El Instituto de Estudios para la Transición Democrática (IETD) publicó un comunicado respaldado por sus integrantes, entre los que se encuentran los expresidentes del IFE/INE Lorenzo Córdova, Leonardo Valdés y José Woldenberg, en el que manifestaron su rechazo a una reforma electoral que se impulse sin diálogo político amplio, tras la iniciativa enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Por su parte, la mandataria aseguró que el objetivo de la iniciativa "no es que partidos que no ganen a un diputado, a un senador de manera directa no tengan representación. Lo que sí decimos es que las listas de plurinominales no son una verdadera representación, y que es muy importante que aquel que quiera obtener un voto, vaya al territorio a convencer a la ciudadanía".
Durante su conferencia matutina de este 14 de julio, Sheinbaum señaló que “en su momento presentaremos la propuesta que hace el Gobierno de México, y pues que tenga un espacio de discusión importante para su posterior aprobación”, "lo importante es el voto popular, esa es la democracia”, añadió.
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Exconsejeros piden diálogo
El documento, que incluye la firma de los exconsejeros del INE, plantea que las normas electorales son las reglas fundamentales del sistema democrático, por lo que toda modificación debe contar con la aprobación de los distintos actores políticos. Advirtieron que una reforma impulsada únicamente por la mayoría legislativa actual, sin considerar la pluralidad del país, pondría en riesgo la legitimidad del sistema.
El IETD cuestionó la legitimidad de la mayoría calificada que ostenta la coalición gobernante en ambas cámaras del Congreso. Calificaron como una “doble maniobra” el proceso que permitió una sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados y una mayoría en el Senado, lograda, según el comunicado, mediante presiones y cooptación.
Ante ese panorama, señalaron que cualquier reforma relevante, como lo es una modificación al sistema electoral, debe surgir del consenso entre las fuerzas políticas y no de decisiones unilaterales.
Cuatro pilares para una reforma democrática
El documento plantea cuatro ejes rectores para una reforma electoral:
Buscar el consenso más amplio posible.
Fortalecer la representación proporcional en el sistema legislativo.
Garantizar la autonomía, imparcialidad y profesionalismo de los órganos electorales.
Priorizar el financiamiento público y no el privado para los partidos políticos.
Los firmantes insisten en que estas coordenadas fueron la base de las reformas electorales de 1994, 1996, 2007 y 2014, todas construidas mediante acuerdos multipartidistas.
Autonomía electoral y financiamiento equitativo
Entre las propuestas del IETD destaca la exigencia de que los nombramientos de consejeros del INE se realicen exclusivamente en el Senado y por una votación calificada de tres cuartas partes, lo que obligaría a construir acuerdos entre diversas fuerzas políticas.
Asimismo, propusieron una redistribución del financiamiento público a partidos: la mitad con base en la votación obtenida y la otra mitad de forma igualitaria. Advirtieron sobre la creciente influencia de dinero ilícito y privado en la política.
Representación proporcional, eje de la democratización
El IETD defendió la representación proporcional como un mecanismo esencial en la evolución democrática del país. Propuso aumentar las diputaciones electas bajo este sistema para que el Congreso tenga una composición 50% de mayoría relativa y 50% de representación proporcional.
Para el Senado, sugirieron un sistema exclusivamente proporcional, con cuatro senadores por entidad federativa, distribuidos según los votos obtenidos por cada fuerza política.
Contexto: Claudia Sheinbaum anunció el 24 de junio que su gobierno presentaría una iniciativa de reforma electoral, al considerar que es necesaria una revisión sobre el uso de recursos públicos en elecciones, la estructura del Instituto Nacional Electoral (INE) y la figura de los legisladores plurinominales.
La presidenta indicó que esta incluirá aspectos como el presupuesto asignado al INE, el financiamiento a partidos políticos y la figura de representación proporcional en el Congreso. "Está en mis 100 puntos, una reforma electoral, que hace falta y ya en su momento la vamos a presentar", afirmó. Según cifras mencionadas por la mandataria, la pasada jornada electoral costó aproximadamente 8 mil millones de pesos.
Sheinbaum aseguró que el Instituto Nacional Electoral (INE) mantendrá su carácter de organismo autónomo.
El pasado 10 de julio, la iniciativa fue recibida por el Congreso de la Unión, según confirmó el senador Gerardo Fernández Noroña.
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¿Por qué es importante este tema?
La posible reforma electoral impulsada desde el Ejecutivo Federal y respaldada por la mayoría en el Congreso tiene implicaciones directas sobre el equilibrio democrático en México. Modificar las reglas del sistema electoral sin consenso podría debilitar la confianza ciudadana en los procesos de representación y elección.
Además, los señalamientos sobre sobrerrepresentación legislativa y financiamiento privado reflejan preocupaciones estructurales sobre la equidad del sistema político actual. La autonomía de los órganos electorales, su composición y el método de financiamiento son elementos clave para garantizar elecciones libres, equitativas y transparentes.
Por último, este tema es relevante porque define la arquitectura institucional de los comicios y la forma en que la ciudadanía elige a sus representantes, lo que repercute en la legitimidad del poder público.
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