El presidente Andrés Manuel López Obrador desató una ola de críticas luego de que exhibiera el número de celular de Natalie Kitroeff, jefa de corresponsales del New York Times, quien quien escribió una carta para solicitar la opinión del presidente mexicano sobre presuntos nexos de sus colaboradores con el cártel de Sinaloa, incluyendo a sus hijos, ya que el diario estadounidense estaba preparando un reportaje al respecto, pero el mandatario lo tomó como una amenaza. Aunque el reportaje no es el primero en su tipo que ha salido en las últimas semanas.
Pero el presidente Andrés Manuel López Obrador, proyectó la carta íntegra que envió Natalie Kitroeff a Jesús Ramírez, Coordinador de Comunicación Social de Presidencia, donde incluía la solicitud para conocer la opinión de López Obrador y las siete preguntas, así como el número de celular de la periodista.
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Reportajes de presuntos nexos del narco con AMLO
Y es que a pesar de que el gobierno de Estados Unidos indicó que no hay ninguna investigación abierta contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y los presuntos nexos de su gente cercana por el supuesto financiamiento de su campaña en 2018 por parte el cártel de Sinaloa, el mandatario mexicano siguió haciendo ruido con el reportaje del New York Times.
El diario estadounidense publicó horas después el reportaje, horas después de que López Obrador adelantó que se sacaría un reportaje en el New York Times, que también criticó al mandatario mexicano haber exhibido el teléfono celular de su jefa de corresponsal.
Anteriormente, el reportero Tim Golden, publicó en el sitio ProPublica, un reportaje donde también destaca información de la DEA sobre presuntos nexos de gente cercana a López Obrador con el cártel de Sinaloa, que presuntamente entregó millones de dólares para la campaña presidencial en 2006.
En opinión de Jorge Fernández Menéndez, en su columna Razones publicada en Excélsior, la The New York Time no violó ninguna regla periodística, ya que fue el propio gobierno de Estados Unidos quien le proporcionó información sobre la investigación que realizaron agentes de la DEA.
Además indica que los funcionarios del gobierno estadounidense desde hace tiempo están preocupados y sospechan de presuntos nexos del con el presidente Andrés Manuel López Obrador y cita algunas de esas sospechas como la tibia o nula respuesta del gobierno contra la delincuencia organizada.
La 4 sospechas de presuntos nexos con el narco
En primer lugar cita detención y posterior liberación de Ovidio Guzmán luego de que las fuerzas armadas lo detuvieran en Culiacán, Sinaloa, pero ante bloqueos, enfrentamientos e incendio de vehículos por parte del cártel de Sinaloa, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ordenó liberarlo. A los hechos se le conoce como "El Culiacanazo", que se registró en octubre de 2019.
Pero no solo eso forma parte de las sospechas de Estados Unidos y los presuntos nexos del narco con el gobierno de López Obrador, sino también el saludo que dio López Obrador a Consuelo Loera, mamá del otrora líder del cártel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo" Guzmán, durante su gira por aquel estado en marzo de 2020.
Otro punto que propicia las sospechas es la política de "abrazos y no balazos", contra los integrantes de las bandas del crimen organizado, que ha desatado una espiral de violencia en los estados del país, donde los grupos se disputan el control de los territorios.
Así como la manera en la que el presidente López Obrador se refiere a los criminales, aunado a la falsa narrativa sobre la violencia y la inseguridad que padece el país.