Tras la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de no recontar las casillas impugnadas en la elección presidencial del pasado 2 de junio, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdió toda esperanza de mantener su registro.
Y es que a pesar de que el PRD impugno los resultados de las elecciones, incluyendo la Presidencia, el Senado y la Cámara de Diputados, buscando la anulación de casillas o un recuento de votos que le permitiera alcanzar el 3% necesario para conservar su registro, los jueces del TEPJF decidieron no anular ningún voto en la elección presidencial dándole la victoria a Claudia Sheinbaum. Como resultado, el PRD obtuvo solo el 1.8% en los comicios.
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En cuanto a las elecciones al Senado y a la Cámara, en las salas regionales se anularon aproximadamente 350 casillas; sin embargo, esto no fue suficiente para que el PRD alcanzara el 3% de la elección.
Tan solo el PRD presentó 203 impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación relacionadas con el cómputo de diputaciones federales. El 17 de julio, la Sala Superior del TEPJF resolvió las primeras 33 impugnaciones, considerándolas infundadas. Con esta decisión, el TEPJF aún tenía pendientes 170 impugnaciones más del PRD contra las resoluciones de las salas regionales. Y aunque el tribunal tiene hasta el 23 de agosto para analizar todas las impugnaciones, el PRD ya ha perdido su registro como partido político.
¿Qué determinó el Tribunal?
Cabe destacar que la Sala Superior del Tribunal Electoral desechó ayer un total de 240 impugnaciones presentadas por partidos de la oposición para anular casillas en la elección presidencial, confirmando así la votación del 2 de junio.
En una votación dividida, se ratificaron los cómputos de las 1,958 casillas cuyos resultados habían sido impugnados en diversos casos por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), las cuales se integraron a 240 juicios de inconformidad.
Durante una sesión extraordinaria, los magistrados determinaron que no se probaron las irregularidades alegadas por los partidos que presentaron impugnaciones, incluyendo acusaciones graves como la intervención de servidores públicos dirigidos para favorecer a la candidatura ganadora, o actos de violencia generalizada.
¿Ya se venía venir la extinción del PRD?
Hace 10 años en una entrevista con El Universal, el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, aseguró que el partido atravesaba por la peor crisis en 25 años, y señaló que en caso de no actuar a tiempo, el instituto político iría a la extinción.
“Hace falta una sacudida al partido. Claro, no se trata de cambiar a unos por otros para que sigan haciendo lo mismo. Se trata de tomar el compromiso y hacer un esfuerzo para hacer crecer al partido ahora que tiene poca presencia y ha mostrado ausencia en lo electoral”, dijo el ingeniero Cárdenas.
Aunque reconoció que el partido que él fundo junto a Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Andrés Manuel López Obrador y otros miembros históricos de la izquierda tuvo altas y bajas, comentó que “son ya años de deterioro en no se han tomado las medidas, sobre todo, a partir de que se empezó a dar reconocimiento estatutario a las corrientes burocráticas”.
La época dorada del PRD
Fue en 1997, cuando el PRD de la mano del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, el sol azteca vivió su mayor resplandor cuando fue electo primer Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Antes de llegar al cargo, Cárdenas Solórzano ganó el debate público con su principal opositor, Alfredo del Mazo. Fue el inicio de los años dorados del PRD y corrió el rumor de una probable insurrección social si él “perdía” la elección, como en 1988. Días antes de la elección, la revista Newsweek en español le dedicó su portada y lo llamó “el segundo hombre más poderoso de México”.
“Por primera vez se abrieron los medios”, recordó Cárdenas en entrevista con La Silla Rota en 2022, “ya no quedaba de otra, pero fue la primera vez que la oposición tuvo acceso a ellos, cosa que no había sucedido antes ni en campañas nacionales y estatales”.
En su libro "Sobre mis pasos", el ingeniero reafirmó esta idea. “Fue este, sin duda, uno de los efectos que arrastró la elección del Distrito Federal que, siendo local, la televisión abierta la convirtió en nacional”.
Debilitado en este contexto, la derrota en el PRI caló y se convirtió en el detonador de una crisis política en medio de falta de acuerdos y de control sobre los grupos de interés que lo conformaban, explicó Miguel González Compeán en el libro "El partido de la revolución, institución y conflicto", editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).