Desde que Claudia Sheinbaum asumió la presidencia de México el pasado 1 de octubre, las dudas sobre su capacidad para manejar la relación con Estados Unidos fueron una constante. Su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, tuvo una relación peculiar con Donald Trump, caracterizada por un entendimiento pragmático a pesar de sus marcadas diferencias ideológicas; resalta Natalie Kitroeff en un artículo publicado en el diario The New York Times.
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Sin embargo, la primera mujer en gobernar México ha sorprendido a propios y extraños al no solo resistir la embestida de amenazas de Trump, sino también al construir una relación de respeto mutuo con el mandatario estadounidense.
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Durante su campaña, Trump se mostró agresivo hacia México, prometiendo imponer aranceles hasta que el flujo de fentanilo hacia su país se detuviera. No obstante, en las últimas semanas ha cambiado el tono, elogiando a Sheinbaum y calificándola como "una mujer maravillosa" con quien mantiene "una muy buena relación".
El estilo de Sheinbaum ha jugado un papel clave en esta dinámica. Conocida por su perfil tecnocrático y reservado, ha optado por una estrategia basada en la diplomacia y la preparación meticulosa de cada interacción con Trump. A diferencia de López Obrador, quien hablaba con Trump en español a través de un intérprete y se extendía en discursos, Sheinbaum ha decidido comunicarse en inglés, de manera concisa y directa, lo que ha sido bien recibido en Washington.
Contexto: Líderes que se enfrentan a Trump amplían su apoyo interno
El periódico The New York Times destacó que el primer ministro de la Gran Bretaña, Rishi Sunak, primero en decadencia, ahora se ha convertido en un gran estadista. En Canadá, el Partido Liberal en el poder tiene la oportunidad de ganar unas elecciones que se creían inalcanzables. En Alemania, la canciller Olaf Scholz, de centroderecha domina la agenda tras unas elecciones que muchos temían que marcarían un gran avance para la extrema derecha.
“Los aranceles de Trump y las amenazas a la alianza transatlántica han revitalizado a los líderes centristas, que están recuperando popularidad por su disposición a enfrentarse al presidente estadounidense. Su enfrentamiento con Ucrania y su inclinación hacia Rusia han desestabilizado a los populistas de derecha, desde Gran Bretaña hasta Alemania, lo que ha frenado, por el momento, sus esfuerzos por capitalizar la restauración de Trump en la Casa Blanca”, publicó el diario.
Sobre México, The New York Times advierte que la presidenta Claudia Sheinbaum ha recibido elogios y cifras de encuestas desorbitadas por su gestión serena de los aranceles de Trump.
Asimismo, Mark Carney, exbanquero central, ascendió al liderazgo del Partido Liberal de Canadá con el 86% de los votos, convencido de que puede gestionar una guerra comercial.
Contexto: el tono de Sheinbaum ante Trump
Un episodio reciente ilustra esta dinámica: en una llamada telefónica, Sheinbaum expuso con datos concretos sus acciones para fortalecer la seguridad fronteriza y combatir el narcotráfico. Trump, tras un momento de silencio, cambió de tema para criticar a Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, con quien ha tenido una relación mucho más tensa. Al final de la conversación, Trump anunció una exención de aranceles a diversos productos mexicanos, atribuyéndola al "respeto" hacia la presidenta mexicana.
A nivel interno, Sheinbaum ha equilibrado esta cooperación con un discurso de soberanía, recordando a los mexicanos que "México no es colonia de nadie" y que la relación con Estados Unidos debe basarse en la coordinación, no en la sumisión. Paralelamente, ha tomado medidas contundentes contra el crimen organizado, como la extradición de 29 líderes del narcotráfico a Estados Unidos, lo que le ha valido reconocimiento, pero también amenazas, incluyendo el hackeo de su teléfono móvil.
A pesar de estos logros, la incertidumbre persiste. El próximo 2 de abril podría marcar el regreso de aranceles, lo que podría afectar gravemente la economía mexicana. No obstante, hasta ahora, Sheinbaum ha demostrado que puede manejar la compleja relación con Trump con habilidad política y pragmatismo, algo que muchos no anticipaban al inicio de su mandato.
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El futuro de la relación bilateral sigue siendo incierto, pero lo que es claro es que Sheinbaum ha logrado, al menos por ahora, mantener a México fuera del centro de la tormenta política que rodea a Trump. Como dijo el analista Carlos Bravo Regidor: "Nadie esperaba que fuera tan buena, o tan afortunada. Sea lo que sea, está funcionando".