DESAPARECIDOS

La doble tragedia de las madres buscadoras

Además de buscar a sus familiares, las madres enfrentan la falta de recursos y apoyo gubernamental, y deben encargarse también de cuidar a sus familias

A pesar de los años de esfuerzo, las madres buscadoras no reciben respuestas claras ni justicia
A pesar de los años de esfuerzo, las madres buscadoras no reciben respuestas claras ni justiciaCréditos: Cuartoscuro
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La madre buscadora Alma Preciado lleva más de 13 años recorriendo el país en busca de sus seres queridos: su hija Ilse Yaneth Cervantes Preciado, su nieta de dos años, Renata Yaneth Leal Cervantes, su yerno José Adalberto Leal y su primo Ernesto Angulo, quienes desaparecieron el 28 de agosto de 2011.

A pesar de los escasos y frustrantes avances en el esclarecimiento del caso, Alma no se rinde. Siempre que tiene la oportunidad, se traslada desde su natal Guasave, Sinaloa, a Veracruz para realizar jornadas de volanteo en municipios como Zongolica o Tierra Blanca, donde estuvo recientemente el 28 y 29 de marzo, respectivamente.

A lo largo de los años, también ha buscado información en los penales, en los servicios médicos forenses y en terrenos de diversas entidades, lugares a los que ella y otras personas buscadoras llegan después de recibir alertas anónimas sobre posibles sitios de exterminio de personas y la presencia de restos humanos.

“Lo que pasa es que son puntos anónimos que nos dan y la verdad está de horror eso”, comenta en entrevista con La Silla Rota.

Contexto: Teuchitlán y la crisis de los desaparecidos

Alma ha visitado muchos lugares acompañada de otras buscadoras, pero no deja de sorprenderle la existencia de un campo como el de Teuchitlán, en el rancho Izaguirre, donde el Cártel Jalisco Nueva Generación reclutaba a jóvenes con falsas ofertas de trabajo, pero en realidad los integraba a sus filas. A los que rechazaban o los jefes consideraban inapropiados, los mataban.

“Todo es sorprendente. He caminado mucho, ya son más de 13 años. Pero no me deja de sorprender lo inhumano que es el humano”, exclama sobre este caso.

Cuando visitan uno de estos lugares, Alma resalta que se comprometen a no revelar quién les dio la información para evitar problemas. Se reúnen y se dirigen al punto, acompañadas por la Guardia Nacional, la Comisión de Búsqueda y las comisiones de Derechos Humanos. Van con sombreros, gorras y chalecos para identificarse, y usan las manos para buscar pistas en la tierra, con la esperanza de encontrar a sus seres queridos. Si hay posibilidad de hallazgos, pero los restos están más profundos, utilizan varillas para hurgar cuidadosamente, ya que existe la posibilidad de encontrar restos óseos.

Al ser preguntada sobre si hay diferencias en la atención a los familiares de desaparecidos entre los gobiernos de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, Alma no percibe un cambio significativo.

Están aumentando los expedientes, solamente se archivan y aumentan. Todo va en aumento y no solamente es un solo estado, es en todo el país”.

Negligencia y su impacto en las desapariciones

Con una cifra cercana a las 124 mil desapariciones, Alma Preciado es tajante al señalar que no reciben el apoyo que necesitan de las autoridades. Ella lo ha vivido en carne propia.

Si trabajaran realmente, yo no anduviera en las búsquedas porque sí hay mucho que investigar, a pesar de que pasan los años. No se han trabajado diligencias que desde 2011 debieron haberse realizado”, se queja.

Incluso, destaca que son ellas las que más aportan para las diligencias, pero aún así, las autoridades no las llevan a cabo.

Alma es originaria de Guasave, Sinaloa, pero sus familiares desaparecieron en Veracruz. Por ello, en cada jornada de búsqueda, sale a medianoche para abordar el vuelo en Culiacán a las 7 de la mañana, y luego se traslada a la Ciudad de México para dirigirse a Jalapa o Poza Rica.

