Un elemento esencial para la salud y el desarrollo integral de todos es la hidratación, que como un derecho humano, debe estar al alcance de todas las personas, a través de una adecuada infraestructura y en condiciones de salubridad y equidad.
A nivel global, el acceso al agua de calidad se coloca como un derecho humano, contemplado por la Organización de las Naciones Unidas; en México, nuestra Constitución plantea el acceso al agua por medio de sus artículos 4, 27 y 115. Sin embargo, en los hechos, el agua de calidad no llega adecuadamente a la mayoría de los mexicanos.
Además de una deficiente red de suministro de agua potable a los domicilios y las zonas habitables dentro de nuestro país, la inmensa mayoría del agua embotellada que se pone a disposición de los mexicanos, no cuenta con la calidad mínima para su consumo. Para ilustrar esta situación, basta el botón de muestra que representa la capital del país.
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En CDMX, el agua de la llave y la embotellada están contaminadas
De acuerdo con un análisis desarrollado por la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación, Agua en México, la mayoría de las plantas purificadoras de agua de la Ciudad de México no cumplen con los estándares mínimos para garantizar un correcto proceso de purificación del líquido, lo que pone al grueso de la población en una situación de vulnerabilidad directa para su salud.
El estudio de laboratorio, certificado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Cofepris, muestra que del universo de plantas purificadoras estudiadas, hasta un 77.5% no cumple con los límites permisibles establecidos de coliformes totales (que pueden contener restos fecales); por su parte, el 5% de las muestras de agua estudiadas superan los niveles permitidos de cloración.
Con casi 8 botellas contaminadas por cada 10 que se ponen a disposición de los consumidores en la capital del país, esta situación “se traduce en un problema de salud generalizado”, de acuerdo con Juan Francisco Bustamante Ruisanchez, presidente de Agua en México.
El especialista en temas hídricos asegura que “de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua, derivado de la sequía, la concentración de contaminantes y la falta de tratamiento y saneamiento de las cuencas, ha habido un incremento de hasta 600 mil personas con enfermedades causadas por el consumo de agua contaminada”.
Estos datos demuestran que las empresas purificadoras de agua no han podido implementar las medidas técnicas adecuadas para optimizar sus procesos y ofrecer al consumidor agua de calidad; por su parte, se puede concluir que las autoridades competentes han fallado en su obligación de exigir el cumplimiento de las normas vigentes para el correcto tratamiento del líquido.
Agua para el consumo humano, responsabilidad compartida
A pesar de la obligatoriedad del Estado de dotar del vital líquido a la población para un consumo doméstico de forma asequible, salubre y suficiente, esta condición no ha podido ser garantizada por parte de las autoridades; ante ello, múltiples empresas que aseguran dedicarse a la purificación embotellamiento de agua, operan sin controles de calidad y ponen en riesgo la salud de las personas.
De acuerdo con Bustamante Ruisanchez, además de la responsabilidad que tienen las autoridades para regular la producción y venta de estos productos, influye mucho el cambio de actitud que todos debemos tener para enfrentar esta problemática.
“Yo creo que sí se está haciendo algo, estamos cambiando la manera de ver y de actuar. Por ejemplo, vemos muchos de los desarrollos inmobiliarios que están integrando sistemas de purificación de agua para que, a quienes los habiten, les llegue agua de calidad”, asegura el presidente de Agua en México.
Por último, nuestro entrevistado reflexiona acerca de la gran importancia que tiene, para toda la sociedad en su conjunto, un correcto ciclo de agua y una dotación salubre de este líquido al total de la población en nuestro país.“El agua es esencial desde el momento que nos levantamos, además, el agua tiene que ver con todos los procesos productivos nuestros”, reflexiona Juan Francisco Bustamante.
“Entonces, si no cuidamos y hacemos conciencia del agua, vamos a tener un país que no se pueda desarrollar, vamos a tener una familia que no pueda crecer. Por eso necesitamos poner al agua dentro de los primeros temas en nuestra vida. Y ojalá que todos veamos que es para nuestro bien, nuestra familia y el futuro de nuestro país”, concluyó el especialista.