Un Tribunal Colegiado de Circuito determinó que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) debe probar que realizó las acciones necesarias para atender con los recursos disponibles el derecho a la salud de una persona diagnosticada con enfermedad renal crónica y diversos padecimientos en el Hospital General de Zona número 29 de la Delegación Norte de la Ciudad de México.
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A través de una tesis publicada en el Semanario Judicial de la Federación, se informó que una persona acudió al servicio de urgencias del Hospital General de Zona número 29, en la alcaldía Gustavo A. Madero donde le fue detectada enfermedad renal crónica; sin embargo la institución le informó que no contaba con los insumos necesarios para atenderla, dándole prórrogas para continuar con su atención médica, por lo que en amparo indirecto reclamó la omisión de brindársela de manera oportuna, inmediata, permanente, constante y digna.
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Ante ello, la persona juzgadora concedió la protección constitucional solicitada al estimar que el IMSS tenía la carga de probar que realizó un esfuerzo razonable, conforme a su competencia, para utilizar los recursos a su disposición y garantizar el derecho a la salud de la persona quejosa.
Derivado de este amparo, el IMSS señaló que al ser la autoridad facultada para proporcionar la atención médica, debe adoptar las medidas necesarias hasta el máximo de los recursos disponibles para lograr la efectividad del derecho a la salud; de ahí que debe demostrar que realizó un esfuerzo razonable, conforme a su ámbito de competencia, para satisfacer con carácter de obligatorio la atención médica a los padecimientos crónicos de salud diagnosticados.
Prefieren atenderse en “farmacias de la esquina”
Hace dos años fue la última vez que Dalia Cortés Vázquez, de 66 años, visitó el IMSS de Unidad de Medicina Familiar 57, ubicado en la zona norte de la ciudad de Veracruz. Dalia cuenta a La Silla Rota que todavía se enferma, sufre de la presión alta y taquicardias, pero el trato que recibió su esposo antes de morir, dice, es una de las razones por las cuales esta institución pública ya no es su primera opción en momentos de malestares físicos.
Dalia dedicada al comercio informal, el trato que ha recibido por parte del IMSS es cruel; sin embargo, prefiere contarlo entre risas para no llorar. El dinero de sus consultas en Farmacias del Ahorro, Farmacias Similares y la compra de sus medicamentos en las Farmacias Guadalajara –lugares a donde también acuden por atención médica personas que no son derechohabientes– explica, sale de su oficio.
De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de la Población (CONAPO), 18 de cada 100 adultos mayores del estado de Veracruz, cuando tienen un problema de salud, acuden a un consultorio, una clínica u hospital privado. De estos, el 77.7 por ciento se encuentra afiliado a una institución como el (IMSS), el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); Pemex, Defensa, Marina o a otra institución. El 22.7 por ciento restante, no se encuentra afiliado.
Dalia explica que su queja no es contra los médicos especialistas, sino sobre el camino que se tiene que recorrer para ser atendida por ellos.
