Dos de las principales fuentes para entregar agua a Estados Unidos como parte del Tratado entre México y ese país, la Falcón y la Amistad, ubicadas en Coahuila y Tamaulipas, respectivamente, cuentan con almacenamientos de 13.6 y 8.3%, por lo que será necesario recurrir al liquido de ríos como el Conchos y el Álamo, que ya presentan problemas por el cambio climático.
De acuerdo con la investigadora Carmen Carmona Lara, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, el impago mexicano no es solo atribuible a la sequía, sino también a que México aún no ha realizado una adecuada gestión del agua ni ha sabido manejarla.
El cambio climático y la tala inmoderada han comenzado a causar estragos en el Río Conchos, que es afluente del Río Bravo y del que saldrá el agua para entregar a Estados Unidos.
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“La cuenca del Bravo llega hasta Chihuahua y el Conchos es uno de los principales surtidores. El agua viene desde las montañas, donde están los tarahumaras. El problema es que por deforestación se ha generado una cuestión climática: entre la sierra oriental y la occidental se formó un domo de calor, dicen que es como si el desierto se hubiera movido y está donde no debería, ya se generó una isla de calor ahí”, dijo en entrevista con La Silla Rota.
Desde 2019 ha habido reclamos similares de Estados Unidos a México y el más reciente lo hizo Donald Trump, sostiene la investigadora. No obstante, la Comisión Nacional del Agua no ha hecho las obras necesarias para enfrentar la sequía
“El problema que tenemos es que el agua llega, pero se la lleva el sol, se evapora. Entonces necesitamos más obras de infraestructura hidráulica en la frontera”, remarcó la investigadora.
Criticó que inclusive la Conagua habla de cultura del agua pero hasta ahora no está claro cuáles son las acciones que emprenderá, cuánto dinero invertirá, quién estará cargo de estas.
“De lo que estamos hablando es de proteger a aquellas actividades que se dan alrededor del manejo del agua. A partir de ahí podríamos pensar en cómo ahorrar más agua y cómo tecnificar la agricultura, pero esto no puede hacerse si no doy seguridad jurídica en la tenencia del agua, por decirlo de alguna manera”, dijo, con relación a la reciente Ley de aguas aprobada por el Congreso de la Unión.
Acuerdos México-EU
México se comprometió a liberar 249 mil 163 millones de metros cúbicos de agua para Estados Unidos, con entregas que iniciaron el 15 de diciembre, como parte de su pago estipulado en el Tratado de Aguas de 1944 para el periodo 2020-2025.
El atraso en la entrega se debió a la sequía en el norte del país, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores, y el pago llegará gracias a las precipitaciones pluviales de este año, aunque se hará en el siguiente quinquenio, que concluye en octubre de 2030.
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Estados Unidos construyó una obra magna que se llamó el canal Todo Americano, construido desde 1940 para conducir agua desde el Río Colorado exclusivamente para abastecer ciudades de la frontera. De 132 kilómetros, se construyó un canal paralelo revestido de concreto con una inversión de 300 millones de dólares.
Pero esta obra acabó con la infiltración y acceso de agua subterránea para Mexicali, Baja California.
Carmona Lara, quien ocupó cargos en el sector público como subprocuradora jurídica en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, agregó que el tratado no incluye elementos importantes como el agua del subsuelo y los pozos, ni establece quién debe pagar las obras de infraestructura.
En las actas se tienen ciertos programas, pero no se ha podido avanzar porque en estos últimos años hemos tenido la sequía, situación extraordinaria que ha impedido a México programar de alguna manera de la entrega de esa agua, explicó.
El tratado de aguas no es para todo, solo abarca aguas superficiales y lo que México debería discutir es qué hacemos con lo que se pueden llamar los acuíferos compartidos, una situación que ni siquiera está planteada, que no ha sido ni siquiera vista por el gobierno.
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Los depósitos de agua, en problemas
La situación de las presas de la región administrativa Río Bravo es disímbola. Algunas situadas en Chihuahua, Coahuila y Nuevo León almacenan menos de una quinta parte de su capacidad, entre ellas las internacionales Falcón y la Amistad, con 8.3% y 13.6%.
Otras, gracias a la temporada de lluvias que cayó en gran parte del país, están cerca del total de su capacidad e incluso la José López Portillo vive tiempos de abundancia, con 105.9% de su capacidad.
Este es el porcentaje de llenado que tienen las presas.
En Chihuahua se encuentran:
El Rejón: 30.5%
Chihuahua: 43.2%
Las Vírgenes: 11.7%La Boquilla: 14.7%
Piedras Azules: 71.7%
Pico del Águila: 67.7%
En Coahuila:
San Miguel Coahuila: 79.8%
La Fragua: 94.5%
El Centenario: 43.9%
La Amistad, Coahuila: 13.6%
Venustiano Carranza: 17.6%
En Nuevo León:
Salinillas: 60.8
Cuchillo Solidaridad: 92%
En Tamaulipas:
Internacional Falcón: 8.3%
Marte Rodolfo Gómez: 92.9%
Rodrigo Gómez: 80%
José López Portillo: 105.9%
Las Blancas: 34.2%
Derivadora Las Blancas: 34.2%
En Durango:
San Gabriel: 20.8%
Fuente: https://sinav30.conagua.gob.mx:8080/Presas/