En México, el sistema de pensiones es administrado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Estos institutos son responsables de administrar los fondos de pensiones de los trabajadores del sector privado y del sector público, respectivamente, pero también existe el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) y las cuentas individuales administradas por Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore).
En este sentido, el objetivo es que, al momento de su retiro, los trabajadores cuenten con un fondo acumulado que les permita financiar su jubilación de manera adecuada, por eso los expertos también recomiendan las aportaciones voluntarias para incrementar su ahorro y su pensión sea mayor.
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Pero, actualmente no sólo existen pensiones por haber trabajado cierto tiempo de años, por viudez, por orfandad o por discapacidad, también existen las pensiones que reparte el Gobierno de México para ayudar a la economía de los adultos mayores, como es el caso de la Pensión del Bienestar.
La Pensión del Bienestar es un programa implementado por el Gobierno de México para brindar apoyo económico a adultos mayores en situación de vulnerabilidad de 65 años y más. A los beneficiarios se les entrega 6,000 pesos cada dos meses para reducir la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los grupos más vulnerables de la población, por lo que busca ayudar a los adultos mayores a cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, medicamentos y otros gastos relacionados con su bienestar.
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Por eso, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador señaló que una de las 20 reformas que propuso este 5 de febrero de 2024 tiene que ver con la Pensión del Bienestar, pues busca reafirmar el derecho a la pensión de adultos mayores a partir de los 65 años y aumentar el monto año con año, lo mismo para personas con discapacidad quienes recibirán una pensión de carácter universal.
Lo anterior forma parte del paquete de reformas que entregó el presidente de México y tiene que ser aprobado por el Congreso, sin embargo, hay que recordar que fue el año cuando México, ¿cómo vamos? publicó un texto de Este país dónde señala la problemática que hay en cuanto las pensiones en México.
¿Qué pasará con la Pensión del Bienestar y la tarjeta del INAPAM?
Primero, la realidad es que, el sistema de pensiones en México ha enfrentado desafíos debido al envejecimiento de la población, la disminución en la tasa de natalidad y otros factores demográficos que han puesto presión sobre la sostenibilidad del sistema, por lo que en dicho texto se sugiere rediseñar la Pensión del Bienestar.
El presidente de México con la reforma que presentó pretende que la Pensión del Bienestar sea un derecho a partir de los 65 años y que aparte cada año el monto de la ayuda aumente, cabe mencionar que este programa social desde mayo de 2020, se estipula en el artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, convirtiéndose así en un derecho constitucional irrevocable.
Sin embargo, en el texto ya mencionado se sugiere orientar e incentivar a las personas a solicitar transferencias en efectivo condicionadas a esfuerzos administrativos, como la realización de exámenes médicos periódicos en centros de salud públicos. De esta manera, el apoyo de la Pensión del Bienestar se dirigiría hacia la población dispuesta a realizar estos esfuerzos, aumentando la probabilidad de que sean hogares pertenecientes a los deciles más bajos, en lugar de hogares con mayores ingresos. Así, las pensiones entregadas a través de la Pensión del Bienestar serían más fáciles de cubrir por más años según el texto dedicado a las pensiones.
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En cuanto a la tarjeta INAPAM, si bien desde el año pasado se anunció que se buscaba la desaparición de organismos, incluyendo el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, hasta el momento se sabe que la tarjeta de descuentos que reciben los adultos mayores de 60 años y más no desaparecerían, pero sí se fusionaría con la Secretaría del Bienestar.
La tarjeta INAPAM brinda una serie de beneficios y descuentos a las personas mayores de 60 años que la poseen. Estos beneficios pueden incluir descuentos en transporte público, servicios médicos, farmacias, espectáculos, actividades recreativas, y diversos establecimientos comerciales y servicios turísticos.