La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha levantado una voz de alerta ante la creciente problemática que representa la basura para la operación de los sistemas de drenaje y, consecuentemente, para el riesgo de inundaciones.
Este desafío, que afecta directamente la seguridad hídrica del país, exige una respuesta coordinada y la corresponsabilidad de todos los niveles de gobierno y la ciudadanía, recalcó la dependencia.
La Conagua ha reportado un esfuerzo monumental en 2025 para la remoción de más de 11 mil 800 toneladas de basura de la infraestructura de desagüe en el Valle de México.
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Esta ingente cantidad de desechos fue retirada específicamente de plantas de bombeo cruciales como El Caracol, La Caldera y Casa Colorada Profunda.
En este contexto, destaca las 5 claves de la problemática.
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Clave 1: La Basura, un obstructor crítico para el drenaje y catalizador de inundaciones
La principal preocupación radica en cómo la basura arrojada indiscriminadamente en la vía pública se convierte en un grave impedimento para el flujo natural del agua.
Desechos sólidos depositados en calles, coladeras, cauces y orillas de ríos y otros cuerpos de agua obstruyen frecuentemente las corrientes de lluvia, impidiendo su desalojo oportuno y adecuado.
Esta obstrucción no solo provoca afectaciones directas al drenaje y encharcamientos, sino que culmina en desbordamientos e inundaciones que pueden causar posibles daños severos a la población y a sus bienes.
Es fundamental comprender que la inadecuada disposición de residuos tiene consecuencias directas y tangibles en la vida cotidiana de las comunidades.
Clave 2: El alto costo de la inacción: esfuerzos y recursos millonarios para retirar desechos
La problemática de la basura en los sistemas hídricos no solo se traduce en riesgos de inundación, sino también en una significativa carga operativa y financiera para el Gobierno de México.
A través de Conagua, se deben destinar considerables esfuerzos humanos y recursos económicos para retirar las ingentes cantidades de basura que llegan a los cauces y a la infraestructura de desalojo de agua.
Como una prueba contundente de este desafío, en lo que va de 2025, Conagua ya ha retirado más de 11 mil 800 toneladas de basura de la infraestructura de desagüe del Valle de México.
Esta enorme cantidad de desechos proviene de plantas de bombeo clave como:
- El Caracol
- La Caldera
- Casa Colorada Profunda
En ellas convergen las aguas negras de importantes obras hidráulicas como el Gran Canal del Desagüe, diversos drenes (General del Valle de México, Chimalhuacán I y II), túneles (Emisor Oriente, Río de la Compañía e Interceptor Río de los Remedios), y ríos como el San Francisco, San Rafael y de la Compañía, así como el Canal General.
La cifra subraya el gigantesco reto logístico y económico que implica la remoción de estos residuos.
Clave 3: Corresponsabilidad y colaboración: el único camino hacia la solución
Ante este panorama, Conagua ha emitido un fuerte llamado a la acción conjunta, enfatizando la corresponsabilidad de autoridades y ciudadanía.
Es indispensable que las autoridades estatales y municipales cumplan con su parte, manteniendo limpias las alcantarillas y la infraestructura de desagüe bajo su cargo, y realizando la recolección apropiada de los desechos sólidos.
Sin embargo, la solución no es solo gubernamental; la colaboración de la población es igualmente indispensable. Se exhorta a la ciudadanía a evitar arrojar basura en las calles, coladeras, cauces y orillas de los ríos y otros cuerpos de agua.
La reducción de la probabilidad de que estos objetos sean arrastrados por las corrientes depende directamente de la conciencia y acciones individuales.
Clave 4: Beneficios tangibles de la gestión adecuada: evitar desastres y consolidar la seguridad hídrica
La disposición adecuada de la basura trae consigo beneficios directos y evidentes. Permite que el agua transite correctamente por los sistemas de drenaje, evitando así desbordamientos, encharcamientos e inundaciones, así como sus posibles daños.
Más allá de la prevención de desastres, la suma de esfuerzos entre autoridades y población para favorecer la adecuada operación de los sistemas de desagüe es crucial para consolidar la seguridad hídrica en beneficio de todas y todos. Una gestión de residuos eficiente es un pilar fundamental para garantizar el acceso y el manejo seguro del agua.
Clave 5: El marco institucional: alianzas para el futuro del agua
Conagua no actúa de forma aislada. La institución reitera su coordinación activa con estados y municipios en el marco del Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad.
Este acuerdo es la base para mantener la colaboración y los esfuerzos necesarios que favorezcan la adecuada operación de los sistemas de desagüe.
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Este trabajo conjunto, que también requiere de los esfuerzos de la población, es el camino para asegurar un futuro con mayor seguridad hídrica para México.
VGB