La reunión entre obispos con líderes de grupos criminales en el estado de Guerrero ha generado distintas reacciones entre la clase política. Este 14 de febrero se dio a conocer que el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, y otros líderes religiosos de regiones como Ciudad Altamirano, Tlapa, y el arzobispo de Acapulco, solicitaron la paz ante la violencia que afecta a transportistas en áreas como Acapulco, Zihuatanejo, y más.
La iniciativa, promovida por el obispo José de Jesús González Hernández, busca movilizar tanto a la comunidad religiosa como a la sociedad civil para demandar estrategias que promuevan la paz y la seguridad. Esta preocupación surge en un contexto donde Guerrero enfrenta una crisis de seguridad, marcada por actos de violencia que afectan a sus habitantes. No obstante, las negociaciones fracasaron debido a conflictos sobre el control territorial.
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Este 15 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su visto bueno a la reunión entre religiosos y grupos delictivos, durante su conferencia de prensa matutina dictada desde el mismo estado de Guerrero, en el puerto de Acapulco. “Sacerdotes, pastores e integrantes de todas las iglesias, participan y ayudan, lo veo muy bien. Creo que todos tenemos que ayudar y contribuir a conseguir la paz”, señaló el mandatario.
El presidente agregó que la responsabilidad del Estado mexicano es garantizar la paz y tranquilidad con elementos de las fuerzas armadas, Guardia Nacional y policías estatales y municipales.
Por su parte Iván Salgado, presidente de Coparmex Chilpancingo, señaló que la situación en el estado "es más allá de lo que vemos como ciudadanos y lo que exigimos es que haya, pues esa esa paz social, en entrevista con Sergio Sarmiento y Lupita Juárez en su programa radiofónico de El Heraldo. "Creo que la base de la solución es cualquier conflicto pues es ir al diálogo y esperemos que haya diálogo en todos los sentidos donde pues pueda dar una resolución inmediata", expuso.
Violencia no da tregua en Guerrero
Desde hace semanas diversas zonas del estado como Acapulco, Taxco, Chilpancingo y ahora Iguala los transportistas están siendo asechados por el crimen organizado, pues han atentado contra su integridad. El ultimo hecho se registró el martes 13 de febrero a medio día en la colonia Adrián Castrejón, en Iguala, el hombre asesinado fue reportado como Tomas Reyna Abarca, quien era líder transportista.
Ser taxista u operador de alguna ruta de transporte es un trabajo de alto riesgo en las zonas mencionadas, grupos criminales se han dedicado a sacar dinero a través de intimidaciones contra los trabajadores, es decir, cobran una "renta" a todos aquellos que se dediquen a este oficio.
De acuerdo con la organización International Crisis Group, se estima que en el estado operan alrededor de 40 células delictivas, tal es el caso de: Familia Michoacana, Los Tlacos, Los Ardillos, Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Guerreros Unidos, Los Viagra, Los Rojos, entre otros son los principales protagonistas de esta violencia.