En un entorno laboral cada vez más dinámico y competitivo, mantener relaciones laborales sanas ya no es solo una buena práctica: es una necesidad. Expertos en desarrollo organizacional coinciden en que la calidad de las relaciones entre compañeros, jefaturas y equipos impacta directamente en la productividad, la salud mental y la permanencia del talento dentro de las empresas.
De acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los entornos laborales saludables aumentan hasta en un 20% la productividad, reducen el ausentismo y mejoran los índices de satisfacción personal. En contraste, los conflictos no gestionados, la mala comunicación y el liderazgo tóxico son causas frecuentes de rotación, bajo rendimiento y estrés.
Es por esta razón que fomentar un buen ambiente de trabajo no es un lujo ni un tema secundario: es una inversión estratégica. Las empresas y organizaciones que apuestan por relaciones laborales sanas no sólo cuidan a su personal, también construyen equipos más sólidos, creativos y leales.
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Más allá de lo laboral: salud mental y bienestar
Contexto: En los últimos años, muchas empresas han comenzado a integrar programas de bienestar emocional y prevención del burnout. Esto ha cobrado fuerza tras la pandemia, que dejó lecciones claras sobre la importancia del equilibrio entre vida laboral y personal.
Especialistas en recursos humanos comparten algunas recomendaciones clave para promover relaciones laborales saludables, tales como:
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- Fomentar la comunicación abierta y honesta
- Capacitar en inteligencia emocional
- Reconocer el trabajo bien hecho
- Establecer roles y responsabilidades claras
- Promover la equidad y el respeto
- Atender de inmediato los conflictos
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¿Qué dice la LFT con respecto a las relaciones laborales?
¿Una discusión en redes sociales, un comentario ofensivo en una reunión informal o un video viral pueden costarte el empleo? Aunque parezca extremo, la Ley Federal del Trabajo (LFT) en México sí permite el despido de un trabajador por actos cometidos fuera del horario laboral, siempre que afecten directamente la relación laboral o la imagen de la empresa.
Según el Artículo 47 de la LFT, el patrón puede rescindir la relación laboral sin responsabilidad, es decir, sin pagar indemnización, si el trabajador incurre en conductas graves que rompan la confianza, el respeto o la armonía en el entorno laboral.
En particular, la fracción II de este artículo establece que un despido puede ser legal si hay injurias, malos tratos o faltas graves de respeto hacia el empleador, su familia, el personal directivo o los clientes, sin importar si estos hechos ocurrieron dentro o fuera del lugar de trabajo.
Aún más explícita es la fracción IV, la cual señala que estas faltas también pueden sancionarse cuando ocurren fuera del servicio, es decir, fuera del horario laboral o del espacio físico de la empresa, siempre y cuando exista un vínculo claro con la relación de trabajo.
En otras palabras, un insulto publicado en redes sociales, una agresión verbal en una fiesta de la empresa o una actitud violenta grabada en video, aunque sucedan en el “tiempo libre”, pueden constituir motivo de despido legalmente justificado si dañan la imagen de la empresa o afectan la convivencia laboral.
AJA