Durante su visita a Cuernavaca, Morelos, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, subrayó la importancia de trabajar como socios y hermanos entre Estados Unidos, México y los países de América Latina para afrontar retos compartidos, como el fenómeno migratorio. Enfatizó que el gobierno mexicano, encabezado por Claudia Sheinbaum, debe mantener abiertas las puertas al diálogo con todos los sectores, incluida la Iglesia, para encontrar soluciones conjuntas a los principales desafíos del país.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS
Te podría interesar
“Este gobierno tiene las puertas abiertas al diálogo. En una campaña por la paz y la prosperidad, se necesita la participación de todos los sectores, no solo del político. Es clave escuchar a la Iglesia, a la sociedad y a todos los actores”, destacó Salazar tras acudir a la homilía dominical en Cuernavaca, acompañado por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro.
En conferencia de prensa, ofrecida en el atrio de la catedral de Cuernavaca, el diplomático agradeció el liderazgo de Castro Castro, reconociendo el papel fundamental de la Iglesia para fortalecer a la sociedad mexicana. “Desde que llegué a México, monseñor, usted me ha brindado consejos y ha rezado por mí. Su trabajo con este gobierno y su compromiso con los mexicanos son esenciales para construir una sociedad estable y optimista”, afirmó Salazar.
En su mensaje, el embajador destacó tres pilares para abordar el fenómeno migratorio: atender las causas de raíz, como la pobreza y la inseguridad; ampliar las vías legales para los migrantes; y garantizar el cumplimiento de la ley. “Ningún migrante quiere dejar su hogar. Atender las causas, crear vías legales y combatir las rutas controladas por el crimen son pasos esenciales. Solo juntos, como socios, podemos lograrlo”, dijo.
Salazar también reflexionó sobre los retos que enfrentará el próximo gobierno estadounidense en materia migratoria y la relación bilateral. Confió en que los valores fundamentales de respeto y protección a los más vulnerables prevalezcan en las decisiones futuras, y propuso la creación de “cortinas de prosperidad y seguridad” en regiones estratégicas como Chiapas y el Istmo de Tehuantepec para beneficiar a las comunidades de ambos países.
El embajador concluyó su intervención reafirmando su optimismo sobre el potencial del diálogo auténtico y profundo como herramienta para superar desafíos comunes. “La solución a nuestros problemas compartidos está en trabajar como socios y hermanos, buscando siempre el bienestar de nuestras naciones”, puntualizó Salazar.