“Es viajar toda la noche y todo el día”, dice.

Una vez en Veracruz, pega carteles en postes de luz o teléfonos, o cuelga mantas con las fotos de su hija, su nieta, su yerno y su primo. Además, reparte volantes. Lo hace bajo el frío, el calor o la lluvia, con la esperanza de que alguien vea las mantas o los volantes y le proporcione información sobre sus familiares desaparecidos.

Para el volanteo en Zongolica y Tierra Blanca, la Comisión Nacional de Búsqueda les proporcionó material, pero era insuficiente. Alma tuvo que poner de su bolsillo para imprimir y seguir repartiendo las fichas, según cuenta.

A un mes del caso Teuchitlán

El 5 de marzo pasado, integrantes del colectivo Guerreros Buscadores ingresaron al Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Lo que encontraron conmocionó al país y destapó una serie de irregularidades cometidas por la Fiscalía estatal, que ya había asegurado el lugar en septiembre de 2024.

De acuerdo con el grupo de madres buscadoras, al llegar al sitio encontraron rotos los sellos de la Fiscalía de Jalisco, lo que les permitió ingresar para realizar labores de búsqueda. Fue entonces cuando hallaron restos óseos presuntamente calcinados, ropa, zapatos y múltiples objetos personales.

En septiembre de 2024, la Fiscalía Estatal detuvo a 10 personas en el rancho y liberó a dos más; además, se localizó a una persona sin vida. Desde entonces, el lugar permanecía supuestamente asegurado, aunque nadie impidió el paso de los buscadores.

En los días posteriores al aseguramiento de septiembre, se realizaron labores de búsqueda dentro del rancho utilizando maquinaria pesada, georadares y binomios caninos. Durante estas labores, se aseguraron armas, chalecos, indicios balísticos y dos lotes de restos óseos con exposición térmica. Sin embargo, no se reportaron los cientos de objetos personales encontrados en la finca por los activistas seis meses después.

¿Qué hallaron en el Rancho Izaguirre?

Los Guerreros Buscadores hallaron una serie de libretas, cartas y notas que describían cómo el lugar era presuntamente utilizado como un centro de adiestramiento forzado, donde las personas eran llevadas mediante engaños a través de falsas ofertas de trabajo. Además, el rancho era señalado como un crematorio clandestino, lo que llevó a que se le bautizara como el "campo de exterminio" o el "rancho del terror".

Tras estos hallazgos, los activistas dieron parte a las autoridades, quienes volvieron a asegurar el lugar, ahora con los nuevos indicios que la Fiscalía no había registrado en septiembre. Fue entonces que se detectaron seis lotes óseos en cuatro espacios del predio.

También se confirmó el hallazgo de analgésicos y medicamentos para enfermedades crónico-degenerativas, esponjas de baño, artículos de higiene personal, sandalias de baño, pesas para hacer ejercicio, mochilas, maletas, bolsas, blusas, playeras, camisas, pantalones, ropa interior, cientos de zapatos y otros objetos personales de hombres y mujeres.

Hasta la tarde del 4 de abril, la Fiscalía de Jalisco ha contabilizado más de 1,800 objetos personales hallados en el Rancho Izaguirre. Ante estos hallazgos, que dieron la vuelta no solo al país sino al mundo entero, la Fiscalía estatal abrió una investigación interna para determinar por qué, en la primera búsqueda de septiembre, no se hallaron estos elementos y si hubo omisiones por parte de los funcionarios encargados.

Sheinbaum, FGR y las irregularidades de la Fiscalía de Jalisco

El caso Teuchitlán llegó hasta la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien pidió que el caso fuera atraído por la Fiscalía General de la República (FGR), se realizaran las investigaciones y se deslindaran responsabilidades.

El 19 de marzo, el fiscal Alejandro Gertz Manero confirmó que el caso sería atraído por la FGR y ofreció un diagnóstico de todas las irregularidades en el caso, especialmente las fallas y omisiones cometidas por la Fiscalía de Jalisco desde septiembre de 2024, pues no se había explorado el rancho a fondo.

