La administración del presidente Donald Trump canceló esta semana el 83 % de los programas de ayuda exterior de la ya desmantelada Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, en inglés), de acuerdo con el diario El País, la falta de estos recursos pone en jaque la continuidad de fondos cruciales para las autoridades mexicanas y las organizaciones civiles que dependía de este apoyo.
El impacto de los recortes afectará tanto organizaciones en Latinoamérica y el Caribe, se tenían casi 600 millones de dólares prometidos por la cooperación estadounidense para este año, entre ellos más de 180 millones para Colombia, 82 millones para Honduras, 66 millones para Haití y 10 millones para México.
En el caso de México, la "Red Necesito Abortar", con centros en Monterrey, Chiapas, Ciudad de México y Texas, al otro lado de la frontera. USAID no había dado fondos, pero sí a las organizaciones con las que trabajamos, como las de la comunidad migrante, de acuerdo con Sandra Cardona, coordinadora en Nuevo León se esta tratando de cubrir los agujeros que la suspensión de ese capital ha dejado en las otras entidades, sobre todo “en salud, menstruación digna y abortos seguros”.
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“El número de mujeres a las que acompañamos se ha incrementado, también por las restricciones que hay ahora en Estados Unidos”, dice Cardona, “pero no solo con el aborto”. “Muchas personas de EU nos están pidiendo medicamentos para la comunidad trans porque ya no los pueden conseguir en las clínicas que los recibían”, señaló al diario español.
Otro caso más es la agrupación "Una mano amiga contra el sida", donde Rosember López, coordinador de la organización que trabaja en Tapachula, esta recibe recursos de otras entidades como Acnur o Global Fund, que operaban con los fondos USAID y que representaban un 95% de sus ingresos y los recortes ya afectaron la plantilla que antes era de 20 a cinco trabajadores.
Contexto: ¿Qué dice el gobierno de México?
Hasta el momento, el gobierno de México no se ha pronunciado sobre los recortes en la cooperación, en tanto, las organizaciones se enfrentan a decisiones cruciales para garantizar su supervivencia, desde la reducción de costos a la diversificación de la financiación.
Con la cancelación del 83 % de los programas, 5,200 proyectos están abocados a desaparecer, mientras que 1,000 serán administrados por el Departamento de Estado, aunque no hay claridad de cuáles sobrevivirán, lo que ha sumido a la agencia en el caos.
En días pasados, el secretario de Estado, Marco Rubio dijo que el gobierno estaba en consultas con el Congreso para revisar 1,000 contratos de USAID fueron transferidos al Departamento de Estado para que sean "administrados de manera más efectiva".