EZLN

Cartas Ernesto Zedillo-Subcomandante Marcos y el EZLN, a 30 años de distancia

Este 2024 se cumplieron 30 años de la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas y recordamos la correspondencia que tuvieron el entonces presidente, Ernesto Zedillo, y el movimiento insurgente

Cartas Ernesto Zedillo-Subcomandante Marcos y el EZLN, a 30 años de distancia.Créditos: Cuartoscuro
Escrito en NACIÓN el

Hace 30 años, el 1 de enero de 1994, México fue testigo de un acontecimiento inesperado que marcó un punto de inflexión en su historia, ya que mientras el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari y la oligarquía celebraban la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que consolidaría el modelo neoliberal, desde la Selva Lacandona emergió una organización que sacudió al país y al mundo: el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), una lucha en defensa de los derechos de los pueblos indígenas.

ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO

SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE LA SILLA ROTA DE GOOGLE NEWS

Días antes, el 29 de diciembre de 1994, la Dirección General de Comunicación Social de la Presidencia difundió seis cartas enviadas por el expresidente Ernesto Zedillo al EZLN antes de asumir el cargo, junto con las tres respuestas recibidas del movimiento.

En dichas cartas, Zedillo expresó su interés en lograr una solución pacífica para Chiapas a través de un diálogo directo y sin intermediarios. Sin embargo, el EZLN, aunque reconoció el gesto, condicionó su participación en las negociaciones a una consulta previa con el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General, reafirmando su postura frente al gobierno.

Esto decían las cartas entre Ernesto Zedillo y el Subcomandante Marcos:

1. Zedillo al EZLN (15 de septiembre de 1994)

1. La única solución real y justa será la que provenga del dialogo y la negociación. Es innecesario, y sería profundamente doloroso, pasar de nuevo por la violencia para sólo entonces volver a encontrar el camino de la negociación. Hay que ir directamente a ésta. No dejemos para dentro de varios años, y después de mucho sufrimiento, lo que podemos iniciar desde ahora. Mi convicción personal y el mandato recibido el 21 de agosto son por la paz.

2. La solución tiene que ir al fondo de los problemas sociales y de justicia.

3. Ustedes tienen que ser parte activa de la solución. La corresponsabilidad será importante no únicamente para la concepción de las soluciones, sino también para su ejecución. El esfuerzo que hasta ahora ha supuesto levantar las banderas y hacer valer la lucha será después el esfuerzo para realizar las soluciones.

4. Debe construirse la confianza y el respeto mutuos, sin exigir el sacrificio de las divergencias. Así, debe privilegiarse la seriedad y la solidez de la negociación aún a costa de la rapidez. La paciencia tendrá como premio soluciones de mayor calidad.

5. Es claro que, particularmente al inicio, debe otorgarselé la más alta preferencia a la seguridad de sus representantes. Por tanto, para contactos iniciales mi representante, con las seguridades que se le puedan ofrecer, acudirá al sitio que ustedes indiquen. En esos encuentros, podrá determinarse un procedimiento de trabajo y comunicación. En todo caso y en todo momento, nosotros guardaremos a mas absoluta confidencialidad. Mi enviado personal es [los nombres fueron ocultos] son para mi conductos confiables.

Foto: Archivo LSR

2. Respuesta de Marcos (16 de septiembre de 1994)

Recibí el día de hoy, en sobre cerrado y con la discreción debida, su carta de fecha de 15 de septiembre de 1994. Los temas que traía en su misiva son delicados y debo consultarlos con los miembros del CCRI-CG del EZLN. En cuanto tenga respuesta de mis superiores le haremos llegar una comunicación por los medios acordados. No podemos dejar de reconocer la volitad que lo anima a usted para tomar la iniciativa en esta comunicación. 

