Ricardo Monreal Ávila está acostumbrado a ir en contracorriente en su carrera política. Y por eso, pese a cuestionar el exceso en el gasto de las otras corcholatas, el senador con licencia confía en el proceso interno de Morena para elegir al Coordinador de Defensa de la Cuarta Transformación, que a la postre terminará abanderando a Morena en las elecciones presidenciales del 2024.
Ha recorrido 14 estados y confía que, pese a tener una limitante de recursos frente “al exceso de los compañeros y compañera”, en los restantes 43 días estará en las 32 entidades…
Asegura que tras un periodo de hielitos en la relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador ha quedado atrás la discrepancia. Lo mismo con Claudia Sheinbaum. Por lo tanto, establece con seguridad que no será factor de ruptura, que acompañará, sea como sea, al presidente López Obrador en su último tramo de mandato.
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“Hay un despilfarro, una ofensa, yo no tengo ningún espectacular. Ayer (lunes 10 de julio) he contabilizado en los 14 estados un total de 956. La mayor parte la tiene Adán (Augusto López Hernández), luego le sigue la doctora Claudia, luego Marcelo y ya se está acercando el Verde (Manuel Velasco) en camiones, en el aeropuerto, bardas (…) camiones de transporte público forrados con propaganda de ellos, a pesar de que está prohibido por las reglas de financiamiento del partido, no se ha frenado este dispendio. Yo soy el único que está respetando la ley, que actuó con austeridad. Nosotros no podemos predicar con el dispendio ni el derroche que ofende a la gente a los ciudadanos”.
“Nosotros surgimos contra la arrogancia del poder, contra el abuso del poder cuando usaban recursos públicos para favorecer a sus candidatos o cuando se excedían de publicidad en medios de comunicación y que a nosotros nos marginaban o nos acercaban así surgimos. No sería correcto que cometamos el mismo error o reciclemos esas prácticas”.
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-Ricardo Monreal está habituado a las batallas, a contracorriente, como el salmón…
-Como el salmón a contracorriente, sí, siempre en mi vida ha sido así. Ahora no es la excepción, estamos contracorriente porque vengo de un proceso en donde se congeló una relación con el presidente y en donde mi posición crítica de legislador autónomo me generó incluso epítetos de traidor, de que yo era enemigo del presidente o que yo no estaba con la 4T porque defendía la Constitución, porque defendí la legalidad y al país. Hubo un enfriamiento en las relaciones con el presidente López Obrador y afectó bastante. Mientras por dos años a ellos los promovieron y los ensalzaron, me refiero a los tres compañeros distintos de Morena, a mí me generaron un proceso de animadversión. Pero la verdad es que estoy disfrutando no voy a hacer un ente disruptor o que rompa ni tampoco que genere alguna condición de quiebre. Ya decidí estar con el presidente López Obrador hasta el final, ya decidí estar en Morena independientemente del resultado y lo único que me preocupa es cuidar los principios y los valores de Morena…
- Algunos decían que cuando declaraste que preferías ser nada, eso en un político no es creíble, ¿serás algo?
-No lo sé, no lo sé, pero finalmente yo ya decidí no irme de Morena voy a mantenerme en Morena y voy a cerrar filas con el presidente, yo creo que el presidente López Obrador ha hecho buen gobierno y ha iniciado un proceso de transición política. Mi idea es profundizar el proceso democrático, influir en las políticas públicas que no han dado resultados, subrayarlas, mejorarlas, perfeccionarlas, ayudarle a la cuarta transformación a que salgamos adelante y que la gente pueda mantener la confianza en este movimiento y la que ya perdió la confianza, hacer que recupere la confianza.
- ¿Confías en las encuestas?
- En los próximos días se va a definir el tema de las encuestas. Yo confío porque es muy difícil que a las cinco las cucharees, tampoco es imposible, eh, con recursos económicos que a algunos les sobran diría que no es imposible, pero veo muy complicado, que así suceda. Le doy un porcentaje de credibilidad alto y te diría que en el caso mío cuando hablábamos de estar siempre contracorriente, a pesar de ser siempre el último evaluado, les he dado la sorpresa lo mismo cuando fui gobernador, cuando fui senador, cuando fui diputado, cuando fui alcalde de la Cuauhtémoc, siempre me colocaban las encuestas en el último lugar y siempre les di la sorpresa. Espero de nueva cuenta darles la sorpresa.
- ¿Cómo es tu relación con el presidente López Obrador?
