Con el objetivo de que ninguna estudiante deje de asistir a clases por vergüenza, desinformación o carencia de productos de higiene, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Salud lanzaron la Estrategia Nacional por una Menstruación Digna en la Educación Básica y Media Superior. Esta política reconoce la salud menstrual como un derecho y forma parte de las acciones prioritarias del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
¿En qué consiste la Estrategia Nacional por una Menstruación Digna?
Se trata de un plan integral que busca garantizar que niñas, adolescentes y personas menstruantes puedan vivir su periodo menstrual con respeto, información y acompañamiento dentro de las escuelas. La iniciativa fue presentada por la SEP, encabezada por Mario Delgado Carrillo, y la Secretaría de Salud, dirigida por David Kershenobich, y establece que la menstruación es un proceso natural que no debe ser causa de discriminación ni abandono escolar.
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Alcance nacional: millones de estudiantes beneficiadas
El impacto de esta estrategia es amplio y sin precedentes. Está dirigida a:
- Más de 6.2 millones de estudiantes de secundaria, distribuidas en 42 mil 975 planteles.
- Más de 5.4 millones de alumnas y alumnos de bachillerato, en 21 mil 175 centros educativos.
La cobertura incluye escuelas públicas y privadas de todo el país, lo que convierte a esta política en una de las acciones más relevantes en materia de salud menstrual dentro del sistema educativo mexicano.
Acciones concretas dentro de las escuelas
La estrategia contempla medidas prácticas para transformar la experiencia escolar durante la menstruación. Entre ellas destacan la distribución de materiales educativos, campañas informativas para hablar del tema sin tabúes, orientación integral en salud menstrual y la entrega de kits de gestión menstrual a nivel nacional.
El objetivo es claro: que ninguna estudiante falte a clases por no contar con insumos o por vivir su menstruación en silencio.
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Desde la Secretaría de Salud, Teresa Ramos Arreola, directora general del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Sexual y Reproductiva, subrayó que la salud menstrual es un eje clave de la política pública actual, basada en derechos humanos, perspectiva de género y humanismo mexicano.
Para madres, padres y personas cuidadoras, esta estrategia representa un respaldo institucional que fortalece la educación, la salud pública y la igualdad, reafirmando que la menstruación debe vivirse con dignidad, información y respeto.
LSHV