Foto: Archivo LSR

3. Zedillo a Marcos (11 de octubre de 1994)

Reciban un saludo y mi agradecimiento por su disposición de mantener esta línea de comunicación. Pongo a su consideración que de ahora al 10. de diciembre tenemos una circunstancia especialmente favorable para iniciar y avanzar en un diálogo que reúna las condiciones deseables de discreción y eficacia. Ahora la opinión pública se ocupa de los contactos de ustedes con el gobierno; nadie de una posible relación entre ustedes y un servidor. Creo que, si ustedes lo juzgan adecuado, podríamos utilizar provechosamente las próximas semanas. Les reitero todo en mi anterior comunicación, y les aseguro que estoy pendiente en la medida de mis capacidades de que no se cometan actos de violencia por pante de las autoridades.

Foto: Archivo LSR

4. Respuesta de Marcos (14 de octubre de 1994)

Recibí su carta de fecha de 11 de Octubre de 1994. Reconocemos la importancia de lo señalado por usted, pero es preciso llamar la atención sobre el clima de provocación belicista en el gobierno federal. Respecto a su misiva anterior, en cuanto concluya la consulta que hacemos con nuestros jefes, le comunicaré su decisión. Nos damos cuenta de las limitaciones a las que se enfrenta para dar más indicadores de su voluntad de diálogo. Acá solo vemos señales de guerra: provocaciones, amenazas, calumnias y mentiras.

Tenemos interés en que usted sepa lo que el portador de la presente vio estor días acá.

Foto: Archivo LSR

5. Zedillo a Marcos (1 de noviembre de 1994)

Aprecio su disposición a recibir a mi enviado, Mano Luis Fuentes, persona de toda mi confianza y autorizada para dialogar ampliamente sobre los temas que se juzguen pertinentes.

Reitero que como ciudadano y como futuro presidente de la República, solo creo en el dialogo, la negociación, la comprensión mutua, la buena fe y el amor a México para llegar a una solución real, permanente y justa.

Tengo plena confianza de que su pasión por las causas sociales que sostienen es igualada por su pasión por la paz. Así lo acredita su sensata actitud desde la segunda semana de enero. Con total convicción esa actitud será invariablemente correspondida.

Considero indispensable que haya un mejor conocimiento mutuo de las ideas de cada parte. Deseo conocer mejor sus preocupaciones, los propósitos esenciales de su lucha y sus propuestas. Deseo que conozcan mi visión de los problemas de México, de las limitaciones que enfrentamos para resolverlos y de los caminos que juzgo más adecuados para superarlos. Como expresé en anterior comunicación debemos construir respeto y confianza mutuos, sin exigir sacrificio de divergencias.

El camino de la paz y de las soluciones viables y eficaces debemos recorrerlo juntos. Estoy convencido que podemos hacerlo, sin que ustedes renuncien a sus ideales legítimos, ni yo falle en el cumplimiento de las responsabilidades constitucionales que asumiré con enorme convicción y determinación el próximo 1o. de diciembre.

Reafirmo que ustedes tienen que ser parte activa en todo el proceso. Incluyendo la ejecución de las acciones que contenga el acuerdo al que estos cierto podremos llegar.

Foto: Archivo LSR

6. Zedillo a Marcos (7 de noviembre de 1994)

Sugiero que el dialogo con Mario Luis sea lo más franco e intenso posible. Aspiro a que este primer encuentro sea un paso firme para poder establecer una vía seria y confiable de comunicación entre nosotros, a sabiendas de que el proceso de construcción de plena confianza sea reciproca será paulatinamente, para que resulte solido e irreversible.

Ojalá que un resultado concreto de este encuentro sea el convenir el siguiente paso del diálogo, y mejor aún, el procedimiento futuro de trabajo y comunicación. Opino, y lo pongo a su consideración, que el dialogo será más provechoso en la medida en que sea mas directo, particularmente en estas etapas iniciales. Como sugerí en mi anterior comunicación, los días previos al 1o de diciembre son principalmente propicios para ese tipo de diálogo.

