En los últimos dos años, el gobierno de Estados Unidos ha llevado a cabo pruebas de misiles hipersónicos y de largo alcance en el desierto fronterizo de Nuevo México, cerca de Ciudad Juárez, Chihuahua. Estas armas de guerra, que alcanzan cinco veces la velocidad del sonido, han sido utilizadas por países como Ucrania en su conflicto con Rusia.
Empresas de la industria militar como Lockheed Martin y Northrop Grumman, junto con la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) de Estados Unidos, han realizado estas pruebas desde 2021 en la zona cercana a la frontera con México, de acuerdo con información de Laura Sánchez Ley publicada en Milenio.
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Las pruebas incluyen misiles hipersónicos, así como sistemas de lanzamiento múltiple guiado de largo alcance y armas láser de alta tecnología capaces de derribar aviones de gran tamaño. Estas pruebas se han llevado a cabo en el área de White Sands.
El Polígono de Misiles de White Sands, ubicado en el desierto y parque nacional del mismo nombre, es una zona utilizada por las fuerzas armadas de Estados Unidos para realizar pruebas con tecnologías de cohetes, vehículos aéreos no tripulados y sistemas de armamento experimental.
Es importante destacar que la zona de pruebas se encuentra restringida a los visitantes y está ubicada a unos 88 kilómetros de Ciudad Juárez, con el pequeño poblado fronterizo de El Chaparral como único punto intermedio entre México y el área de pruebas.
¿Cómo funcionan estos misiles?
Se trata de una munición propulsada por chorro de aire es un tipo de proyectil que utiliza motores Scramjet para respirar y comprimir el aire antes de la combustión, aprovechando la velocidad del vehículo para lograrlo. Este tipo de munición puede alcanzar velocidades de hasta 100 km/s, lo que equivale a cinco veces la velocidad del sonido.
Estos proyectiles suelen operar a altitudes entre 20 y 30 kilómetros, lo que dificulta su detección por los sistemas de defensa. Además, tienen la capacidad de modificar su trayectoria en pleno vuelo, lo que los hace aún más difíciles de interceptar.
La letalidad de esta munición reside en que puede albergar ojivas convencionales o nucleares, lo que aumenta su capacidad destructiva y su potencial amenaza.
Es importante destacar que este tipo de munición tiene aplicaciones militares y su desarrollo y uso están sujetos a regulaciones y acuerdos internacionales.
Existen antecedentes de incidentes en los que misiles y cohetes lanzados por Estados Unidos han detonado accidentalmente en territorio mexicano. Uno de los incidentes ocurrió el 30 de mayo de 1947, cuando un cohete de sondeo V-2 alemán, disparado desde el Campo de Pruebas de White Sands, se desvió de su trayectoria y se estrelló y explotó a pocos kilómetros del centro de Ciudad Juárez.
Otro incidente ocurrió en 1970, cuando la Fuerza Aérea de Estados Unidos lanzó un cohete sonda Athena que debía caer en el Campo de Pruebas de White Sands, pero se desvió hacia el sur y terminó impactando en el desierto mexicano en la región conocida como la Zona del Silencio, ubicada entre Chihuahua, Coahuila y Durango.