PUEBLA

“La droga me consumió, lo perdí todo”: la historia de Marco, un exadicto en Puebla

Marco decidió compartir su testimonio para visibilizar la realidad de las adicciones y ofrecer un mensaje de esperanza sobre cómo es posible salir adelante

Escrito en ESTADOS el

Marco, de 45 años, lleva ocho años libre de las drogas que marcaron gran parte de su vida: alcohol, cigarrillos, marihuana, cocaína y piedra. Para alcanzar este punto, tuvo que tocar fondo. Pasó por la cárcel, vivió en la calle, se divorció de su primer matrimonio y enfrentó siete internamientos en centros de rehabilitación. Hoy comparte su testimonio para mostrar la cruda realidad de las adicciones y evidenciar que, a pesar de todo, es posible salir adelante.

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“La verdad es que aquí afuera lo tenemos todo. En casa, la familia nos provee de muchas cosas y no las valoramos. En los anexos aprendí a valorar todo eso. Yo llegué ahí a los veintitantos años sin saber ni siquiera agarrar una escoba. Fue ahí donde aprendí a cocinar, limpiar, lavar mi ropa… porque yo era una persona que no quería hacer nada por mí mismo”, comentó Marco en entrevista con La Silla Rota.

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A los 13 años, el padre de Marco abandonó a su familia: su madre, él y sus cuatro hermanas. La profunda tristeza que esto le generó lo llevó a buscar refugio en el alcohol. A los 15 años probó la marihuana, a los 18 la cocaína, y en sus treinta, el crack, además del cigarrillo. Aunque ingresó a un anexo por primera vez a los 26 años, no estaba listo para aceptar su adicción ni cambiar.

Puse en riesgo mi vida muchas veces. Recuerdo encerrarme en moteles para drogarme solo porque ya no podía estar con nadie más. La adicción era tan fuerte que llegué a alucinar y sentir que la policía, los del anexo o mi familia venían por mí. Era un terror constante”, relató Marco.

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La piedra: La droga más adictiva

La piedra, o crack, es una forma procesada de cocaína que estimula el sistema nervioso central. Según el Centro de Inteligencia Nacional de Drogas de Estados Unidos, se obtiene al disolver cocaína en agua con amoníaco o bicarbonato de sodio, lo que genera una sustancia sólida de aspecto blanquecino. Sus efectos incluyen una euforia inmediata, pero también conllevan consecuencias devastadoras.

De todas las sustancias que consumió, Marco considera que la piedra fue la más adictiva. Al principio, le proporcionaba una sensación de éxtasis, pero con el tiempo, los efectos se volvieron negativos, causando ansiedad y paranoia. Además, su consumo implicaba un alto costo. “Al principio gastaba 200 pesos en lo que eran como ‘tres frijolitos’, pero llegué a gastar hasta 5 mil o 10 mil pesos. Terminé empeñando mis cosas: la pantalla, el refrigerador… todo se fumaba”, compartió.

El camino hacia la recuperación

Marco decidió cambiar cuando lo perdió todo. Viviendo en la calle, se alimentaba de basura. Fue un amigo quien lo rescató, llevándolo a un anexo por una semana y después ofreciéndole asilo en su casa. Marco comprendió que se le estaba dando una nueva oportunidad y decidió aprovecharla.

Hoy, aunque enfrenta secuelas como problemas de memoria y una rodilla dañada, Marco ha transformado su vida. Consiguió trabajo, mejoró su alimentación, comenzó a ejercitarse, asumió su responsabilidad como padre y dedica tiempo de calidad a sus hijos. Además, fundó un grupo llamado Paz y Libertad para ayudar a otras personas a superar sus adicciones.

“Apenas llevamos poco más de dos meses y somos seis miembros. Hemos tenido juntas con más personas, pero sé que este grupo será importante para rehabilitar a muchos. Esa es nuestra meta”, afirmó Marco.

Marco ha llegado a la conclusión de que el cambio comienza con uno mismo. “El alcohol y las drogas siempre estarán ahí, pero eres tú quien decide tomarlos. No podemos culpar a las sustancias por nuestros actos. El problema siempre fui yo”, reflexionó.

La problemática del narcomenudeo en Puebla

Aunque las estadísticas recientes sobre el consumo de drogas en Puebla son limitadas, los datos sobre narcomenudeo indican que las drogas siguen circulando en el estado, aunque con una tendencia a la baja entre 2023 y 2024. Según el Observatorio Ciudadano IGAVIM, hubo incrementos en zonas como la Sierra Norte (48.75%), la Sierra Nororiental (48.90%), y el Valle de Atlixco y Matamoros (109.15%).

Por otro lado, investigaciones como la de la Universidad Iberoamericana de Puebla han evidenciado fenómenos preocupantes como la “sumisión química”, donde narcóticos como el GHB son utilizados en fiestas y bares para drogar a estudiantes y abusar de ellos sexualmente. Este problema ha sido identificado en municipios como San Andrés Cholula.