Foto: Archivo LSR
Foto: Archivo LSR

7. Marcos responde (11 de noviembre de 1994)

Recibí su carta del 7 de noviembre de 1994. Esta misiva y la anterior, están siendo analizadas por nuestros jefes del CCRI-CG del EZLN. Le reitero que las señales de guerra que vemos hacen aparecer sus planteamientos como una burla.

Foto: Archivo LSR

8. Zedillo a Marcos (16 de noviembre de 1994)

Agradezco su comunicación del pasado 11 de noviembre. Les aseguro que no hay nada de burla en mis planteamientos. Es genuino mi deseo de que exista una solución justa sin transitar por la violencia. Pongo a su consideración que la mejor manera de disipar temores y desconfianza es el inicio de un diálogo franco y directo. Por eso, mucho apreciaré que puedan recibir de nuevo a mi enviado.

Reciban un saludo y mi firme voluntad de llegar a un acuerdo digno para todos.

Foto: Archivo LSR

9. Zedillo a Marcos (21 de noviembre)

Pongo a su consideración que la responsabilidad final de encontrar una solución justa descansará esencialmente en ustedes y en un servidor como presidente de la República. Por supuesto que nuestras voluntades, acuerdos y acciones habrán de tomar en cuenta las circunstancias y las personas que no estén directamente bajo nuestro control, pero las decisiones determinantes de una paz justa serán las que tomemos de mutuo acuerdo. Esto último, sin embargo, requiere del diálogo. Me temo que en tanto esto no ocurra, los intereses y las acciones de otros, que no necesariamente creen en la justicia y en la paz gravitarán más en los ánimos, riesgos y desenlaces. De ahí que les proponga que iniciemos el dialogo en los términos de confidencialidad y respeto comentados en cartas anteriores.

El tiempo disponible antes del 1o de diciembre se hace reducido significativamente. Consideren que a partir esa fecha será mi responsabilidad constitucional procurar la solución pacífica al conflicto. La gente querrá saber acciones concretas para ese propósito. Por más positivas que fuesen esas acciones, juzgo conveniente que fueran precedidas, al menos, del conocimiento de usted. Pero, de nuevo, sin diálogo se antoja difícil […]. Reitero mi convicción de que la solución justa requiere una genuina y convenida corresponsabilidad.

Reciban un saludo y mi aprecio por su paciencia.

Foto: Archivo LSR

El 1 de enero de 1994 surgió el EZLN

En los primeros minutos del 1 de enero de 1994, cientos de indígenas chiapanecos se levantaron en armas bajo el nombre de Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el EZLN. Cubiertos sus rostros con pasamontañas, hombres y mujeres armados en su mayoría con viejos fusiles, tomaron nueve municipios chiapanecos, Ocosingo, Ciudad Altamirano y San Cristóbal de las Casas, los más emblemáticos y con ellos cimbraron a la opinión pública y mostraron al mundo que la discriminación y el olvido hacia los pueblos indígenas en México era un tema sin resolver.

El gobierno federal y el Ejército Mexicano fueron sorprendidos por los zapatistas. La declaración de guerra por parte del EZLN tuvo como respuesta  el combate de las tropas del Ejército mexicano que llegó incluso a bombardear algunas posiciones rebeldes.

Como parte de su operación sorpresa, el mismo 1 de enero, los zapatistas secuestraron al exgobernador de Chiapas, Absalón Castellanos Domínguez, de su finca El Momón y días después le hicieron un juicio popular por despojar de tierras a indígenas y reprimirlos durante su gobierno, entre 1982 y 1988. Lo perdonaron pero lo condenaron “a vivir hasta el último de sus días con la pena y la vergüenza de haber recibido el perdón y la bondad de aquellos a quienes tanto tiempo humilló, secuestró, despojó, robó y asesinó”.

En los dos primeros días de combates, el Ejército reportó cinco militares fallecidos y seis heridos a causa de las confrontaciones. En tanto, de parte de los zapatistas los muertos alcanzaban la cifra de 24, aunque podían ser más, porque eran las víctimas que el Ejército Mexicano registró.

