Cuando pensamos en comida es fundamental tomar en cuenta la calidad nutricional a la hora de elegir que alimentos vamos a consumir, las regulaciones garantizan que los alimentos contengan la cantidad de nutrientes que declaran, ayudando a mantener una dieta equilibrada y saludable.
Cumplir con las normas genera confianza entre los consumidores, que pueden estar seguros de que lo que compran y consumen es lo que dice ser. Esto es importante para construir y mantener la lealtad del consumidor, ya que las normas aseguran que todos los productores y distribuidores cumplen con los mismos estándares, lo que fomenta la competencia justa y protege a los consumidores de prácticas comerciales desleales.
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Por eso la PROFECO (Procuraduría Federal del Consumidor) nos indica en su estudio para Jamones cuales marcas de jamón no cumplen con lo establecido en la Norma Oficial Mexicana (NOM-158-SCFI-2003) para el tipo de carne con que se elabora le da al jamón la denominación en su etiqueta y no son cien porciento jamón de pavo.
Se analizaron de las diferentes clasificaciones 44 marcas comerciales de jamón además de que en cada producto se determinó lo siguiente:
Calidad sanitaria: Se verificó que los productos tuvieran un adecuado manejo sanitario, así como que no presentaran microorganismos patógenos que pudieran ocasionar daños a la salud.
Calorías: Se determinó el contenido energético por cada 100 g de producto.
Fécula: Se midió el contenido de este ingrediente que es usado generalmente para la retención de agua durante todo el procesamiento y almacenamiento del producto, aumentar el rendimiento y abaratar los costos de fabricación, además hace que un producto contenga más calorías.
Carbohidratos: Se determinó el porcentaje de hidratos de carbono en cada producto.
Grasa: Se informa su contenido por ser una fuente energética, aunque consumir grasa en exceso es dañino.
Humedad: Fue verificada ya que en los jamones cocidos el agua añadida es generalmente el segundo ingrediente pero no debe exceder lo establecido en las especificaciones de la NOM-158-SCFI-2003.
Proteína: Es relevante para evaluar la calidad nutritiva de los productos dada la importancia de su presencia en una correcta dieta alimenticia.
Sodio: En buena parte proviene de la sal adicionada aunque también puede ser proporcionado por otros aditivos. Actualmente se usa en jamón cocido en altas concentraciones aunque su uso disminuye en productos que se denominan con un bajo contenido en sodio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda disminuir la ingesta de sodio para reducir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La ingesta ideal al día es de no más de 2,000 miligramos para los adultos y para los niños de 2 a 15 años ajustar a la baja en función de las necesidades energéticas.
¿Cuáles son las marcas de jamón que no son 100% pavo?
Las marcas de jamón que son 100% pavo:
- BAFAR Jamón de pavo/ México/400 g Tiene 4.7% menos producto.
- LALA PLENIA Jamón Virginia de Pavo/ México/ 250 g No indica en etiqueta el porcentaje de proteína de soya adicionada.
- DUBY Jamón Cocido de Pavo/ México/ 500 g Se denomina “jamón cocido de pavo” pero la totalidad de la carne utilizada no corresponde a muslo de pavo, como lo exige la nom-158-scfi-2003.
- CUADRITOS Jamón Virginia de Pavo/ México/ A granel No cumple el porcentaje de proteína libre de grasa, de acuerdo a la clasificación "preferente" que ostenta.
- PARMA Sabori Jamón Virginia de Pavo/ México/ 250 g No cumple con el 25 % de reducción de sodio para ostentarse como "Reducido en sodio".
- Sparta Cocido Jamón de pavo y cerdo/ México/ 1 kg2 De acuerdo a su formulación, no debería usar la denominación jamón ya que contiene pollo que no declara en ingredientes.
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