La FGR ha confirmado la presencia de restos humanos en el lugar, aunque aún se desconoce el número exacto de víctimas mortales, ya que los trabajos genéticos y periciales apenas han comenzado.

Gertz Manero dijo que se investigará si las omisiones de la Fiscalía estatal se deben a incapacidad o si hay vínculos entre autoridades y criminales. Después de varios días y un polémico recorrido por el lugar, el caso finalmente fue atraído por la FGR, sin que hasta el momento haya una actualización sobre lo hallado en el rancho.

Los detenidos por el caso del “rancho del terror 

Hasta el momento, al menos 14 personas han sido detenidas en relación a este caso desde el primer aseguramiento de septiembre, incluidos policías o expolicías del municipio de Tala, Jalisco, que colinda con Teuchitlán. Estos presuntamente colaboraban con los criminales para la entrega de personas. También fue detenido "El Lastra", identificado como presunto líder de reclutamiento forzado del CJNG.

Detenciones relacionadas con el caso del Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco:

El 18 de septiembre de 2024, un operativo de la Guardia Nacional fue desplegado en el Rancho Izaguirre tras un reporte del C-5. Al llegar, los oficiales fueron atacados a tiros. Posteriormente, se logró la detención de 10 personas y la liberación de dos víctimas de secuestro, de 44 y 20 años, que estaban retenidas en el lugar.

El Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, informó el 19 de marzo de 2024 que ya había sido arrestado un jefe de la policía municipal de Tala, además de que existían dos órdenes de aprehensión pendientes para expolicías de la misma localidad, vinculados con los hechos ocurridos en el rancho.

El 22 de marzo de 2024, las autoridades dieron a conocer la captura de José Gregorio N, alias "El Lastra", un presunto líder del CJNG, quien estaba involucrado en el reclutamiento de personas para los centros de entrenamiento del cártel en Teuchitlán. También ese día, Gabriel N, un expolicía de Tala, fue detenido por su supuesta participación en el secuestro de una de las personas liberadas en el rancho.

El 23 de marzo de 2024, la FGR arrestó a José N, otro expolicía municipal de Tala, en el estado de Colima, acusado de desaparición forzada de personas en relación con el caso.

Las preguntas no resueltas del caso Teuchitlán

Hasta el momento, las autoridades no han dado a conocer a cuántas personas pertenecen los restos hallados en el rancho, ni cuántas personas podrían haber sido entrenadas en el lugar para ser reclutadas en las filas del crimen organizado.

También queda pendiente saber con certeza cuántos días, meses o años estuvo operando el “rancho del terror” y si las autoridades municipales, estatales o federales sabían de estas actividades o qué grado de colusión con el crimen organizado existía.

Respecto al centro de cremación, la Fiscalía de Jalisco ha asegurado que no existían estructuras que funcionaran como hornos crematorios, aunque sí se confirma la presencia de restos humanos presuntamente calcinados.

Guerreros Buscadores ha señalado que, si bien no existían hornos formalmente construidos, había en la tierra hornos improvisados donde, al parecer, eran quemados los cuerpos, por lo que han pedido no minimizar estos hallazgos.

La propia Fiscalía de Jalisco reconoció en un comunicado el 9 de marzo que la Vicefiscalía en Personas Desaparecidas detectó una modalidad que no había sido utilizada por el grupo criminal: además de calcinar los restos, estos fueron ocultados bajo una losa de ladrillo y una capa de tierra.

Uno de los principales indicios que sugieren la presencia de crematorios ilegales en el rancho es la gran concentración de ceniza y el humo producido por la quema de gasolina. La investigación realizada por expertos de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación del Gobierno de México, recientemente revelada por El País, arroja datos clave.