Además de los viejos fúsiles y los pasamontañas, los zapatistas estaban armados de la palabra para pedir justicia. Un hombre que bajo el cubrebocas dejaba ver su barba, armado con su fúsil y su inseparable pipa se convirtió en la figura más representativa del EZLN. El Subcomandante Marcos, rápidamente se apropió del interés de la opinión pública y dio una radiografía de las causas que llevaron al movimiento, a través de múltiples comunicados.

En ellos se resumían lo que los zapatistas describían como décadas de violación a sus derechos, represión, explotación de su trabajo y en la venta de sus productos, exclusión de servicios y falta de democracia para decidir su destino.

Foto: Cuartoscuro

Los zapatistas opacaron las campañas presidenciales de 1994

Además, la aparición del EZLN también restó protagonismo e interés a las campañas por la presidencia de la república que estaban puestas en marcha. Incluso, sirvió para hacer movimientos en el ajedrez político, opacó a Luis Donaldo Colosio, candidato del entonces partido hegemónico, el PRI, y regresó al protagonismo al exaspirante a la misma candidatura, Manuel Camacho Solís, quien fue designado por el presidente Salinas como Coordinador de los diálogos de paz.

El movimiento zapatista contó con un aliado insuperable, el obispo de San Cristóbal Las Casas, Samuel García, a quienes incluso muchos señalaron como el impulsor y cerebro del EZLN, y quien a su vez se convirtió en mediador entre el EZLN y el gobierno federal, con quien también tenía interlocución.

Fue tal la originalidad del surgimiento del EZLN y sus demandas que se ganó simpatías dentro y fuera del país, de intelectuales mexicanos e internacionales -como José Saramago- que se dedicaron a analizar al movimiento, los comunicados del subcomandante Marcos, se dieron cuenta que los indígenas eran los grandes olvidados de México y algunos incluso se trasladaron a Chiapas para conocer de primera mano al movimiento.

También ahí, en San Cristóbal Las Casas, se dieron cita centenas de periodistas, ansiosos de retratar y contar un movimiento histórico que cambiaría a México.

Precisamente esa movilización de la llamada sociedad civil hizo que los embates del Ejército mexicano cesaran -por órdenes del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari- al día 12 de iniciada la rebelión. El gobierno federal decretó de manera unilateral el alto al fuego. El 16 de febrero el EZLN liberó al general Absalón Castellanos.

Inician los diálogos de paz

Seis días después, el 22 de febrero, iniciaron los Diálogos de paz, en la Catedral de San Cristóbal de Las Casas. Se establecieron conversaciones con el grupo guerrillero, que concluyeron con la firma en 1996 de los denominados Acuerdos de San Andrés Larráinzar sobre Derecho y Cultura Indígena.

Pero no fue un proceso fácil y sin turbulencias en el inter. El asesinato de Luis Donaldo Colosio el 23 de marzo de ese año causó una crisis y la comandancia del EZLN decretó Alerta Roja y regresó a sus posiciones en la montaña.

Zedillo revela la identidad del subcomandante Marcos

En febrero de 1995, el gobierno federal, encabezado ya por Ernesto Zedillo, lanzó una ofensiva militar que incluyó el ingreso del Ejército a la zona que los zapatistas controlaban y la difusión de la identidad del Subcomandante Marcos: Rafael Sebastían Guillén, era su nombre de pila.

Foto: Especial

Pero la estrategia falló y las simpatías y el apoyo de intelectuales -como el ex rector de la UNAM, Pablo González Casanova- por el EZLN se mantuvieron y entonces en marzo de ese año se creó la Ley para el Diálogo y la Reconciliación en Chiapas y en el Congreso de la Unión nació la Comisión de Concordia y Pacificación, la Cocopa, para analizar las demandas del grupo guerrillero y hacerlas ley, basadas precisamente en los Acuerdos de San Andrés Larráinzar.