woldenberg fue claro en que si en realidad quieren construir una reforma con miras a mejorar el sistema electoral deben estar en el debate organizaciones civiles, académicos, periodistas, partidos, legisladores y gobernadores, entre otros.
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Finalmente, lanzó un mensaje directo a quienes impulsan cambios de fondo al recordarles que llegaron al poder gracias al sistema que se ha construido en el país a lo largo de estos años.
“La actual coalición gobernante llegó al poder gracias al modelo electoral vigente. Me preocupa que quieran destruir la escalera que usaron para que nadie más pueda competir con ellos”, dijo.
lrc