En México más de nueve millones de mexicanas han enfrentado agresiones en línea y que la violencia digital contra mujeres en política sigue en aumento.
La violencia política de género en el espacio digital es una realidad que atraviesa las democracias de América Latina y amenaza la participación política de las mujeres, indica el estudio “Violencia política de género en la esfera digital en América Latina”, presentado por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional) al INE.
El informe, que analiza la situación en México, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y Guatemala, expone que, en el caso mexicano, las principales plataformas donde ocurren estas agresiones son mensajería instantánea (Whatsapp), Facebook y X (antes Twitter).
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El estudio identifica una “pirámide de violencia política digital” que va desde los discursos de odio y el acoso en línea hasta las amenazas físicas que se gestan en el entorno digital, evidenciando cómo la agresión virtual puede escalar hacia la violencia real.
Anónimos, los principales agresores
En el caso de México, se documentó que el 52 % de los ataques hacia candidatas proviene de usuarios desconocidos en redes sociales, mientras que en otro 33 % de los casos no fue posible identificar al agresor, lo que dificulta la denuncia y sanción.
Además, el estudio subraya el impacto directo que tiene esta violencia en la vida y trayectoria política de las mujeres: en una muestra de 15 países, el 80 % de las entrevistadas afirmó haber limitado su participación en redes sociales, el 40 % se autocensuró, el 33 % cambió de puesto laboral y el 25 % perdió su empleo o no se le renovó el contrato.
Aún más alarmante, la mitad temió perder su trabajo y ocho de cada diez dijeron haber sentido miedo por su integridad física o su vida.
La investigación también muestra que, durante el proceso electoral de 2018, el 63 % de los contenidos analizados en portales nacionales hacía referencia a algún tipo de violencia política de género, reflejando la persistencia de discursos y prácticas que buscan desacreditar o silenciar a las mujeres que participan en política.
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Ante ello IDEA y el Instituto Nacional Electoral, (INE) impulsan el proyecto regional “Fortalecimiento de los ecosistemas de integridad electoral para proteger las democracias en América Latina”, una iniciativa financiada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) a través de su Programa Democracia.
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