Decenas de personas, en su mayoría jóvenes, realizaron una manifestación pacífica en las inmediaciones de la Embajada de Ecuador en México, ubicada en la colonia Polanco de la Ciudad de México. Concentración que culminó con la entonación del Himno Nacional Mexicano y “Cielito Lindo”.
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Desde la mañana de este sábado, la Embajada ecuatoriana fue resguardada por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX), donde se instalaron vallas metálicas alrededor del recinto.
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Sin embargo, esto no evitó que al menos un centenar de personas se concentrara en la calle Tennyson para protestar por el asalto policial a la Embajada mexicana en Quito, ordenado por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
Durante la manifestación, mexicanos, argentinos, colombianos, uruguayos, e incluso ecuatorianos, mostraron su indignación, por lo que ellos califican una “invasión” al territorio nacional y lanzaron consignas como “Ecuador sí, Noboa no”.
“Hoy, aquí frente su Embajada, le venimos a decir a ese presidente que violentó el Derecho Internacional que, ¡ya basta! y le exigimos que se restituya nuestro Derecho Internacional”, señaló uno de los voceros.
Asimismo, los inconformes acusaron a Estados Unidos de estar detrás del allanamiento al edificio diplomático de México para desestabilizar la unidad latinoamericana y exigieron una respuesta contundente de la Corte Internacional de Justicia.
"Hay una disputa por América Latina porque la acción del día de ayer es probablemente una intervención de otros países para dinamitar la unidad y las relaciones entre nuestros pueblos. Apostamos porque se puedan recuperar las relaciones diplomáticas entre México y Ecuador, pero que, sobre todo, se respete la soberanía nacional", explicó uno de los manifestantes.
Con banderas, pancartas y bocinas, los manifestantes acusaron durante dos horas al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, de “dictador”, “fascista”, “junior” y de “marioneta imperialista”. Además, mostraron su simpatía con el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, al grado de gritar “es un honor estar con Obrador”.
Durante la protesta, las puertas y ventanas del consulado ecuatoriano se mantuvieron cerradas y resguardadas. Eso sí, con la bandera amarilla, azul y rojo ondeando en el patio central.
Casi al finalizar, un par de jóvenes lanzaron botellas y realizaron pintas en la carpeta asfáltica; no obstante, el resto de los manifestantes los llamaron a conservar la calma y a no realizar actos violentos, por lo que los adolescentes terminaron retirándose