- Es muy buena, a partir de este año nos reencontramos. Hemos conversado en varias ocasiones el presidente y yo y está en muy buen ánimo. Se aclararon todas las circunstancias que nos aislaron, hemos conversado como políticos, como amigos, como hombres de Estado, hemos aclarado cualquier circunstancia del pasado. Cerramos capítulos para comenzar a escribir otros.
De su relación con las otras corcholatas dice: “Con Marcelo también, con Adán, y con Claudia un poquito antes de este proceso, pero hoy no tengo ninguna dificultad, ella me cae muy bien, ha sido muy buena gobernadora de la Ciudad de México y le tengo aprecio. Adán para mí es una revelación lo que está creciendo, aunque con más problemas y muchos recursos, lo veo fuerte, porque sí trae mucho aparato”.
Y precisa: “la única preocupación mía y la única demanda que he hecho es que se moderen. Me parece un exceso la publicidad y me parece que eso es un factor de desequilibrio y un factor de inequidad porque va tú vas a la calle y ves espectaculares, camiones... Vas al aeropuerto y ves anuncios. Es impresionante la cantidad de recursos que se están empleando en publicidad personalizada y va en contra de nuestra filosofía”.
En cuanto a tres temas fundamentales del discurso obradorista: corrupción, pobreza y seguridad, Ricardo Monreal asegura que sin duda mantendrá los programas sociales, pero que buscará mayor creación de empleo e inversión, en particular en el sector energético, “reforzaría el que un sector minoritario pueda invertir en México siempre y cuando el Estado se reserve una mayoría”.
En cuanto a la política económica, Monreal reconoce que no ha habido endeudamiento, hay un peso fortalecido, respeto a la autonomía del Banco de México, pero que en su caso va por una reforma fiscal, que no se hizo en este sexenio.
“Sí, yo te diría que hay dos ausencias fuertes: reforzar Seguridad Pública”, dice.
- ¿Abrazos… pero también trancazos?
- No lo sé, no quiero definir suprimir el eslogan “abrazos, no balazos”, no, no, no es eso, sino la revisión de la estrategia de manera integral, coordinación entre policías, tecnología, innovación salarios, atender las causas quizás más subrayado, pero para mí un tema pendiente una asignatura pendiente es la seguridad pública y el otro de gran tema es la reforma fiscal que desde mi punto de vista el presidente pudo haberlo hecho porque traía y tenía una gran legitimidad.
- ¿Abrazos… y balazos cuando sea necesario?
- Yo presenté un plan en El Colegio de México en materia de seguridad pública y es una mezcla híbrida. No soy tan tajante en decir voy a eliminar el eslogan “abrazos, no balazos”, no soy tan enfático ni tan categórico, pero sí creo que tiene que revisarse y reforzarse la estrategia.
- ¿Y en materia de corrupción?
- El presidente hizo una gran campaña y una gran cruzada contra la corrupción, pero no está concluida. Siento que hacia abajo en sectores burócratas medios o de cierto nivel predominó en algunos lugares la corrupción. Un ejemplo emblemático es Segalmex o algunos otros que también han sido denunciados y que están siendo investigados, pero lo cierto es que el presidente no lo toleró en la medida en que se enteró, actuó de inmediato y no permitió ni toleró a sabiendas de que el presidente iba a actuar. Se violó y se traicionó la confianza que el presidente les depositó algunos servidores.
- Algo que quisieras agregar…
- Que tengan confianza, que les voy a dar la sorpresa, que no está todo ya resuelto. El arroz no está cocido, que hay tiro y que estoy luchando por la buena y que la gente va a decidir. Yo estoy haciendo mi mejor esfuerzo, no descansado ni un día. Soy el que más ha recorrido el país y el que ha gastado menos, aunque Mario Delgado dice que soy el más que gasta, pero es tan sencillo de salir a la calle, a la carretera o a cualquier parte. Es un distractor lo que Mario hizo para cubrir otros aspectos de derroche y de dispendio, pero no quiero confrontarme con nadie. Ni con Mario, quiero llevar la fiesta en paz y contribuir a que Morena salga bien y siga siendo alternativa de gobierno en este país…
- ¿Le pedirías a Mario Delgado ser factor de equilibrio?
- Yo diría que Mario debería ordenar que se bajen todos los espectaculares y debería ordenar que no usen tanta publicidad pagada porque es un exceso, se están violando reglas, pero no lo hace, no lo hace. Mario es como un árbitro callado, sumiso que no está generando condiciones de equidad.