El 27 de marzo de 2023 ocurrió la que quizás sea la tragedia migrante más grande en la historia de México, el incendio en un centro de retención de migrantes del instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua. La tragedia dejó un saldo de 40 migrantes muertos y 2 docenas más con lesiones graves por las llamas.
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Las historias, reportajes y demás materiales documentales que dan cuenta de este trágico hecho, suelen señalar como los responsables del siniestro: a los migrantes que, confinados en un cuarto del que no se les permitía salir, iniciaron el incendio que cobró la vida a decenas de ellos; o a los guardias del centro migratorio, quienes no les permitieron escapar de las llamas que ellos mismos iniciaron.
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En un segundo nivel de análisis, se suele señalar a las autoridades mexicanas por las condiciones en las que se encuentran los centros de detención de migrantes en el país, en los que impera la insalubridad y la sobresaturación en casi todos, sino es que en todos. Esta condición, acusan políticos de oposición, activistas y migrantes, es producto de una política migratoria deficiente.
No obstante, un nuevo análisis, realizado por ProPublica y The Texas Tribune, señala que Estados Unidos es igualmente responsable del incendio ocurrido en el centro de detención de migrantes en Ciudad Juárez, Chihuahua. Ello porque las políticas antimigrantes que han implementado durante la última década, han volcado la responsabilidad de frenar el flujo migratorio a México.
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En el caso de México, este se ha visto sobrepasado por el flujo migratorio debido a, por un lado, la incesante batalla contra el crimen organizado, lo que le impide dar prioridad a los migrantes; y por el otro, debido a la presión de Estados Unidos para retener a los migrantes sudamericanos, centroamericanos y del caribe, que intentan cruzar a su territorio a través de la frontera entre ambos países.
Los investigadores de ProPublica y The Texas Tribune señalan que las administraciones de Donald Trump y Joe Biden han empujado el problema migrante a las autoridades mexicanas mientras ellos se lavan las manos de las condiciones que terminan padeciendo los migrantes en el territorio de México. Esto es así, porque la inmigración es un tema político particularmente sensible entre los votantes estadounidenses.
Como muestra de ello, recalcan que, tras la tragedia en Ciudad Juárez, Chihuahua, el Gobierno estadounidense únicamente se limitó a instar a los migrantes a “prestar atención a la tragedia y buscar métodos legales para ingresar a Estados Unidos, sin reconocer que algunos de los atrapados en el incendio intentaban hacer precisamente eso cuando fueron detenidos”.
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Acciones antimigrantes de Estados Unidos
Según el análisis de ProPublica y The Texas Tribune, Estados Unidos es responsable de la situación de precariedad que viven los migrantes en México al “subcontratarle” a este el control de la inmigración hacia su propio país. Pues recalcan que los millones de migrantes varados en México no quieren quedarse en este país sino que buscan llegar a Estados Unidos.
Destacan que la vía legal tampoco es una opción para los migrantes, dado que los trámites para la obtención de asilo llegan a durar años sin que sea seguro que al final obtendrá el permiso para migrar, vivir y trabajar libremente en el país.
Estados Unidos olvida que las personas a quienes demora en resolver su situación migratoria, carecen de recursos para esperar meses o años a que se les otorgue el permiso para ingresar a su país, y que durante todo ese tiempo tendrán que valérselas en situaciones de precariedad en México.
Además, México tampoco puede darles prioridad en tanto que enfrenta sus propios problemas de seguridad y desempleo, sobre todo, teniendo en cuenta que, los migrantes posiblemente terminarán yéndose a Estados Unidos.
Trump y los migrantes
El análisis señala que la crisis migrante en la frontera entre México y Estados Unidos inició con Donald Trump, cuya política migrante como presidente fue el establecimiento de un muro fronterizo con México, pero más allá del muro, acusan, “convirtió a México en un muro”, pues los migrantes centroamericano y sudamericanos terminaron varados en este país.
