El diario estadounidense The Washington Post publicó este domingo en su portada un reportaje sobre el auge mundial del tráfico de cocaína, pero el protagonista no fue un narcotraficante mexicano, sino un capo albanés que rivaliza con los cárteles de México.
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El protagonista de este reportaje es Dritan Rexhepi, quien en una década logró construir un negocio de contrabando que iba desde los campos de Colombia hasta los puertos de Ecuador y las calles de Europa, dijeron investigadores italianos y latinoamericanos.
La droga con la que Rexhepi hace competencia a los cárteles mexicanos se transporta en paquetes sellados con el nombre “Bello”. Él ha sido uno de los protagonistas de la explosión global en la industria de la cocaína.
Dritan Rexhepi, de 44 años, construyó gran parte de su imperio desde una celda de una prisión ecuatoriana, fomentando conexiones con pandillas latinoamericanas y convirtiendo su pabellón en una suite ejecutiva. Un abogado que lo representa en Albania declinó hacer comentarios. Rexhepi, en una apelación de 2015, negó cualquier participación en el tráfico de drogas, “ya sea como autor, cómplice o cómplice”. Pero en 2021, Italia solicitó su extradición y advirtió a las autoridades de Ecuador en una carta desde su embajada en Quito que Rexhepi era el “líder indiscutible” de una red de narcotráfico albanesa con alcance global y acceso a “cantidades infinitas de cocaína”.
En noviembre de 2023, el capo albanés fue arrestado en Estambul, Turquía. Rexhepi, líder del cártel Kompania Bello, estaba preso en Ecuador desde el 2014, pero obtuvo un beneficio penitenciario, salió de la cárcel y huyó. Las autoridades ecuatorianas desconocían su paradero desde enero de 2022.
El estallido del tráfico de la cocaína desde América Latina
Se destaca en este trabajo que el tráfico de cocaína es mucho mayor y más diverso geográficamente que en cualquier otro momento de la historia, a medida que los traficantes albaneses amplían el mercado de la droga en Europa.
América del Sur produce ahora más del doble de cocaína que hace una década. El cultivo de coca en Colombia, origen de la mayor parte de la cocaína del mundo, se ha triplicado, según cifras de Estados Unidos, y la cantidad de tierra utilizada para cultivar el ingrediente base de la droga es más de cinco veces mayor que cuando el narcotraficante Pablo Escobar fue asesinado en 1993.
El ascenso de la cocaína sigue sin freno, ya que en 2022 se presentó una producción récord de 2,757 toneladas de cocaína en todo el mundo, un aumento del 20 por ciento con respecto a 2021, según el informe mundial sobre drogas más reciente de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
La batalla dada en Estados Unidos contra esta droga no ha dado resultados, pues en ese país se da el mayor consumo y ahora ha crecido, dejando sin efectos los miles de millones de dólares gastados en la guerra contra el estupefaciente.
Desde América Latina, la producción y transporte de la cocaína se ha fortalecido con el paso de los años, ahora es Ecuador uno de los principales puntos de tránsito de esta droga y también con ello se ha generado una fuerte ola de violencia en ese país.
Los albaneses y el tráfico de cocaína a Europa
Las redes albanesas han favorecido el aumento del consumo de cocaína en el Continente Europeo para rivalizar con los Estados Unidos.
Grupos criminales balcánicos, italianos, turcos y rusos han invadido América Latina para participar en la acción. Pocos han logrado abrirse camino en el tráfico de cocaína como las redes criminales albanesas, dicen investigadores y analistas.
A medida que la producción de cocaína se disparaba, dijeron los investigadores, las redes criminales albanesas aprovecharon la oportunidad que se presentaba. Fueron fundamentales para llevar la droga a Europa e impulsar el consumo en todo el continente.