A través del análisis de imágenes satelitales del Rancho Izaguirre, los investigadores detectaron altas concentraciones de ceniza y una estela de humo negro en febrero de 2019. Utilizando el índice NDAI5, diseñado específicamente para identificar residuos de combustión, se registró un pico de cenizas el 22 de febrero de ese año, coincidiendo con la quema de hidrocarburos, como gasolina o llantas.

Esta evidencia coincide con los reportes de Guerreros Buscadores, quienes también denunciaron la presencia de crematorios clandestinos en el sitio. Hasta el momento, este estudio no ha sido confirmado por las autoridades, y la Fiscalía General de la República no ha dado a conocer resultados oficiales tras haber atraído el caso de la Fiscalía de Jalisco.

Una reforma para atender la crisis de desaparecidos

En relación al caso Teuchitlán, el 4 de abril, la presidenta Claudia Sheinbaum solicitó al Senado posponer la revisión de las iniciativas para reforzar la búsqueda de desaparecidos en el país.

Este viernes, al ser interrogada sobre las reuniones de la titular de la Secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, con grupos de búsqueda, Sheinbaum explicó que se había acordado con estos grupos una pausa en el proceso legislativo.

“Las iniciativas que enviaré al Congreso, algunos grupos desean incluir temas que creen que fortalecerían las leyes, y coincidimos en que se espere un poco para incorporar cualquier cambio o tema adicional que consideren necesario”, destacó la mandataria.

Además, adelantó que el lunes, la responsable de la política interna se reunirá con Indira Navarro, una madre buscadora que localizó el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco.

Guerreros Buscadores denuncia no han sido escuchados

En declaraciones para La Silla Rota este viernes, Raúl Servín García, miembro de Guerreros Buscadores, se mostró escéptico ante las propuestas presentadas desde la Presidencia, señalando además que el grupo que ingresó al rancho no ha recibido ningún tipo de respuesta por parte de Claudia Sheinbaum.

“Nada más lo que ha mencionada Claudia Sheinbaum por la televisión es lo que he sabido, pero no me convence mucho su reforma. Queremos estudiarlas bien para ver cuáles son los beneficios y qué nos perjudica.”

En cuanto a su experiencia en el recorrido organizado por la Fiscalía General de la República y la estatal el 20 de marzo, Servín García, quien también es buscador en Jalisco, explicó que lo que en principio era una esperanza de encontrar pistas sobre su familiar o alguna otra persona desaparecida, terminó siendo "una trampa" por parte de las fiscalías, ya que considera que la escena fue alterada. Además, señaló que "se perdieron muchos indicios, quiero pintarlo así porque no le veo otra manera que nos hayan hecho lo que nos hicieron a nosotros como familiares de desaparecidos".

En cuanto a la falta de comunicación, Servín García expresó: “No nos han dicho nada absolutamente”.

Por su parte, el grupo de madres buscadoras Una Luz de Esperanza, formado por familiares de personas desaparecidas en Jalisco, señaló que el hallazgo del rancho en Teuchitlán es solo una muestra de muchos casos similares en la entidad. Además, acusaron al gobierno local de revictimizarlos.

Liliana Meza, integrante de Una Luz de Esperanza, subrayó que el descubrimiento del rancho Izaguirre y las omisiones de la Fiscalía del estado de Jalisco son razones para alzar la voz sobre el grave problema de las desapariciones en la región.

"Que este hallazgo tan terrible, tan macabro nos sirva no solo a los jaliscienses sino a todo el país para levantar la voz y nuestro gobierno, estatal y que el federal no le dejé el trabajo", además de que tampoco han sido consultados ni han recibido acercamientos por parte del Gobierno federal para implementar las acciones anunciadas a mediados de marzo para combatir las desapariciones. “No nos han dicho nada absolutamente”.

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El caso sigue pendiente de resolver, y se espera que en las próximas semanas la FGR dé a conocer los resultados de las primeras investigaciones sobre este caso que ha cimbrado al país, para determinar responsabilidades y conocer qué fue de las personas que alguna vez estuvieron en este lugar.