Un día después de recibir una suspensión provisional por su amparo contra la reforma judicial, la jueza penal local de Coahuila, Karina Martínez, fue suspendida de su puesto con efecto inmediato.
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La sanción se presentó justo un mes después de que denunció a un colaborador del presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado por acoso laboral. Karina argumentó “represalia”.
Desde 2021 un administrador del Juzgado Penal Acusatorio de Piedras Negras, presuntamente acosa laboralmente a Karina, quien en entrevista con La Silla Rota denunció que él cuestionó sus acciones laborales, le negó vacaciones, además un administrador superior la amenazó con enviarla a trabajar a otro estado si denunciaba.
“Mandó a un superior para amenazarme, dijo que le bajara a las quejas contra él o me cambiaban de adscripción a otra ciudad. Parece que no puedo hacer nada contra él, sin tener una represalia”, admitió la jueza Martínez.
Por temor a más represalias la jueza penal Karina Martínez solicitó el 3 de septiembre medidas de protección, el estado tardó en darla y solo otorgó un acuerdo de "no violencia" mientras dura el proceso.
Entregar tarde la medida viola la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia que dicta que la medida se tiene que resolver en ocho horas y ya pasaron más de dos meses.
Además, el proceso de "no violencia" no está activo, ya que solo está activo durante el proceso de defensa y proceso aún no ha empezado.
El presunto acosador es un juez cercano al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Coahuila. Karina asegura que “lo que él diga (presunto acosador) se sube directamente con el presidente del Tribunal”.
"Yo sigo suspendida y él sigue en sus funciones", señaló.
La reforma judicial acabará con carreras de juezas locales
La recién aprobada reforma judicial promete, entre muchas cosas, “purgar al sistema judicial de abusos a la ley y corrupción, así como disminuir la impunidad”. Karina duda que sirva para casos como el suyo.
Martínez consideró que la reforma tiene la facultad de abrirle la puerta a “gente con contactos y poder”, como su presunto acosador, que mediante estos beneficios “ganará con facilidad las elecciones para ser jueces, generando más impunidad”.
Karina sostiene que “solo a quien le cuesta llegar a un lugar, lo valora y cuida” y que aquel al que le “regalan” un puesto “hace lo que quiere por tener contactos que lo defiendan”.
Jueza especializada en violencia
Karina Martínez tiene una carrera de 24 años en el Poder Judicial de Coahuila, llegó a ser jueza ascendiendo ya que ingresó como actuaria, hizo un examen que la llevó a ser secretaria de acuerdo y trámite y años después compitió e hizo más exámenes para ser jueza.
Como jueza se dedicó principalmente a atender casos de violencia intrafamiliar contra mujeres y adolescentes. Antes de que la removieran del cargo ella era la única mujer juzgadora del distrito penal de Rio Grande, ahora sólo hay hombres.
Para poder defenderse, Kari dejó de dar clases de Derecho Penitenciario, pero aún es integrante de la mesa directiva de la Asociación Mexicana de Mujeres Juezas y Magistradas A.C.