VAQUITA MARINA

Refuerzan protección de la vaquita marina con ciencia, tecnología y participación comunitaria

La vaquita marina vive exclusivamente en el norte del Golfo de California, también conocido como Mar de Cortés, en el oeste de México; la principal amenaza para su supervivencia es la captura incidental en redes de pesca utilizadas para capturar otras especies

Créditos: Cuartoscuro / Ilustrativa
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La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en coordinación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Sea Shepherd Conservation Society (SSCS), fortalecen las acciones para la protección y conservación de la vaquita marina (Phocoena sinus), especie endémica de México y considerada en peligro crítico de extinción.

En el marco de este esfuerzo, el proyecto Sinergia+ del PNUD incorporó al especialista Lorenzo Rojas Bracho, reconocido por su trayectoria de más de veinte años en la investigación y protección de la vaquita marina. Su experiencia técnica será clave para orientar con base científica las estrategias de conservación, monitoreo y toma de decisiones implementadas por la Conanp.

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Además, el proyecto ha contribuido con la adquisición de detectores acústicos autónomos, una herramienta tecnológica de vanguardia que permite detectar las señales sonoras de la vaquita marina a profundidades de hasta 100 metros y a distancias de varios cientos de metros. Los datos obtenidos a través de estos dispositivos han sido esenciales para complementar el monitoreo visual y estimar las tendencias y el tamaño poblacional de la especie.

El esfuerzo conjunto entre la Conanp, el PNUD y la SSCS, con la participación activa de las y los pescadores del Alto Golfo de California, representa un paso firme hacia la conservación de la biodiversidad marina en México. Las comunidades pesqueras forman parte del equipo de monitoreo acústico, lo que refuerza la importancia de la colaboración local en la protección de especies amenazadas.

Esta alianza interinstitucional y comunitaria demuestra que la conservación de la vaquita marina requiere de cooperación, conocimiento científico y trabajo directo en territorio. Las instituciones involucradas reafirmaron su compromiso de continuar sumando esfuerzos para preservar este patrimonio natural de valor incalculable, no solo para México, sino para el mundo entero.

Vaquita marina, en peligro de extinción

Los esfuerzos de conservación comienzan a reflejar resultados alentadores. Tras un mes de monitoreo intensivo en el Alto Golfo de California, científicos confirmaron el avistamiento de entre siete y diez ejemplares de vaquita marina, incluidos nuevos nacimientos, lo que indica que la población se mantiene estable y continúa reproduciéndose. Este hallazgo representa un signo de esperanza para la recuperación de la especie más amenazada del planeta.

“En 2023 estimamos que quedaban de ocho a 13 vaquitas; en 2024, entre seis y ocho”, explicó Cárdenas, especialista del Grupo de Mamíferos Marinos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en entrevista con BBC Mundo. Los nuevos avistamientos confirman que, pese a su reducido número, la vaquita marina sigue viva y adaptándose, gracias a los esfuerzos coordinados de vigilancia, monitoreo acústico y reducción de amenazas en su hábitat.

La vaquita marina (Phocoena sinus) vive exclusivamente en el norte del Golfo de California, también conocido como Mar de Cortés, en el oeste de México. En esa región, equipos científicos monitorean los sonidos y movimientos de la especie, combinando tecnología de detección acústica y observación directa. Las cifras históricas muestran la gravedad de su declive: en 1997 se estimaban al menos 567 ejemplares, pero para 2008 el número había disminuido a 245.

Cuartoscuro

La principal amenaza para la supervivencia de la vaquita continúa siendo la captura incidental en redes de pesca utilizadas para capturar otras especies, especialmente la totoaba, cuyo tráfico ilegal se mantiene como un problema persistente en la región. Por ello, los proyectos conjuntos entre autoridades ambientales, organismos internacionales y comunidades pesqueras son fundamentales para mantener la vigilancia, proteger su hábitat y garantizar su reproducción natural.

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