La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México ha reportado avances significativos en la asistencia a sus ciudadanos en Florida, destacando el reciente caso de liberación de detenidos y el monitoreo continuo de procesos migratorios.
Roberto Velasco Álvarez, el Jefe de la Unidad para América del Norte de la SRE , informó que los hermanos González, que se encontraban detenidos en el centro conocido como “Alcatraz de los Caimanes” ya han regresado a México .
Según su comunicado, los jóvenes se encuentran en México sin cargos y con sus documentos vigentes . Velasco Álvarez, quien es abogado de la IBERO_Mx y maestro en políticas públicas por la UChicago , reconoció la ardua labor de los Consulados de México en Orlando y Miami en este caso.
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El Cónsul de México en Orlando, Juan Sabines Guerrero, fue quien proporcionó la información sobre la situación de los hermanos .
La exitosa liberación no solo fue el resultado del esfuerzo consular, sino también del trabajo conjunto de una abogada del Programa de Asesorías Legales Externas y aliados de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA).
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El diálogo con autoridades locales y federales fue clave para permitir la salida voluntaria de los jóvenes este fin de semana.
La SRE ha enfatizado su compromiso continuo con los ciudadanos mexicanos. Por órdenes de la presidenta Claudia Sheinbaum y el canciller De la Fuente, la Secretaría permanece atenta a los mexicanos que aún están detenidos en “Alcatraz de los Caimanes”.
El objetivo es monitorear que sus procesos migratorios se realicen de acuerdo al debido proceso y respeten la dignidad humana.
Para la atención de sus connacionales, el Consulado de México en Orlando (@ConsulMexOrl) tiene una amplia cobertura de 48 condados de Florida .
Por su parte, el Consulado de México en Miami (@ConsulMexMia) se ubica en 2555 Ponce de León Blvd, 4º. piso, Coral Gables, FL 33134 . Este último ofrece citas gratuitas a través de WhatsApp al +1(424) 3090009 y cuenta con una línea de emergencias al (305) 9791534 .
Catorce mexicanos detenidos en "Alligator Alcatraz"
Catorce migrantes mexicanos están viviendo un auténtico infierno en el centro de detención conocido popularmente como "Alligator Alcatraz", una instalación erigida rápidamente en los pantanos de Florida, Estados Unidos, que ha sido calificada como un "monumento de excesiva crueldad" y un "campo de confinamiento".
Las condiciones de reclusión, que incluyen temperaturas sofocantes, escasez de alimentos, falta de atención médica y acceso restringido a la defensa legal, han provocado la indignación de congresistas, abogados y organizaciones de derechos humanos. Todo ello, ante la indiferencia del gobierno de EU, bajo el mando de Donald Trump.
Una detención arbitraria: el caso de los hermanos González
La dramática situación de los 14 connacionales en "Alligator Alcatraz" se ejemplifica con el caso de los hermanos Carlos Martín y Alejandro González.
Carlos, de 26 años, se encontraba de vacaciones en Orlando con una visa de turista vigente tras el fallecimiento de su madre. Fue detenido el 7 de julio por una infracción de tránsito menor: conducir un vehículo sin registro válido. Pese a que se pagó la fianza por esta falta, fue enviado a "Alligator Alcatraz".
Su hermano, Alejandro, quien está casado con una ciudadana estadounidense, acudió al centro de detención para pedir información sobre Carlos y fue aprehendido en el acto y retenido en la misma prisión.
El padre de ambos, Martín González, ha denunciado la situación: "Fue una situación menor por la cual se pagó una fianza y bueno, ya ese cargo quedó eliminado, pero, pues decidieron ponerlos en ICE, y ellos no están bajo custodia de ICE, siguen bajo custodia del gobierno de la Florida".
Añadió que, para él, la única razón de su detención es "porque no son ciudadanos americanos".
El cónsul de México en Orlando, Juan Sabines Guerrero, se reunió con Martín González y confirmó las posibles violaciones a los derechos civiles de los hermanos.
La abogada asignada por el consulado, Andrea Reyes, advirtió que al no pertenecer la prisión al gobierno federal (ICE) sino al estado de Florida, los detenidos no cuentan con un número de "alien" ni de caso, lo que les impide un acceso adecuado a la defensa y un juicio justo.
