Ángel Mario García, un defensor de la reforma judicial y aspirante a ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no podrá cumplir su sueño de ser identificado como “El ángel de la justicia” en las boletas para la elección de jueces.
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Lenia Batres, quien se autonombra “La ministra del pueblo”, también fracasó en su intento de que ese sobrenombre se inscriba en las boletas que se usarán el 1 de junio.
Este miércoles, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) rechazó la petición de 24 candidatos a ministros de la Corte, magistrados, jueces de circuito y de distrito, de que se agregara un sobrenombre o apodo a su nombre legal.
Además de García Guerra es un magistrado local de Nuevo León que no fue ratificado por el Congreso estatal por quejas sobre su desempeño. Desde que se aprobó la reforma judicial ha usado su cuenta de tiktok para criticar a los ministros de la Corte y sus comentarios incluso le valieron el elogio de una abierta simpatizante de Morena, Lenia Batres.
En todas las áreas en que habrá elección de jueces hubo aspirantes que buscaron una manera de identificarse como cercanos al partido en el gobierno. Así, Joel Blanno Castro, magistrado de la Ciudad de México que aspira a una magistratura en materia penal por el primer Circuito, quiso que lo llamaran “El magistrado del cambio”.
Christian Alan Guerrero, un abogado de Coahuila, también quiere una magistratura penal y eligió un sobrenombre similar al de Batres, “El magistrado del pueblo”.
Similares términos usó Arturo Yahir Caridad, abogado que representó legalmente a una excorista de Ángela Aguilar que alegaba despido injustificado; quería que le llamaran “abogado del pueblo” en su candidatura a juez de circuito.
Batean sobrenombres
En el acuerdo aprobado por mayoría se niega la solicitud de incluir los sobrenombres porque se trata de expresiones que pueden constituir propaganda electoral.
“La propaganda electoral es el conjunto de escritos, publicaciones, imágenes, grabaciones, proyecciones y expresiones (…) que son una forma de comunicación persuasiva, tendente a promover o desalentar actitudes en pro o en contra de un partido, una candidatura, con el propósito de ejercer influencia sobre los pensamientos, emociones o actos de un grupo”, señala el acuerdo.
Los sobrenombres que los candidatos solicitaron son frases con las que pretender ser reconocidos y posicionarse indebidamente frente al resto de las candidaturas, lo que rompe los principios de equidad e imparcialidad, señala el acuerdo aprobado por unanimidad.
Menos pueblos
Entre los jueces de distrito hubo un poco más de variedad y ya no se recurrió tanto al término “pueblo”.
Juan José Pulido Rogel, un personaje con carrera judicial que fue secretario en el juzgado primero de materia administrativa y civil de Toluca, pidió que lo identificaran como “El juzgador de la nación”, en tanto Laura Arlenn Solorio pidió que los electores la conocieran como “Jueza de la verdad”.
Rafael Linares, quien trabajó como director del Departamento de Desarrollo Económico de Zacapu, Michoacán, y buscaba un puesto como juez especializado del sistema penal acusatorio en el Centro de Justicia Federal, quería ser conocido como “Defensor del pueblo”, sin embargo, de último momento declinó a su candidatura.
Sobrenombre irónico
El abogado Marco Antonio Rojo Olavarría, profesor de Derecho en el Tecnológico de Monterrey, pidió que se le identificara como “El juez de AMLO”, “El juez de la 4T”, o “El juez del pueblo”.
Aunque los términos hacen pensar que se trata de un ferviente defensor de Morena, el abogado aclaró que eligió esos términos como un recurso de ironía.
“Solicité al INE registro de los sobrenombres ya que al no haber lineamientos parece que los candidatos podíamos autonómbranos o autodenominarnos como nos viniera en gana, como algunos lo vienen haciendo”.
También señaló que la autopercepción para solicitar un sobrenombre no usarse como excusa “para hacer proselitismo y propaganda barata. Estoy impugnando todo lo que me parece irregular en este proceso electoral y voy a litigar en contra de quien pretenda utilizar falsos sobrenombres”.