Con Donald Trump, el Gobierno mexicano se vio presionado para detener a los migrantes en su territorio, durante el tiempo en que las autoridades migratorias evaluaban las solicitudes de asilo, incrementando el número de migrantes de los que el gobierno de México tenía que hacerse cargo y por consiguiente, provocando la sobresaturación de los albergues y centros de detención de migrantes.
Además, durante la pandemia de covid, valiéndose de una sección poco conocida del código de salud pública, el Título 42, ordenó a los funcionarios fronterizos que devolvieran rápidamente a los inmigrantes a México o a sus países de origen, imponiendo una prohibición para que estos ingresarán al país, el cual se encontraba en una emergencia de salud pública.
Con Biden hubo poco cambio para los migrantes
En el caso de Joe Biden, aunque este se mostró a favor de flexibilizar la política migratoria de Estados Unidos, eso solo ocurrió en discurso, pues en la práctica, la presión política hizo difícil relajar la persecución de indocumentados, quienes al final, terminan siendo reenviados a México y no a sus propios países.
Aunque Biden amplió las vías legales para la inmigración a EU, lo que ha sido calificado por su propia administración como el mayor esfuerzo de ese tipo en décadas. ¿De qué sirven estas si se tardan años en dar respuesta a los migrantes?.
La responsabilidad de Estados Unidos sobre la circunstancia de los migrantes en México ha sido reconocida por los propios demócratas, entre ellos el representante de Arizona, Raúl Grijalva, quien al ser entrevistado declaró que “todo el sistema (migratorio) en México es en parte una creación en respuesta a iniciativas que inició Estados Unidos”.
"Por eso deberíamos preocuparnos, porque tenemos cierta responsabilidad", aseveró el político.
Recalcan que la crisis migratoria se ha agravado con Biden debido a que este ha tenido que navegar entre opiniones a favor de facilitar la inmigración y en contra, incluso dentro de su mismo partido.
Por ello, ha caído en equívocos que han afectado la crisis migratoria en México, tal como el relajar la aplicación del Título 42, lo que incrementó la marea de migrantes que se apresuraron a entrar al país, y cuando esta sobrepasó lo que estaban dispuestos a aceptar, cerraron la frontera y nuevamente, presionaron para que México los frenara en su propio territorio.
Estas acciones han hecho, que los migrantes que quieren ingresar llegar a Estados Unidos se disparen rápidamente de 859,000 a 1.7 millones y a 2.2 millones en promedio. Cifras que siguen creciendo.
No obstante, las acciones más radicales contra los migrantes ocurren a nivel estatal en Texas, donde el gobernador Greg Abbott, comenzó a enviar autobuses llenos de inmigrantes a ciudades controladas por los demócratas, como Nueva York, Chicago y Denver. Así como ordenar que los inmigrantes sean devueltos, de forma inmediata, tan pronto cruzan la frontera con México.
Los migrantes en México
En México, la entrada de migrantes provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Colombia y Venezuela, entre otras nacionalidades, por su frontera sur, rumbo a la frontera norte, donde se topan con la imposibilidad de cruzar a Estados Unidos, ha provocado una situación de campamentos migrantes saturados y sin recursos en ciudades fronterizas.
Esto mismo ha provocado que los migrantes se manifiesten por la desesperación de no saber qué pasará con ellos, ya no en el futuro, sino en el presente, pues sin oportunidad de cruzar a EU, tienen que buscarse la vida en un país en el que quedan a merced del crimen organizado, por la incapacidad del Gobierno para darles atención a todos ellos.
Pero por si fuera poco, tampoco son libres de hacer su vida en México, porque, se realizan detenciones masivas de migrantes y se les lleva a centros de detención sobresaturados.
El estudio de ProPublica y The Texas Tribune denuncia que las muertes de migrantes no hacen mella en las autoridades estadounidenses, para quienes los derechos de los migrantes son un tema de posición política.
VGB