Lo peor, es que pese a que Martín González ha confirmado que sus hijos, “desesperados” por su estadía en el centro de detención, desean regresarse a México lo más pronto posible, la falta de respuesta de las autoridades de EU, se los ha impedido.
"Quisiéramos que nos dieran alguna respuesta a esta situación para poder agilizar su regreso a casa, pero no hay respuestas por parte del Gobierno de Estados Unidos, ni del de la Florida", lamenta.
Un "campo de concentración" con condiciones extremas
Contexto: Las denuncias sobre las condiciones en "Alligator Alcatraz" son alarmantes y se repiten en numerosos testimonios.
La congresista Debbie Wasserman Schultz, tras su visita el 12 de julio, describió un calor "brutal", "abrumador", "del que no se podía escapar", con termostatos que marcaban 85 grados Fahrenheit (29.4°C) dentro de las tiendas de campaña donde están los inmigrantes.
Los detenidos, hasta 32 por cada una de las ocho celdas enrejadas, están hacinados. Wasserman Schultz pudo escuchar a lo lejos a un detenido gritar que era ciudadano estadounidense y a otro que decía haber pasado cuatro días en el hospital por envenenamiento con Clorox por el agua que beben.
Los detenidos y sus familiares describen la prisión como una "jaula para perros" y un "campo de concentración". Rafael Collado, un cubano de 63 años detenido en el centro, afirmó: "Casi no te dejan dormir, es como una tortura mental que están usando para ver si alguien se rebela para entonces ellos usar la violencia".
Otras denuncias incluyen:
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Comida insuficiente e inadecuada:
Un sándwich "pequeño" con una loncha de pavo "gris", una manzana y unos chips para los detenidos, contrastando con una "pieza robusta de pollo rostizado y salchichas" para los empleados.
Harpinder Chauhan, un ciudadano británico con diabetes, relató que se le negó insulina y que los detenidos tuvieron que "agacharse y comer sobre las sillas con la boca, como perros". Fernando Artese, otro detenido, contó que hay días en los que no puede dormir del hambre.
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Falta de higiene y salubridad:
Inodoros expuestos para 32 personas, sin jabón ni papel por días, y desbordes de aguas negras que inundan las jaulas con heces. Un funcionario de prisiones retirado declaró: "Los mosquitos llenan los baños, las duchas. Te metes a duchar y te duchas con un millón de mosquitos".
Tessa Petit, directiva de la Immigrant Coalition (FLIC), alertó que los sistemas de baño y fregadero, si no se limpian adecuadamente, pueden provocar contaminación ambiental grave.
- Negligencia médica:
Testimonios de migrantes en Krome (otro centro de ICE en Florida, pero mencionado en el contexto de abusos en la misma región) revelan quejas de hernia estrangulada ignoradas hasta el colapso. Se documentaron dos muertes bajo custodia que podrían estar relacionadas con negligencia médica, como la de Marie Ange Blaise.
A Jordan Márquez, esposo de Benita Mendoza, no se le daba regularmente su medicina para la tensión arterial. Alexander Boni, un cubano de 32 años, pidió una mascarilla tras enfermarse otros detenidos, pero no se la dieron.
- Aislamiento y tortura psicológica:
Una mujer relató haber sido aislada por solicitar apoyo psicológico, afirmando que "Si pides ayuda, te aíslan. Si lloras, pueden llevarte durante dos semanas. Entonces la gente se queda callada". Los detenidos no ven el sol y las luces permanecen encendidas 24 horas al día, perdiendo la noción del tiempo.
- Trato degradante:
Los guardias hablan "bien mal" a los detenidos y los tratan "como perros". Para salir de su celda, deben caminar con las manos en la nuca.
- Insectos y ambiente hostil:
El centro está infestado de mosquitos, saltamontes y otros insectos. La ubicación en los Everglades, un humedal habitado por caimanes, serpientes y pitones, contribuye a un ambiente "inhóspito".
