El Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) ha sido, desde su fundación, un referente en la educación superior en México, destacándose por la excelencia académica, su visión global y su contribución al desarrollo del país. Con una historia que abarca más de 70 años, el ITAM se ha consolidado como una de las instituciones educativas más prestigiosas, formando líderes en diversos campos como la economía, la política, el derecho y las ciencias sociales.
El ITAM fue fundado en 1946 en la Ciudad de México, en un contexto en el que el país se encontraba en pleno proceso de industrialización y crecimiento económico. Su creación fue impulsada por un grupo de empresarios y académicos que vieron la necesidad de formar profesionales altamente capacitados para afrontar los retos de la nueva era económica.
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Desde sus primeros años, el ITAM se dedicó a formar a las nuevas generaciones de economistas, administradores y abogados con una visión global y un enfoque práctico. A lo largo de su historia, la institución ha sido clave en la formación de líderes del sector público y privado en México, destacando en áreas como la economía, las ciencias sociales, las finanzas, el derecho, la ingeniería y la informática.
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Si quieres conocer un poco más sobre esta prestigiosa universidad como por ejemplo quién es su dueño o dueña, te recomendamos que sigas leyendo esta información, ya que te daremos a conocer todos los detalles al respecto.
¿Quién es el dueño del ITAM?
Antes de darte a conocer quién es el dueño de esta pretigiosa casa de estudios, vale la pena recordar que el impacto del ITAM en México no puede ser subestimado. A lo largo de los años, sus egresados han jugado un papel fundamental en el desarrollo del país. Muchos de ellos ocupan posiciones clave en el gobierno, en empresas privadas y en organizaciones internacionales. De hecho, varios exalumnos del ITAM han sido figuras destacadas en la política mexicana, en el sector empresarial y en la academia.
Una vez sabido esto, cabe señalar que esta universidad tiene en su historia el marcado legado de un hombre cuya visión y liderazgo no solo transformaron el panorama educativo mexicano, sino que también contribuyeron al desarrollo económico e industrial del país. Ese hombre fue Don Raúl Baillères, fundador del ITAM y un destacado empresario y banquero mexicano.
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Fue un 29 de marzo de 1946, se consolidó un sueño de grandes dimensiones para la educación superior en México: la fundación del Instituto Tecnológico Autónomo de México (originalmente denominado Instituto Tecnológico de México, ITM). Su creación fue impulsada por el deseo de Don Raúl Baillères de contar con una institución educativa de excelencia que fuera capaz de generar un impacto profundo en el desarrollo industrial y económico del país.
Don Raúl, quien ya era un empresario exitoso, se rodeó de un grupo de visionarios, entre banqueros y empresarios, para formar la Asociación Mexicana de Cultura, A.C., que sería el patronato encargado de la creación y administración del ITAM. A lo largo de los primeros 20 años de vida del Instituto, Don Raúl fue el principal impulsor de su crecimiento y consolidación, y su liderazgo dejó una huella indeleble en la historia de la institución.
Uno de los logros más destacados de Don Raúl durante su presidencia fue la obtención de la autonomía universitaria para el ITAM. Gracias a su incansable esfuerzo, el presidente Adolfo López Mateos firmó, el 10 de abril de 1962, el decreto que otorgó la autonomía al ITAM, un hito fundamental en el desarrollo del Instituto.
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¿Quién fue Raúl Baillères?
Nacido en 1895 en Silao, Guanajuato, Don Raúl Baillères fue un hombre autodidacta que, a pesar de no contar con estudios profesionales formales, forjó una impresionante carrera empresarial gracias a su talento, visión y dedicación. Desde joven, mostró un talento especial para los negocios, particularmente en el sector bancario y minero. A los 20 años, se trasladó a la Ciudad de México y comenzó a trabajar en importantes instituciones financieras como el Chase Manhattan Bank y el Equitable Trust Co., lo que marcó el inicio de su carrera empresarial.
En 1934, fundó Crédito Minero, S.A., la primera empresa mexicana dedicada al financiamiento de la minería, un sector clave en la economía del país. Con el tiempo, fundó otras empresas, como Crédito Hipotecario, S.A. y Crédito Afianzador, S.A., las cuales también tuvieron un impacto significativo en el desarrollo financiero de México.
La década de los cuarenta consolidó a Don Raúl Baillères como uno de los empresarios más influyentes de México. Impulsó la compra de varias empresas de importancia nacional, destacando la adquisición de la Cervecería Moctezuma, S.A., que en ese momento estaba en manos extranjeras, así como su participación en la compra de El Palacio de Hierro, S.A. y Manantiales Peñafiel, S.A. Su liderazgo también fue clave en la nacionalización de importantes empresas como Metalúrgica Mexicana Peñoles, S.A. y Compañía Fresnillo, S.A.
Además, Don Raúl fue presidente de la Asociación de Banqueros de México (1941-1942), donde dejó una huella en la reorganización del sector bancario mexicano.