SUPERCOMPUTADORA COATLICUE

Claves de la supercomputadora Cuatlicue que costará 6,000 millones de pesos

México avanza en la creación de Coatlicue, la supercomputadora pública de 6,000 mdp; el proyecto busca fortalecer la infraestructura nacional para ciencia, datos e innovación tecnológica; Coatlicue no opera bajo principios de computación cuántica

Claves de la supercomputadora mexicana de 6,000 mdp Créditos: Istockphoto | Ilustrativa
Escrito en NACIÓN el

La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes impulsa el desarrollo de Coatlicue, una supercomputadora de alto rendimiento destinada a ampliar la capacidad científica y tecnológica del país. El proyecto forma parte de una estrategia nacional de digitalización y procesamiento masivo de datos.

La inversión destinada al proyecto es de aproximadamente 6 mil millones de pesos. Las autoridades indicaron que el sistema se edificará con recursos públicos y que la supercomputadora pertenecerá a la nación.

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, José Antonio Peña Merino, explicaron que el financiamiento es completamente gubernamental. El monto estimado equivale a 326 millones de dólares.

Peña Merino señaló que el costo se amortizará con rapidez por los beneficios económicos y sociales que generará la nueva capacidad de cómputo. El gobierno indicó que esta inversión pretende dotar al país de infraestructura propia para el procesamiento masivo de datos y apoyar sectores con impacto científico, económico y tecnológico.

Características generales del sistema

Coatlicue es un sistema de supercomputación clásica diseñado para ejecutar cálculos intensivos y procesar grandes volúmenes de información en tiempos reducidos. La plataforma funciona como una herramienta para instituciones académicas, centros de investigación y dependencias públicas que requieren modelos avanzados de simulación, análisis climático, diseño de materiales o algoritmos de inteligencia artificial.

El sistema opera con arquitectura HPC, la cual agrupa miles de procesadores organizados en nodos que trabajan de manera simultánea en la resolución de un mismo problema. Esta estructura permite que tareas que podrían tardar semanas en una computadora convencional se resuelvan en segundos o minutos dentro de una supercomputadora.

La medición del rendimiento se basa en operaciones de punto flotante por segundo (FLOPS). Un petaflop equivale a mil billones de cálculos por segundo, una magnitud que coloca a estas máquinas muy por encima de los equipos tradicionales. Coatlicue también integra Unidades de Procesamiento Gráfico (GPUs), esenciales para algoritmos de inteligencia artificial y cargas de trabajo paralelas.

Aplicaciones previstas y alcance científico

El gobierno federal señaló que el sistema apoyará proyectos de simulación climática, modelación hidrológica, análisis genómico, procesamiento de imágenes satelitales y pruebas de ciberseguridad. La supercomputadora también servirá como plataforma para experimentos en física, química y matemáticas aplicadas.

Las instituciones académicas participantes podrán ejecutar investigaciones que requieren modelos predictivos con millones de variables. Coatlicue permitirá combinar bases de datos masivas con algoritmos avanzados en áreas como energía, movilidad, salud pública y urbanismo.

El proyecto forma parte de un plan para aumentar la infraestructura científica del país. La administración indicó que busca facilitar el acceso a herramientas tecnológicas que suelen concentrarse en economías con mayor capacidad de inversión.

Gobierno presenta supercomputadora Coatlicue: Cuartoscuro

El papel de Coatlicue dentro del ecosistema digital

La supercomputación, también conocida como computación de alto rendimiento, utiliza grandes cantidades de potencia de procesamiento para acelerar tareas complejas. Coatlicue opera dentro de este modelo, que se basa en la colaboración simultánea de miles de unidades de cálculo conectadas por redes de alta velocidad.

A diferencia de la computación tradicional, en la que una sola CPU ejecuta instrucciones de manera secuencial, un sistema HPC distribuye las tareas entre múltiples nodos. Cada nodo procesa una parte del problema, y el sistema coordina los resultados para obtener una solución final en un periodo reducido.

Los especialistas señalan que esta técnica resulta adecuada para proyectos que requieren análisis numéricos a gran escala, como modelos atmosféricos, simulaciones sísmicas, estudios de comportamiento molecular y procesamiento de datos provenientes de sensores o satélites.

Distinción con la computación cuántica

El proyecto Coatlicue forma parte de la infraestructura de supercomputación clásica del país y no opera bajo principios de computación cuántica. La supercomputación clásica utiliza bits que representan valores de 0 o 1 y escala su capacidad mediante la suma de procesadores, memoria y paralelismo.

En contraste, la computación cuántica utiliza cúbits, que pueden ubicarse en múltiples estados al mismo tiempo mediante el principio de superposición. Los cúbits también pueden entrelazarse para transmitir información de forma conjunta, lo que permite resolver ciertos problemas de complejidad extrema con mayor eficiencia que las máquinas clásicas.

La computación cuántica se orienta a campos como el diseño de fármacos, la simulación molecular, la optimización avanzada y la criptografía. No reemplaza la supercomputación clásica; ambos modelos pueden operar de manera complementaria dentro de un enfoque cuántico-céntrico, en el que los sistemas clásicos y cuánticos colaboran para resolver problemas de múltiples dimensiones.

Perspectivas y próximos pasos

Coatlicue se integrará a una red nacional de infraestructura digital que busca aumentar la capacidad de almacenamiento, análisis y modelación a gran escala. La administración federal señaló que, con esta herramienta, el país contará con una plataforma para pruebas científicas, simulaciones académicas y proyectos gubernamentales que requieren procesamiento intensivo.

El sistema iniciará su operación plena cuando las instituciones académicas y centros de investigación concluyan los protocolos de integración y distribución de carga de trabajo. La coordinación interinstitucional definirá qué áreas científicas y sectores productivos tendrán prioridad en el uso de la supercomputadora.

La construcción y puesta en marcha de Coatlicue marca un avance en la infraestructura tecnológica nacional y establece una base para futuros desarrollos en computación avanzada, inteligencia artificial y ciencia de datos.

VGB