Dos mujeres cercanas a Morena y la presidenta Claudia Sheinbaum destacan entre los 48 aspirantes a presidir la Comisión Nacional de Derecho Humanos: Rosario Piedra y Nashieli Ramírez, la actual presidenta del organismo y la titular de su equivalente en la Ciudad de México, quien trabajó en ese cargo durante el gobierno de Sheinbaum en la capital.
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El viernes las comisiones de Justicia y Derechos Humanos de la Cámara de Senadores definieron el calendario del procedimiento: la lista definitiva de aspirantes se publicará el 21 de octubre, los días 24, 25 y 26 de octubre se llevarán a cabo las comparecencias y el 8 de noviembre debe conocerse la evaluación a todos los que participaron.
Piedra, reprobada por defensores de derechos humanos
La actual presidenta de la comisión, que busca prolongar su mandato otros cinco años, se distinguió por la polémica desde su arribo al cargo.
Minutos antes de comparecer ante el Senado, Rosario Piedra dijo desconocer si el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador atacaba a periodistas; en los días previos a su nombramiento se recuperaron sus publicaciones en redes sociales en las que ella misma atacaba a periodistas y elogiaba los embates de AMLO contra la prensa.
Aún con las dudas sobre su idoneidad, la mayoría de Morena y sus aliados la escogió para presidir la CNDH pese a que tenía antecedentes de integrante del consejo de ese partido.
Su aprobación ocurrió en medio de un zafarrancho porque la oposición trató de impedir que tomara protesta y legisladores como Eduardo Ramírez, Salomón Jara, Citlali Hernández y Marybel Villegas jalonearon y lanzaron al piso al expanista Gustavo Madero.
Tiempo después otros senadores, como Germán Martínez, quien en ese momento era de Morena, reconocieron que se alteró el registro de votación para que sumara 116 sufragios, cuando en realidad se emitieron 114; con esa maniobra fue posible que se nombrara a Piedra con 74 votos pese a que se necesitaban 75 para alcanzar las dos terceras partes requeridas por la ley.
Piedra es hermana de un desaparecido de la época conocida como “guerra sucia”, en la que autoridades mataron y desaparecieron a guerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre. Su madre Rosario Ibarra fundó el movimiento para exigir la presentación de esas personas secuestradas por las fuerzas de seguridad.
Pese a esos antecedentes, en forma unánime los organismos independientes de defensa de los derechos humanos han calificado su gestión como negativa y sometida al gobierno.
Un informe presentado por el Centro Miguel Agustín Pro, una de las organizaciones más respetadas a nivel nacional e internacional señala que la CNDH dirigida por Piedra no investigó a casos de espionaje como el uso del software Pegasus por parte del Ejército contra el defensor de derechos humanos Raymundo Ramos.
“Se observa laxitud en la fiscalización sobre las Fuerzas Armadas. Pese a acumular mil 816 quejas entre 2020 y 2023, la actual CNDH sólo ha dirigido 13 recomendaciones a la Guardia Nacional. En esos mismos periodos, la SEDENA, que fue señalada en mil 664 quejas, recibió únicamente 26 recomendaciones”.
Critican además que el organismo no usó su facultad para interponer acciones de inconstitucionalidad contra reformas impulsadas por el gobierno de López Obrador que afectaban los derechos humanos, como la desaparición del INAI, la reforma electoral y la del Poder Judicial.
No obstante las críticas, senadores de Morena como Malú Micher catalogan el trabajo de Piedra como excelente.
Cooperación con Sheinbaum
Nashieli Ramírez llegó a la Comisión en 2017 propuesta por el gobierno de Miguel Mancera, pero logró ganarse la voluntad de los morenistas para repetir en el cargo en 2021 y permanecer hasta 2025.
Durante su segundo periodo como presidenta de la CDDHCDMX, Ramírez se sumó a lo que Claudia Sheinbaum como cooperación entre autoridades de justicia y seguridad, en la que instituciones autónomas como la Comisión y la Fiscalía se supeditaron a las decisiones del gobierno.
Así, la Comisión adoptó el discurso de la “transformación” y en ningún momento cuestionó decisiones polémicas, como los operativos contra mujeres que se manifestaban contra la violencia.
En el historial de recomendaciones elaboradas por la Comisión es posible encontrar acompañamiento en casos de abusos policiacos, tortura contra personas encarceladas, violencia obstétrica o incumplimiento en obligación de cuidados a adultos mayores.
No hay un solo pronunciamiento en relación a las agresiones a mujeres que marcharon en contra de la violencia en el 8 de marzo de 2020, 2021 y 2022, cuando policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana lanzaron gas lacrimógeno contra las manifestantes.
Respecto a la actuación de las autoridades en materia de seguridad, Ramírez pasó de las críticas por el aumento en la inseguridad en la CDMX durante los últimos meses del gobierno de Mancera, a omitir señalamientos y ser reconocida por su voluntad para coordinarse con el gobierno encabezado por Morena.
Personajes en disputa
Tania Ramírez, quien fue titular de la Red por los derechos de la infancia (Redim) y encargada de despacho de la Comisión para prevenir la discriminación (Copred) destaca entre los aspirantes con experiencia y reconocimiento de las organizaciones defensoras de derechos humanos.
Otros personajes que se inscribieron al proceso son Zulay Abud, defensora de derechos humanos de Chihuahua, el expanista Jesús González Schmal, abogado quien ocupó cargos en administraciones perredistas y ahora reaparece, así como José Félix Cerezo, titular del organismo de derechos humanos de Puebla, quien hace unos días acusó el que Congreso de Puebla bloqueaba su reelección por lo que decidió retirar su candidatura y aspirar al organismo nacional.