El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este domingo que no se cerrará ninguna refinería en México, en respuesta a la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, a quien se refirió como "una persona" y no por su nombre.
Gálvez prometió cerrar las refinerías de Cadereyta, Nuevo León, y de Tampico, Tamaulipas. Además, el presidente nacional del PAN, Marko Cortés, exigió el cierre de la refinería de Tula, Hidalgo.
En tanto, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) han estado señalando intromisiones del Ejecutivo en la elección en curso.
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A través de un mensaje de redes sociales, el mandatario mexicano comentó que el alcalde panista de Cadereyta, Cosme Leal Cantú, afirmó que emprenderá una defensa de la refinería, para que esta no sea cerrada o reubicada.
López Obrador dijo, a manera de burla, “ya la libramos”, porque no se cerrará ninguna de las refinerías del país, ya que la de Tampico no existe, luego de los dichos de Xóchitl Gálvez.
“Una persona dijo que había que cerrar la refinería de Tula, otra más dice que no, que mejor cerrar la de Cadereyta y la de Tampico. Hoy el presidente municipal de Cadereyta dijo que no permitiría que se cerrara la refinería de ese municipio. De modo que ya la libramos porque no se cerrará ninguna, dado que la de Tampico no existe”, lanzó el titular del Ejecutivo federal.
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Además, López Obrador recordó que tanto el general Lázaro Cárdenas como el presidente Adolfo López Mateos defendieron el petróleo en su momento, de este último señaló que advertía en 1960 el siguiente punto:
“No se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a los inversionistas extranjeros”.
Esto dijo Xóchitl Gálvez
Apenas ayer sábado, la candidata a la Presidencia de la República por la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez Ruiz, se comprometió desde Monterrey, a cerrar las refinerías de Cadereyta, en Nuevo León, y Madero, en Tamaulipas (aunque se refirió a ella como Tampico), durante sus primeros seis meses de gobierno si es que gana las elecciones del 2 de junio.
Ante un auditorio lleno de simpatizantes, militantes y medios de comunicación en el Parque Fundidora, la abanderada del PRI, PAN y PRD explicó que ambas instalaciones a cargo de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) están afectando la calidad de vida de los habitantes de las ciudades de Monterrey y Tampico. Dado su antigüedad y deterioro, descartó la posibilidad de modernizarlas o reconfigurarlas como la refinería de Tula, en Hidalgo, donde el actual gobierno trabaja en la construcción de una coquizadora.
Sobre la empresa paraestatal, la abanderada de la oposición compartió que su visión se enfoca en una transición a una empresa que, además de extraer y comercializar petróleo, genere electricidad a base de la cogeneración y la geotermia. Su nuevo nombre sería Energías Mexicanas (Emex), aseguró.
“El Pemex del futuro, al igual que todas las empresas petroleras del mundo, tendrán que transformarse y modernizarse. Yo visualizo a Emex, Energías Mexicanas (…) Con esto, México va a reducir sus emisiones al dejar de quemar metano y producir combustibles y electricidad limpia, y así cuidar la salud de los mexicanos y de nuestro planeta, volviéndose una empresa rentable, ya que dejará de ser un riesgo para las finanzas públicas”, agregó.