En el informe entregado por la Secretaría de Hacienda a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública a la Cámara de Diputados, donde se delinean los Pre-criterios de Política Económica 2025, se ofrece una visión sobre las proyecciones económicas y fiscales para el futuro inmediato de México.
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Los Pre-criterios de Política Económica 2025 ofrecen una visión integral sobre las perspectivas económicas y fiscales de México, destacando la importancia de la consolidación fiscal y el impulso a la actividad económica para el crecimiento sostenido del país en los próximos años, sin embargo, también advierten sobre tendencias a la baja y la necesidad de "apretarse el cinturón" durante el arranque del próximo sexenio con el objetivo de que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México sea de 2.5% el año próximo.
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En 2023, señala el reporte de Hacienda, México registró un crecimiento económico de 3.2% anual, ligando tres años consecutivos de crecimiento por encima de su promedio histórico. Aunque se observó una desaceleración en el cuarto trimestre del año, se consolidó como el principal socio comercial de Estados Unidos en América Latina y aumentó sus exportaciones. A pesar de algunos desafíos, como la disminución del volumen de comercio mundial y eventos adversos, la balanza no petrolera registró un saldo superavitario.
Política de gasto y consolidación fiscal
Para lo que resta del año 2024, se mantiene una orientación del gasto público hacia la culminación de obras de infraestructura y la provisión de programas sociales. Sin embargo, se prevé una consolidación fiscal para 2025, con un menor gasto debido a la disminución del costo financiero y un menor gasto programable, excluyendo gastos no recurrentes previstos en 2024.
Esto se traducirá en un ajuste a la baja del déficit público, reflejado en un superávit primario y un nivel de Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) estimado en un 3.0% del PIB. La deuda pública se mantendrá estable en un 50.2% del PIB en ambos años.
Dentro de las perspectivas para 2024 y 2025, se anticipa que la economía mexicana continúe creciendo por encima de su promedio histórico, impulsada por una demanda interna sólida y un mercado laboral dinámico. Se espera un crecimiento sostenido del consumo privado y la inversión, así como una mejora en los patrones de consumo y la entrada de nuevas tecnologías. Se proyecta una desaceleración moderada en la actividad económica en comparación con 2023, debido a la normalización de algunos subsectores de las actividades terciarias.
"En materia de gasto público, se anticipa una reducción de 35 mil millones de pesos en el costo financiero respecto al nivel aprobado, derivado de las acciones emprendidas para mejorar el perfil de vencimientos del Gobierno Federal y reducir riesgos financieros. A lo anterior se suma un menor gasto en Adefas en 12 mil millones de pesos, que será parcialmente compensado por mayores participaciones a las entidades federativas y municipios en 4 mil millones de pesos respecto a lo aprobado debido al mejor desempeño de la recaudación federal participable. Ante la expectativa de mayores ingresos presupuestarios y un menor costo financiero, se estima un aumento del gasto programable de 165 mil millones de pesos", se lee en el documento de Hacienda.
Riesgos y retos de cara a 2025
Entre los riesgos al alza se encuentran una posible disminución más rápida de los cuellos de botella en la producción, una aceleración de los proyectos de infraestructura y una resolución de tensiones comerciales globales. Sin embargo, también se contemplan riesgos al escenario de pronósticos, como una reducción significativa de las tasas de interés y las primas de riesgo.
Se espera un aumento de los ingresos presupuestarios y una reducción del déficit presupuestario equivalente al 5.0% del PIB. Se anticipa un incremento de los ingresos tributarios y una disminución de los ingresos petroleros. Se proyecta una reducción del gasto neto total pagado, con una disminución del costo financiero y un menor gasto programable. Se estima una reducción del gasto no recurrente, sin afectar los compromisos de gasto social ni la provisión de servicios públicos.
"Los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) ascenderán a 5.9% del PIB en 2024, mayores en 0.5 puntos porcentuales (pp) respecto a lo estimado en el Paquete Económico 2024. No obstante, en 2025, se anticipa un ajuste a la baja del déficit público, que se verá reflejado en un superávit primario y un nivel de los RFSP de 3.0% del PIB. De este modo, se anticipa que la deuda pública se mantendrá en un nivel estable de 50.2% del PIB en ambos años, por debajo de las previsiones para otras economías emergentes y otros países con la misma calificación crediticia".