El diario estadounidense The Wall Street Journal publicó este domingo 25 de febrero su reportaje “La política criminal de México de 'abrazos, no balazos' propaga dolor, asesinato y extorsión”, donde se refirió a los carteles mexicanos como los principales generadores de violencia y como consecuencia los responsables de asesinar y desaparecer personas.
Dicho medio se refiere a dos carteles en particular: Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cartel de Sinaloa (CDS), quienes según lo publicado poco a poco se han extendido en más territorios y con el asesinato de sus rivales, la neutralización de policías, apropiándose de inmuebles e incluso teniendo contratos con municipios se están apoderando del país, señala el diario.
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El diario señala que las políticas que ha tenido el presidente Andrés Manuel López Obrador de “abrazos y no balazos” es la principal medida por la que desde el 2018 hasta el 2024 los carteles han avanzado obteniendo más poder y territorio, pues han convertido las calles de México en un campo de batalla donde “luchan a muerte por la participación de mercado” señala WST (periódico por sus siglas en ingles).
CJNG y CDS los “dueños” de México
El CJNG, según un informe que dio a conocer en julio de 2023 la DEA, opera en 21 de las 33 entidades de México y en prácticamente todos los continentes con excepción de la Antártida, su líder es Nemesio Rubén Oseguera Cervantes mejor conocida como “El Mencho”, según reportes es originario de Michoacán y tiene 58 años de edad, es el narco más buscado en México y Estados Unidos ofrece hasta 10 millones de dólares por su cabeza.
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El CDS, según la DEA, opera en 19 entidades del país, es uno de los carteles con más experiencia, su fundador es Joaquín “El Chapo” Guzmán (hoy preso), e Ismael “El Mayo” Zambada García, actual líder junto a Iván Archivaldo Guzmán Salazar hijo del Chapo.
Ambos carteles de la droga tienen a su servicio diferentes brazos armados, quienes son los principales peones y en varias ocasiones sirven como “carne de cañón” para pelear la plaza y así expandir sus territorios, por ello en varias ocasiones representan choques entre ellos, sin embargo, las victimas terminan siendo las personas.
Tanto Ejercito, Marina, Guardia Nacional y fuerzas estatales, son las principales corporaciones que se encargar de abatir o poner tras las rejas a miembros de ambos carteles, pero esto no es suficiente, pues se calcula que son miles de miembros quienes forman parte de estos grupos armados.
Ambos grupos son los principales que aquejan al país, sin embargo, también hay otros distribuidos a lo largo del país, estos provocan muertes inocentes, inseguridad, extorsiones y a su vez diferentes problemas locales.
“Abrazos, no balazos” la frase del sexenio
La frase “abrazos, no balazos” que es utilizada por diversos periodistas y medios de comunicación para hacer referencia a la “tibieza” que se le tiene al crimen organizado por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fue dicha por primera vez cuando todavía era candidato, justo en el segundo debate presidencial.
En la arena política, López Obrador durante la campaña siempre se mostró crítico con el oficialismo, con frases populares y algunos chistes, muchos simpatizantes les pareció esto divertido, incluso esta frase fue hecha, a manera de broma un remix.
A partir de ese momento, la frase ha acompañado a AMLO en columnas de opinión, encabezados y más. Aún la usa en algunas ocasiones, sin embargo, la oposición le exige use a las fuerzas armadas para luchar de manera directa contra los carteles de la droga.
Pero el propio presidente sigue mostrando serenidad ante estos asuntos, por ejemplo, en una visita que tuvo a elementos de la Guardia Nacional, esto en febrero del 2020, “es muy importante saber cuáles son límites en el uso de la fuerza porque tenemos que ser respetuosos de los derechos humanos, los delincuentes son seres humanos que merecen también nuestro respeto" les dijo a los nuevos elementos. Por ello se ha interpretado que AMLO ha dejado propagar a los carteles de la droga en México y esto a su vez genera inseguridad.