La contradicción entre el discurso oficial y la realidad
El centro, inaugurado el 1 de julio por el presidente Donald Trump, su consejero Stephen Miller y la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, fue exaltado como un lugar para detener a "lo peor de lo peor". Sin embargo, los informes periodísticos contradicen esta narrativa.
Un análisis de Miami Herald y Tampa Bay Times reveló que de más de 700 detenidos, más de 250 no tienen antecedentes penales ni cargos pendientes en Estados Unidos. Muchos son detenidos por infracciones de tránsito o por reingreso ilegal, y se han reportado casos como un joven mexicano de 15 años sin cargos penales o un hombre de 36 años bajo el programa DACA.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha negado que los detenidos estén expuestos a este tipo de condiciones, asegurando que la comida es la misma que reciben los trabajadores y que se les dio la oportunidad de autodeportarse "con todos los gastos pagados".
Sin embargo, la esposa de Fernando Artese relató que su marido intentó "autodeportarse" voluntariamente y aun así fue detenido y enviado a "Alligator Alcatraz".
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Gobierno de México busca repatriación de conacionales
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha confirmado la presencia de 14 mexicanos en "Alligator Alcatraz" y ha informado que su administración ha enviado notas diplomáticas a Estados Unidos. El gobierno mexicano está realizando todas las gestiones para que los connacionales sean "repatriados de inmediato" y no tengan que permanecer en el centro.
Los consulados de México en Orlando y Miami están brindando asistencia y protección consular a los hermanos González y otros mexicanos. El cónsul Juan Sabines ha ido más allá, sugiriendo a las autoridades mexicanas considerar la emisión de una alerta de viaje para turistas mexicanos a Orlando debido a las condiciones observadas y la falta de acceso a la defensa.
Martín González, padre de los hermanos, agradece el apoyo del gobierno mexicano, aunque los resultados deseados aún no se han logrado: "No hemos obtenido los resultados que quisiéramos, pero ha sido muchísimo el apoyo del consulado".
Las organizaciones civiles, junto con familiares de los detenidos, exigen el cierre inmediato del centro, el monitoreo de salud para todos los retenidos y el acceso completo a abogados, denunciando que las detenciones masivas en "Alligator Alcatraz" constituyen una "cacería" de personas, muchos de los cuales no han cometido crímenes serios.
La situación en "Alligator Alcatraz" subraya la tensión entre la aplicación estricta de las leyes migratorias y el respeto a los derechos humanos, con una preocupación creciente por el destino de los migrantes detenidos en estas condiciones extremas.
¿Por qué es relevante el tema?
Es importante visibilizar y denunciar la situación de los 14 migrantes mexicanos detenidos en el centro conocido como “Alligator Alcatraz” porque representa una grave violación a los derechos humanos bajo custodia estatal en Estados Unidos.
Este centro, construido en condiciones extremas en los pantanos de Florida, opera fuera del sistema migratorio federal, lo que limita el acceso de los detenidos a la defensa legal, atención médica y condiciones mínimas de salubridad.
La historia de los hermanos González, arrestados por motivos mínimos, refleja un patrón de detención arbitraria que ha generado indignación entre legisladores, organizaciones civiles y diplomáticos.
Las condiciones reportadas, como hacinamiento, calor sofocante, alimentación deficiente y negligencia médica, configuran un entorno de trato cruel e inhumano que contradice los estándares internacionales.
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La indiferencia del gobierno estadounidense y la politización de la migración agudizan el problema. El caso evidencia la necesidad urgente de monitoreo internacional, acciones diplomáticas firmes por parte del gobierno mexicano y mayor cobertura mediática que presione por justicia, repatriación inmediata y el cierre del centro.
Además, este caso tiene implicaciones más amplias: retrata la criminalización sistemática de migrantes, la militarización de las fronteras y la impunidad con la que operan algunas autoridades estatales.
No es solo un tema legal o diplomático; es una cuestión de humanidad y dignidad. Silenciarlo sería normalizar el abuso. Por eso, contar estas historias es crucial para generar conciencia, exigir justicia y proteger los derechos de quienes más vulnerables están.
Con información de agencias (EFE, AP y Reuters) y medios locales
VGB