Hanna cruza los dedos cada vez que la pantalla gigante del “Pinche Gringo” anuncia si Kamala Harris o Donald Trump ganaron los puntos electorales de alguna entidad de Estados Unidos.
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El presentador de noticias informa que Trump ganó Florida por más de un millón de votos y Hanna bufa, resignada le da un trago a su cerveza y dice que aún hay esperanza de ganar los estados “bisagra”.
Del otro lado del restaurante, al mismo tiempo, los primos Vizcarra celebran la noticia. Ambos portan la ya tradicional gorra roja con la leyenda “Make America Great Again” y sonríen ante los abucheos que reciben.
Como ellos, decenas de estadounidenses en la Ciudad de México se dieron cita en el restaurante “Pinche Gringo” para “echarse” una hamburguesa y un plato de macarrones con queso mientras observan los resultados electorales que definirán sus vidas por los próximos 4 años.
“Vine a México para disfrutar la celebración del Día de Muertos y olvidé que hoy eran las elecciones”, dice Hanna en entrevista con La Silla Rota, quien porta una playera negra con los apellidos de Harris y Walz.
“Así que vine aquí a reunirnos con amigos. Mañana nos regresamos a Estados Unidos”, añade, mientras en el escenario alguien canta Take me home, Country Roads.
Mientras pasa la noche, los tarros de cerveza se vacían y el ánimo de los demócratas cae. Trump aventaja a Harris por más de 50 puntos electorales y la esperanza se convierte en ansiedad. Algunos optan por dejar el restaurante, otros, al más puro estilo mexicano gritan “culero” a los simpatizantes de Trump.
Sin embargo, no pasa de ahí, demócratas y republicanos se sientan en la misma mesa, mientras acaban con la carne barbecue que caracteriza a su país.