La investigadora del Programa Universitario de Bioética (PUB) de la UNAM, Carol Hernández Rodríguez hizo un llamado para aumentar la ingesta de plantas, cereales y semillas en la alimentación tras señalar que consumir alimentos de origen animal provocan graves daños al planeta.
La académica señala que el consumo de carne huevos, lácteos, así como la acuacultura, utilizan aproximadamente 83 por ciento de la tierra agrícola y contribuyen con 56 a 58 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, como resultado de la obtención de comestibles.
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Hernández Rodríguez comentó que en los sistemas agroalimentarios, las naciones que producen 50 por ciento de ese tipo de contaminantes son: Estados Unidos, China, países de la Unión Europea, Brasil, India e Indonesia.
De acuerdo con la especialista, se calcula que para 2050 la producción agrícola tendrá que incrementarse 50 por ciento para alimentar a la población mundial, estimada en más de nueve mil 700 millones de personas.
Los impactos en el medio ambiente previstos serán aún mayores considerando el aumento en el consumo de productos animales, del desperdicio y otras modificaciones en nuestras dietas, precisó.
La investigadora del PUB de la UNAM estima que en los próximos cien años pueda aumentar entre 1.5 y 4.8 grados centígrados. Más de 95 por ciento de este ascenso es resultado de la actividad humana, y es un ritmo de calentamiento sin precedentes históricos, subrayó Hernández Rodríguez.
Las contribuciones de la agricultura a la generación de los gases de efecto invernadero son directamente causadas en 17 por ciento por el ámbito agrario, mientras que de siete a 14 por ciento son indirectas por el cambio de uso de suelo y deforestación para introducir ganado y ampliar zonas de cultivo.
Además, son importantes los impactos medioambientales de la labranza en la biomasa mamífera (excluyendo humanos), pues 94 por ciento proviene del ganado; mientras que la agricultura y la acuacultura constituyen una amenaza directa para 24 mil especies en peligro de extinción.
La solución
La investigadora recomendó implementar las dietas veganas, que evitan la ingesta de alimentos de origen animal, ya que se basan en plantas, cereales y semillas.
También volver al agrosistema productivo conocido como milpa, el cual consiste en el policultivo que puede incluir distintos vegetales según la región, aunque generalmente se refiere a la triada maíz, frijol y calabaza.
Este método tradicional mexicano permite aprovechar el suelo y hacer eficiente el uso del agua, pues en un mismo espacio se cultivan varias verduras, razón por la cual es altamente sustentable. Además, evita el empaquetado y promueve la alimentación con productos frescos.