Era la 1:40 pm del jueves 8 de agosto cuando Ana (nombre que se cambió por cuestiones de seguridad) fue víctima de agresión dentro de uno de los baños de mujeres del edificio A de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción (ENALLT) de la UNAM, en Ciudad Universitaria.
La víctima alcanzó a detener al sujeto y a gritos pidió ayuda para evitar que se escapara.
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“Nadie me ayudó”, compartió en un testimonio que difundió en redes sociales.
El agresor se escapó, en pleno día y a la vista de vendedores de libros, de estudiantes sentados en las bancas, apenas a un metro de distancia, y que se comportaron con indiferencia. Los de vigilancia UNAM tampoco actuaron para detener al sujeto agresor.
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“Los de vigilancia hicieron caso omiso a los gritos incluso al bajar corriendo por las escaleras. Reaccionaron ya que se había ido”, critica Ana, quien cuestiona que, además, en las cámaras de vigilancia debió haberse visto lo ocurrido. No es la primera vez que ocurre un incidente similar en la escuela.
“Es decir, con su incompetencia permitieron que hubiera otra víctima. Ya sabían y no tomaron las medidas necesarias para evitar otra agresión. Hay un tipo que reincide acosando y agrediendo a mujeres dentro de las instalaciones ¿y deciden no actuar? ¿Cuántas víctimas tiene que haber?”, explota Ana en su escrito.
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UNAM niega, luego reconoce
Ese mismo día 8 de agosto el secretario Administrativo de la ENALLT, Rubén Olmedo Ponce, emitió un comunicado sobre el ataque. No mencionó que fuera un caso de acoso, sino que lo llamó un supuesto robo, cuya información se difundió en redes sociales, pero que aseguró “no es correcta”.
También informó que el personal de la escuela atendió una situación de emergencia con el apoyo de integrantes de la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad Universitaria para atender la situación de manera inmediata.
Sin embargo, cuatro días después la escuela difundió otro comunicado. El mensaje fue diametralmente opuesto. Ya no lo hizo el director administrativo sino la directora de la ENALLT, María del Carmen Contijoch Escontria.
“Reconozco que lo sucedido en un baño del edificio A de esta escuela el pasado 8 de agosto es un acto reprobable que tenemos que corregir”, mencionó la directora.
A la estudiante “agraviada”, se le ofreció asistencia jurídica y acompañamiento psicológico.
Contijoch Escontria también informó que pidió a la Comisión Local de Seguridad revise y mejore el protocolo de actuación ante un acontecimiento similar. También dio a conocer que se revisará la infraestructura de la escuela en materia de seguridad y se trabajará en la capacitación de la comunidad y el funcionariado.
“Estoy convencida de que con la participación de toda la comunidad lograremos contar con espacios más seguros”, concluyó el comunicado de la directora.
¿Ya había pasado?
De acuerdo con el usuario de Facebook Estudiantado Traducción ENALLT, no es la primera vez que ocurre una agresión de este tipo. En un post afirma que el 27 de febrero un trabajador de la Facultad de Ingeniería acosó a una compañera de la escuela al tomarle fotos y videos a sus piernas, esto durante el curso de chino en el edificio B.
Al notificársele a las autoridades de la ENALLT se le pidió al agresor que borrara las fotos, pero nadie se aseguró de que estuvieran eliminadas, continúa el post.
Después, el agresor se salió del curso de chino pero siguió asistiendo a otros cursos de lengua.
El usuario también critica el primer comunicado de la escuela.
“Nos parece que no cuenta con suficiente contexto y que hace la vista gorda en cuanto a la gravedad del asunto”.
Según la misma publicación, Traducción es la carrera de la ENALLT con más mujeres y pide que no sean expuestas a incidentes de este tipo.
¡Urge seguridad!
En 2023 la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción de la UNAM estuvo en paro por un mes. Una de las peticiones que tenían para reanudar clases era la iluminación en los alrededores del edificio C, ya que era escasa y eso se sumaba a la precaria presencia de personas debido a que hay pocas edificaciones y facultades alrededor y a veces está desierto.
“Esto se vuelve un problema aún más grande cuando anochece, ya que el aislamiento y oscuridad del edificio propicia situaciones de riesgo que ponen en peligro la seguridad del alumnado”, se leía en el documento que incluía el pliego petitorio.
Acoso, problema general
Durante el pasado proceso de selección del nuevo rector, todos los candidatos tuvieron entre sus ejes programáticos el combate al acoso escolar.
De acuerdo con información de La Silla Rota, de 2017 al 14 de noviembre de 2022 se registraron 550 quejas de abuso, acoso sexual y penetración sin consentimiento explícito, ocurridas dentro de instalaciones de la UNAM.
De ese total de quejas, 39 por ciento son por hechos ocurridos en las facultades universitarias, con 217 quejas. Después, casi una quinta parte han ocurrido en las facultades de estudios superiores -planteles que no están dentro de Ciudad Universitaria- con 107 casos, y otra cifra similar ha ocurrido en escuelas universitarias de nivel bachillerato, con 102.
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VGB